sábado, 24 de diciembre de 2005

Feliz Noël & Buon Weihnachten / Happy Navidad und Heureux Natale

"Mi canción no es tan sólo de quien pueda escucharla, porque a veces el sordo, lleva más para amarla [...] Por eso canto a quien no escucha, a quien no deja de eschucharme, a quien ya nunca me escuchó. Al que en su cotidiana lucha, me da razones para amarle: a aquel que nadie le cantó...".
Silvio Rodríguez, Canción de Navidad
Hora de derretirse con el calor y el aroma que viene desde el horno. De comer, en una misma sentada, dos o tres tipos de carnes, quesos, chocolates...De beber aperitivo, vino, agua, refresco, champán, digestivo, cremita y chupe vario. Sí, en la misma cena. De brindar, claro. De sentirse solo pero muy acompañado. De no saber qué hacer en tan importante circunstancia: ¿Me pongo a ver tele en navidad o qué? De cantar cómo beben los peces en el río. De arreglarse un poco, sacar fotos atragantándose. De regalar y comprar. De recibir llamadas y/o abrazar. De sentirse triste y un poco bastardo por los olvidados, por los que tienen que trabajar, por los que no tienen tres carnes distintas en su mesa. De cantar cómo beben y beben y vuelven a beber los peces en el río. De ser azuzado por la mercadotecnia para recordar con nostalgia a nuestra gente, hasta el punto de necesitar decir:
¡Felicidades a todos!
Y no digan qué cursi, porque al fin y al cabo, para un blogscritor...¿Cómo dejar de postear un día cómo hoy? Un día en el que, si he de pedir un deseo, es que mi gente esté bien y no le falte nada importante.
Y si pido algo para mí (porque nadie creyó que iba a ser tan desinteresado verdad?) es mantener el ánimo pa' no convertirme en un Grinch. Porque a mí sí me gusta ésta fecha, pero de repente siento que me voy amargando, y a decir verdad no tengo ganas de convertirme en un Grinch, ni de detestar la Navidad, ni de volverme averso a los abrazos. Y aprovecho por si acaso que aún no me pasa eso para abrazar, y escribir buenos deseos, no vaya a ser que en una de esas me dé por no hacerlo el año que viene. Por eso espero que las Felicidades de verdad se nos cumplan, y que el cariño que existe siempre, pero se manifiesta más hoy, se acumule, y sea como una crema retardadora de efectos de envejecimiento. Literalmente. Abrazos y besos...

martes, 20 de diciembre de 2005

Hartos sentimientos, un sólo día.

Qué extraños días se viven cara a Navidad. Mucho sentimiento quesque...

El mío hoy empezó yendo a una funeraria (!), creo que estaba cerca de la Villa, murió un tío mío. Sentimiento 1. Parece que no me libro de hablar de la muerte, eventos como este me hacen pensar que no soy yo el obsesionado, sino que anda rondándome y mentiras que yo la busco a ella. En fin, el caso es que un velorio es - además de folklórico en este país (letanía rosario y todo) - triste. Pero triste por los que se quedan. Mi tío se despidió de mí, y cumplió. Pero ver a su esposa completamente en ruinas, me derrumbó a mí también. Sentimiento 2.

Pero lo más difícil fue pensar en mi primo Osmán. Este es uno de esos primos con el que siempre te comparan. Osmán se come toda la sopa y mira qué piernotas tiene. Haz tu tarea para que seas como Osmán, y luego vas creciendo, y todo se convierte en pues resulta que Osmán vive en Alemania. Mexicano, (por mucho que pertenezca a la parte de mi familia que se empeña en ostentar la herecia libanesa - hello "Osmán" ) mexicanísimo y a mucha honra, porque la Volkswagen le ha dado el puestazo, con el sueldazo, las prestaciones, y divide su tiempo entre Alemania y China, entre otros. Cómo me acuerdo de cómo me llegaron a decir, mira, ya ves, por eso hay que hacer una carrera, mira a tu primo Osmán. Y hoy él, no estuvo presente en el funeral, ni en el panteón, no pudo, la empresita Volkswagen no le dio permiso de regresar al evento más triste de su vida. Sentimiento 3. Para eso sirve la pinche carrera, para acabar siendo parte de una maquinaria de mierda que no te permite estar junto a tu padre mientras se muere.

Y luego uno que ni le interesa estudiar y pasa lo que pasa. Maldito diseño pre-establecido hace años, que no nos funciona a todos...Malditos también, los que antes de nosotros se dieron cuenta y no se rebelaron en nuestro nombre. Y malditos nosotros por no rebelarnos hoy, por nosotros, y por los que vienen. Sentimiento 4. Más que triste, por mi primo, me siento encabronado, pissed off, por mí. Por tirar a no sé donde mi tiempo, sabiendo que a pesar de todo, la carrera es la 'mejor' alternativa.
Corte a, mi jefa diciendo que me queda a deber una parte de mi aguinaldo, que me lo paga en enero, y que el cheque lo puedo cambiar hasta el viernes. Friday after tweeeeeelveeeeeee. [¿Y la lana que me iba a gastar hoy???] Ojalá se le atragante el puto pavo que se va a tragar con MI sueldo clavado. Sentimiento 5.
Corte a, mil cenas de Navidad. La más especial en Santa Fé, y yo soy del Valle, el barrio de los mejores artistas e intelectuales de esta cuidad, junto con la Narvarte. Sorry, es la pura verdad. Y la pura verdad es que es un calvario manejar hasta Santa Fé, para mí que nunca he salido de mi rancho, y que estoy ciscado por los dos accidentes que me dio 2005. Sentimiento 6. Qué calvario manejar, pero valió la pena para dar 4 abrazos que tenía ganas [sentimiento 7], además de 3 que me dieron gusto, y uno que fue pura hipocresía. Pero ni se notó creo. Por cierto, en que cabeza cabe reunirse en Santa Fé en un antro donde no se puede hablar a un grupo de personas que viven en Condesa, Coyoacán, Del Valle, Las Águilas, Salida a Carretera Cuernavaca y Avenida Toluca??? En la ciudad más grande del mundo, I don't get it. Pero en fin, yo fui porque no quería quedarme sin abrazar a mi gente por Navidad. La distancia le dió más sabor a mi hazaña personal de cruzar la puta ciudad para regresar sobre mis pasos en menos de 5 min. Probablemente hubiera tenido cero mérito cruzarme la calle, no? La adversidad engrandece si se sabe aprovechar.
Corte a, la del Valle eeeeeeeee. Cena de navidad, soy el más grande por mucho. Y lo siento, estoy viejo. Damn.Y los demás lo sienten. Damn. Sentimiento 8. Y lo viejo que voy a estar en un año, cuando apeeeenas vaya acabando la carrera. Damn.
Menos mal que empiezo este día, a las 2:19 de la mañana, revisando que Dalya es feliz leyendo esto, y que no fui el único de la idea pendeja aquella de suicidarme. Ojo, pensar no es lo mismo que desear. Pero igual ayuda saber algo importantísimo: no estoy solo. Un abrazo.

sábado, 17 de diciembre de 2005

Qué crees, me morí

¿Cuántas veces has pensado en suicidarte?

Yo, muchas, últimamente.
Y después de que de verdad pienso dar un volantazo y estrellarme, o algo por el estilo, regreso a un estado mental más relajadón. En realidad, - por fortuna o por desgracia - el miedo a morir y el chip ese que traemos integrado nos impide quitarnos la vida. Menos mal. Creo.

Cierto es que de repente sería excelente tener la oportunidad de retirarse en un buen punto del juego, mientras aún se está ganando, y antes de decaer. Hace poco pensé que eso me iba a pasar y ¡zaz! que me quedo vivito y coleando. Y será por algo. Sería muy cobarde también, querer irse en el momento feito, antes de aguantar y sacar la casta y buscarse los momentos cool. [Ja, qué cagado escribo a veces.]
Pero el viaje imaginativo es dulcísimo y disfrutabilísimo.
Me imagino obvio en una buena funeraria (nada de escatimar) y con mi traje negro, mi corbata arrugada y la camisa blanca de Burberry's que mi papá nunca me quiso prestar. Uh uh papá, ahora sí ya pa' qué, demasiado tarde, y ahora me la llevo a la tumba, pa' que aprendas a no ser envidioso. Por ahí mi último make-up artist me dejaría guapísimo. Más de una entraría en conflicto de ponerse mórbidamente jariosa por mí.
No dudo que habría mucha gente, la mayoría ahí en la lágrima de cocodrilo, hablando ahora sí bien "No, no, era guapísimo, siempre impecable y bien peinadito, y retebuén hijo" "Era un artistazo, tocaba la guitarra y todo, era cuestión de tiempo, seguro hubiera sido famosísimo" "No, o sea no es porque se haya muerto, pero neta este sí era el aaalma de las fiestaaas" claro, y lo habitual: "Últimamente bebía mucho, estaba un poco desubicado" o el peor: "Dicen que era buena persona, pero un poco raro eh" O el mucho peor "Qué inteligente era, hasta ganó El Rival Más Débil fi'ate".
Todos claro, fume y fume elegantísimos de negro. Ellas llevarían sus medias de red, sus sombreros de velo, y sus pañuelos. Llevarían buenas flores y eso, no creo que fueran tan codos, llorarían con estilo y se llevarían sus lentes obscuros. Por cierto, traería puesto el rosario que me regaló el tal Cuco. Mis pinches alumnos huevones no tendrían clase y estarían felices.
Para ese entonces, ya estaría más que fuera del cuerpo, con una cuba en la mano (o bueno, un Martini que es mi muerte), disfrutando mis nuevos abdominales finallyyyy...Satisfecho eh, satisfecho.
Sobre todo porque ahora sería esa leyenda urbana, ese mito que prometía y murió joven. Se buscarían mis demos, y seguro se escucharían [Chécate esta canción, no está mala, el güey que la grabó era de la generación de mi hermana - creo que quería con ella - y se murió, qué triste], se gritaría a voces lo buen hermano e hijo que fui, sería ese graaaaan amigo que mis amigos perdieron, esa mancha que parecería mucho más grande que lo que de verdad fui en la mente de muchos, esa especie de héroe truncado que tenía toda la vida por delante. Pa' qué lo niego, me encantaría.
Iría a jalarle las patas a mucha gente, muuuchos profesores, sí los jodería todo lo que pudiera, al fin, ya vi Ghost y ya sé cómo mover objetos. Este blog se caería de visitas...
Pero no, sigo siendo el mismo güey que va a morir de viejo, con una panza aún más grande...
Todos, todos, lo hemos pensado, y el que no que lea otra página, que ya es hora de que nos demos cuenta que en general los que escribimos recurrimos a las letras y a la creación cuando nos sentimos abrumados o tristes (cuando hay felicidad hay poco tiempo o mucho alcohol para escribir, y lo alegre que se filtra es por pura suerte o erotismo).
Para ambientarse más en el pensamiento suicida, tengo Réquiem .
Hoy recomiendo una canción para los suicidas potenciales Stickwitu de las Pussycat Dolls, la letra no tiene nada que ver, pero AH, qué bonitas son las buenas voces femeninas bien armonizadas, por mucha mercadotecnia que haya, y qué guapas son. Prometo que si las escuchan cantando se les quitan las ganas de suicidarse. Girls are best ever...
Y obviamente, Helena (So Long) de My Chemical Romance (de cuyo video saqué dos screencaps para ilustrar este post), con toda esa carga visual, es la perfecta banda sonora para leer esta vaina hoy.

miércoles, 30 de noviembre de 2005

Más vale tarde que patada de ahogado...

Esto es un agradecimiento especial a todos los que estuvieron conmigo el pasado 18 de Noviembre de 2005.

Ésta es la historia de un pequeño niño como cualquier otro llamado Charlie Bucket. Él no era ni más rápido, ni más fuerte, ni más inteligente que otros niños y su familia no era rica, ni poderosa ni influyente. [...] Pero Charlie Bucket, era el niño más afortunado de todo el mundo. Sólo que aún no lo sabía”. en Charlie y la Fábrica Chocolate, de Tim Burton, 2005.

« I feel drunk but I'm sober / I'm young and I'm underpaid / I'm tired but I'm working, yeah [...]
And what it all comes down to / is that everything's gonna be quite alright / ’cause I've got one hand in my pocket / and the other one is flicking a cigarette.And what it all comes down to / is that I haven't got it all figured out just yet / ‘cause I've got one hand in my pocket / And the other one is giving a peace sign”
Alanis Morrisette, Hand in my pocket, The Collection, 2005.


¿Qué tal mi cumpleaños? Por fin una fecha en la que me queda más que claro que se me devuelve una vez más la alegría...
Tenía muchas ganas de mandar una página con todas las fotos, para que todos las pudiéramos tener, pero ya me tardé y eso es por varias razones. La cámara era de Christopher Sours, quien el próximo viernes 2 termina su carrera [¡Muchas Felicidades!], la otra es que el viernes pasado tuve un intento fallido de que me sacaran la muela del juicio, con suerte tal que mañana me van a hacer una cirugía más seria para remover todo lo que se quedó y evitar complicaciones mayores, lo que me indica que, voy a estar sin escribir unos cuántos días, pues después llegan los exámenes.

Aquella noche de celebración de cumpleaños, escribí algo, que había decidido no poner porque no encontraba el espacio, pero, como no quiero que se pase la euforia y se olvide aquél día – en el que estuve muy contento – decido compartirlo para agradecerles, tal cual lo escribí, sin cambiarle nada, porque fue escrito en una post-borrachera, y bueno, hay mucha honestidad como podrán ver.
Esta es mi manera de decir Gracias. Lo titulé Reserva Especial...Para leerlo, solamente hay que hacer clic aquí:

Agradecimiento [Reserva Especial]

Obviamente, todo esto es también una maña – aprovechando – para ver si se despierta su curiosidad de leer una que otra cosa de la página, en la que NO hay poemas, sino escritos...Ya no pongo que firmen el libro de visitas, porque podría sonar repetitivo
En cuanto pueda voy a postear las fotos.

Mientras tanto, creo que queda claro el mensaje: Gracias por hacerme un hombre veinticuatroañero tan feliz.

Canciones ad hoc para leer esto , por si alguien las tiene (no, la de Drop it on me no es):
Alanis Morrissete – Hand in my Pocket
Daniel Powter – Free Loop
Jakob Sveistrup – Taender pa Dig

Todo Llega

"Life is what happens to you while you're busy making other plans."
John Lennon
"What you don't have you don't need it now"
U2, Beautiful Day


Siento mucho mi tardanza, en especial porque hubo varios eventos importantes que valió la pena comentar.
Pero bueno, hoy, lo importante es decir que las expectativas de cualquier tipo roban intensidad a los sentimientos, y restan encanto a la sorpresa que es cada día. También quitan mérito al dar, pues desde el momento en que se espera algo, el dar se convierte en comerciar.

En la vida como en todo viaje, hemos de estar dispuestos a cambiar siempre el itinerario, prolongar o acortar estancias, detenerse a disfrutar, guarecerse del mal tiempo...Y he ahí uno de los encantos mayores: que nunca se sabe bien qué va a pasar, por mucho que planee uno. De ahí la importancia de que desarrollemos la capacidad de adaptación.

Pues el pasado viernes 18, fu mi cumpleaños. Y esperé mucho. Esperé la llamada de mi hermana que llegó hasta medio día. La llamada de mi abuela y nada. Un e-mail de mi amiga Zaira...Y así, durante la semana, fui dándome cuenta cómo esperaba que esta persona o aquella me respondiera así y no lo hizo, cómo hice esto y nunca rindió frutos; y me angustié mucho pensando que muchos esfuerzos y cariños que hoy siembro quizás nunca serían cosechados. Pero no.

La paciencia es la principal virtud a desarrollar, ya lo dijo Beatriz Paredes en el ITAM. Y así, llegó - cuando no esperaba nada - el siguiente martes la llamada de mi abuela, dos días después el e-mail de Zaira y...uno de los mejores regalos de cumpleaños:

La noticia de encontrar - completamente por sorpresa - un escrito mío publicado en la Revista Opción (la que cité en posts anteriores) No. 135, que es la edición especial de la revista en su 25 aniversario. Después de tantos intentos, y envíos, cuando ya no esperaba nada, cuando ya tiraba la toalla y tristeaba porque pocos leían por acá y no había cosas publicadas para hablarle a mucha gente a través de ellas, llegó.

En la página veinte, con mi nombre muy bien escrito, decidieron publicar Desde el fondo de la cava...Y yo me siento feliz. Imposible mantenerme fresco, y hacer como si fuera una cosa más en el semestre. No. Muero de emoción, no puedo creer estar entre tanta gente que admiro mucho, pensé que el consejo editorial no era muy objetivo, y tuve que tragarme mis pensamientos. Representa mi oportunidad de agradecer a quien mucho antes de cualquier publicación, ya creía en mí.

Todo llega, no siempre en la forma que uno espera, pero si uno trabaja por ello, llega porque llega, y hay que saber recibirlo. Y así, recibí una lección que hoy compartí aquí y claro, una buena inyección de energía: no espero nada ya, mejor sigo nadando, confiando en que el mar no va a hogarme, tranquilo si eventualmente hay que desviarse un poco del camino planeado, sabiendo que todo llegará cuando sea el momento. Ningún esfuerzo es en vano.

Gracias Julieta por la felicitación sobre Opción.

martes, 15 de noviembre de 2005

En Français

"El imposible francés: la forma conjugada del verbo crear parece una broma, créée (creada). El francés no se pronuncia, se modula. [...] Y para el caso, el francés no se escribe: se esculpe. Los acentos, graves, agudos circunflejos, revoloteando alrededor de las palabras, son como las esquirlas que restan luego de que son esculpidas en la página. El francés siempre está en mármol"
Guillermo Sheridan

El de hoy está muy franco: para los que hablen francés, o para que hagan contacto con su amigo francófono (o francés) más cercano, o con su escuela de francés más cercana. Qué fascinante lengua. Tenía yo revoloteando la cita de arriba, salió publicada en la Opción, que es la revista del alumnado del ITAM.
En fin, que estos días por mi casa son días de limpieza general antes de que llegue mi hermana para que vea la casa lo mejor posible, y me tocó reordenar los libreros. Suerte para mí, porque acabo de encontrar un libro que me gané cuando estudiaba en el IFAL, por ahí del año 2001 por hacer un poema en francés. El libro se llama La saga du Tour de France y es toda una maravilla...
A pesar de los comentarios recibidos, encontré el borrador con erreurs y todo, y me fue imposible reprimirme el aquí reproducirlo, para así aprovechar un poco el espacio del blog. Después de todo, ¿para qué tengo un espacio como éste si no lo uso?
Impossibilité.
Le pardon que je ne te donnerai jamais
pour l'amour que tu m'as réfusé.
La chanson que je t'ai chanté,
le café auquel je t'ai invité,
la nuit que je t'avais promis,
une autre les a pris.
Le chemin je t'invite à prendre toute seule,
avec la femme qui ma aimé je reste
même si tu es la plus belle
et ta prèsence m'empêchera de dormir tranquil encore.
Ton chemin je vais pas le suivre.
Enfin, ça y est...
Se reciben por supuesto qué-bonito's (très-beau's) y claro, anonymes mal intentionnées.
Y si quieren seguir leyendo français, habrá que ver la nueva portada de

lunes, 14 de noviembre de 2005

Recolectando señales

Escribo inusualmente pronto, porque muy afortunadamente anoche tuve voz de profeta, y he de compartirlo. En efecto, me esperaban señales.
Resulta que el sábado, vino mi amiga Pamela hasta mi casa, a dejarme un sobre con palabras muy sabias, desde las cinco de la tarde. Hasta anoche (domingo), el otro policía se acordó y me entregó el sobre. Lo que me gustó más:
"Dije - Dios, es una pérdida tan grande.
Y Dios dijo - Ví al mío clavado en una cruz.
Dije - Dios, pero tu ser más querido vive.
Y Dios dijo - El tuyo también."
En fin, el caso es que literalmente estas palabras, por descuido del policía, me estaban esperando para abrazarme, mientras yo escribía lo de ayer.
También un comentario de Dalya, quien ha demostrado tener buen oído ;), en el que me promete precisamente un abrazo. Y así, encuentro señales en el taxista, en mi madre, en mis alumnos, en una foto mía de niño...Y me sentí muy bien.
Gracias a todo.
Hoy cierro el día con esperanza.

domingo, 13 de noviembre de 2005

La visión de los vencidos

Me estoy acordando de mi queridísimo Sélim el Sayegh, cuando nos enseñaba que al final de una negociación, todas las partes sienten que han ganado, incluso que se han aprovechado de las otras, cuando la realidad es que al mismo tiempo todos ganan y todos pierden. Ésta es la filosofía a la que me aferro hoy, después de este fin de semana, en el que mi tarea era no derrumbarme.
Hoy me encontré con que ya existe el mp4, y al pensar en los inventos, caí con que el más agudo ha sido el calendario. Sin él, pensaríamos que seguimos siempre en el mismo día, en la misma hora amarga. Ayer 12 de noviembre, hizo un año de aquél místico y triste día que tanto pesa en mi vida. Y el dolor, es exactamente el mismo.
¿Será que los mexicanos dejamos todo para el final, y esperaba asimilarlo todo un día antes -el 11-, para levantarme más repuesto al día siguiente, con todo lo triste un poco más superado?
Últimamente lo llevo mejor, hice las paces con mi dolor, quedamos que habrá momentos en que no puede molestarme, traté de ponerme en buenos términos con él: después de todo, nos veremos toda mi vida.
Y he aprendido a no negarme las señales de que hay sonrisas, confianza y amor por donde quiera que volteo, solamente que están en lugares poco convencionales, y hay que salir a recolectarlos después de cada llovizna...
Este fin de semana quise hacer todo normal, como si nada. Pensé que podría escurrirme, que era muy válido no llorar, lo único que había que hacer era no ir a misa, no acordarse de los momentos de agonía, no evocar los recuerdos que lastiman las fibras sensibles, no leer puedo escibir los versos más tristes esta noche, no oír ciertas canciones.
Y me dí cuenta que no es lo mismo no sentir dolor verdadera y genuinamente, que reprimírselo. Y que así está la cosa. Prueba no superada.
Ni bien había terminado de darme cuenta de eso, cuando me sorprendió mi propio derrumbe. Otra vez. Y más me sorprendió mi reconstrucción. Otra vez.
Y solamente tenía que dejarlo salir...Subir ese poema que no he vuelto a releer a mi página, leer puedo escribir los versos más tristes esta noche (porque puedo escribir los versos más tristes esta noche)...Esperar que, alguien que piense que puede vencer al dolor de perder a un ser amado no se haga ilusiones como yo, se encuentre con esto y continúe viviendo lo más normalmente posible. Al fin y al cabo, la vida es una gran negociación, y en todo evento, todos ganamos, y todos perdemos.
Habrá que salir a recolectar todas las señales que ya me esperan para abrazarme.

*Mientras escribía esto, y cerraba el círculo para empezar otra vez mañana, escuché una y otra vez la canción I Belong to You (Il Ritmo de la Pasione) de Eros Ramazzotti y Anastacia (la voz más sobrenatural de nuestra era)...muy recomendable...qué voces...

viernes, 11 de noviembre de 2005

¿Así o más honesto?

"Maestro, no te engañes. Estás pidiendo que la gente valide tus ideas. No quieres escuchar críticas, quieres escuchar hurras. Te recomiendo que te des una vuelta por el mundo blog, por favor fíjate en los contadores de visita o en el número de comentarios en cada post. Sólo te lee tu reducido grupo de cuates, aquellos a los que desesperadamente les pediste que te leyeran. El tuyo y el 99.99% de los blogs son iguales, son cuadernos que rolas al de al lado para que te lea y te diga "qué bonito".Aquí no vas a encontrar críticas profesionales, no te midas por lo que te comenten tus amigos. Créeme que nadie que te quiera jamás te dirá que escribes del carajo.En fin.Adiós. "
Comentario anónimo recibido en este blog



Lo que más me gusta de escribir es leer.

Últimamente mi impulso inmediato es escribir, porque me gusta, porque lo necesito, por que es un excelente canal para comunicar, porque me siento bien.
Al escribir, mi objetivo primero es complacerme a mí, pero mi objetivo último es identificarme con el lector. Y entre los comentarios que tanto busco, creo que lo mejor – no siempre lo que más me gusta – es la honestidad. Aún así, me fascina recibir opiniones. Por cierto éste va pa' Muradás, que siempre me lee y nunca deja comentarios porque me los dice en persona. Gracias.

Por eso reproduzco el comentario de arriba, a pesar de que es algo duro hacia mí: no merece quedarse traslapado. Creo que esa actitud es la que necesito. Es la que me hace replantearme y pensar. Muchas gracias Anónimo.
Además, en él se recogen ideas que verbalmente me han dicho algunos de los miembros de mi selecto y reducido número de amigos. Así que bueno, aprovecho para aclarar.

Para nada me engaño. No sé qué tan débil suene, pero francamente yo necesito - después de expresarme a mi gusto -, del reconocimiento, en especial de mis amigos. Para todos ustedes, querido reducido número de lectores, no será nuevo saber que aspiro a ser músico mucho antes de tener una página o un blog. Y como artista -si cabe nombrarme así-, no podría imaginarme sin aplausos, o en su defecto, sin abucheos. Sin críticas.
Soy un cazador de cumplidos de mis amigos y de la gente que me importa, para los cuáles está de inicio pensado este espacio. Por supuesto que sueño con escuchar hurras de parte de ellos...por eso el término desesperadamente nunca ha estado mejor dicho para describir cómo pido a mi gente que me lea y me diga qué opina.

Y hasta aquí es donde difiero con Anónimo, porque creo que precisamente quien me quiera es quien sí me va a decir claramente si para él o ella escribo del carajo y por qué. Quien sea hipócrita y me diga lo que quiero escuchar no me quiere: no me hace crecer.

Ahora, después de mis cuates, ojalá mi blog fuera nacional o global. Anónimo, díme dónde anunciarme para que el mayor número de personas me lea. Que piensen lo que quieran, que critiquen lo que les dé la gana, pero que me lean. Tanto a través del cumplido justo como de la crítica constructiva se mejora..

Quisiera ser algún día un buen escritor, quisiera comunicar y llegar a muchos. Más bien busco honestidad. No escribo a la medida ni para nadie, pido opiniones porque quiero mejorar para ser muy leído, muy escuchado. Ya sabré yo con qué parte de una opinión me quedo y con cuál no. Como con ésta que escribió Anónimo. Me gusta más el elogio, pero para nada temo la crítica. Y, honestamente, deseo profundamente que mi gente aprecie mi trabajo.
Por favor, que sigan llegando cumplidos o piedras, que de verdad... ¡Me encanta!!!!
La parte importante, por cierto, es la página www.geocities.com/demimanoatusojos

Como siempre hay una cita, que dejé al final para no quitarle protagonismo al comentario anónimo. Ahora es de una de mis nuevas favoritas, Leonor Watling, para quien predigo mucho éxito, pues hace de todo (actúa, canta) y todo le sale bien, acuérdense de mí. Cuando el periodista Pablo Amor para la revista GQ le preguntó por qué echaba mano de todo recurso a su alcance para ser escuchada [en su caso, las fotos de estudio; en el mío...un blog por ejemplo], dijo así :
"La verdad es que lo he dudado mucho, le he dado muchas vueltas. Y al final, de repente, sí que hay una parte frívola que todas y todos tenemos, creo yo. Y también hay una parte de va a salir mi disco y quiero que se entere la gente. Y en eso me ayudó mucho algo que leí en una biografía de John Cassevettes: era el director [de cine] más independiente y peleón y, sin embargo, tenía muy claro que si haces algo y la gente no se entera, no sirve de nada".
Un poco radical aquí la opinión, pero he ahí su encanto. Me voy. A ver si le meto publicidad al blog o algo, pa' que el reducido grupo se aumente. A ver si un día de éstos le llega a Leonor la publicidad de boca a boca y me deja un comentario...
Fotografía de Jerónimo Álvarez

domingo, 6 de noviembre de 2005

Llamado nocturno

“Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá”
Mateo, 7:7-8.


“El que no llora no mama”
Sabiduría popular

Voy a ser muy simple y sincero ésta vez.
Hoy me siento especialmente desoído.
Mi problema es que, honestamente, me creo completa y absolutamente que tengo cosas importantes que decir, siento que mi única manera efectiva de cambiar el entorno será a través de la música y/o las letras.
Y todavía no soy para nada lo que quiero ser a ese respecto. No he llegado ni al más simple esquema mental que había pensado. Pero afortunadamente sigo creyendo en mí, no sé por qué. Terquedad a lo mejor. O salvaguarda emocional....Qué bueno.
De entrada, necesito mucho mejorar como escritor, afilar la pluma hasta que perfore todo lo que escriba, para entonces poder hablar y ser escuchado.
Tal vez cuando sienta que expreso mejor, se me quite esta percepción de escribir tan sólo para mí, y empiece a sentir que alguien me lee o escucha.
Una de las lecciones de los últimos días ha sido no contar todas las cosas a través de esta bitácora, pues te haces vulnerable, puede que alguna cosa no salga, que finalmente no se realice algún plan, que se letras se malentiendan algunas letras al hincharse las pantallas haciéndome parecer malintencionado de momento...en fin, muchas cosas. Así que, igual convendría un poco de cautela, si es que las manos me obedecen cuando les prohíba teclear de más.

Por ahora mi obra es seguramente demasiado personal, demasiado impregnada de mí, y espero poder lograr algo cada vez más general y aplicable a todos. No sé si para eso tengo que volverme aún más personal, o mucho más general...¿Cómo cambiar? ¿Cómo hacer mejor el proceso de transformación?

El caso es que de entrada, esta noche voy a pedir a quien lea esto, ayuda.
En la vida hay que hablar y pedir siempre, ignorar el miedo y expresar lo que sentimos, lo que necesitamos. Hace poco lo aprendí: abrí la boca y medio pedí, y no se me dio. Pero aprendí a ver lo bueno, porque no me lo quedé dentro, y estoy seguro que algunas ventanas más abrirán si sigo tirando piedras. Espero que sean muchas. Espero también estar atento por si alguien necesita que abra la mía.

A tí que me lees hoy, te necesito. Te necesito honesto, vasto, en confianza. Quiero saber exactamente qué te gusta al leer y qué no, qué te llega, y qué te hace sentir algo. Cómo puedo hacerlo mejor, cómo imaginas todo esto que sale de mis manos verdaderamente digno de tus ojos...
No es presión, es petición. Sé que tengo que escribir a mi gusto y así es, pero, sin perder eso de vista, puedo mejorar si me indicas cómo crees tú.

A ver si se escucha un poco mi voz, y encuentro en tí alguna de las respuestas que busco. No me dejes sólo. Forma un poco parte de mí, creo que cuesta poco. No voy a entrar en promesas de reciprocidad, porque aunque seguro existirá, lo que busco esta noche, es algo desinteresado. Un regalo, el mejor que podría recibir estos días de gotas. En fin, de antemano, muchas, muchísimas gracias...por leerme hasta aquí.
Mi página de escritos: http://www.geocities.com/demimanoatusojos/escritos

domingo, 30 de octubre de 2005

Justificación al silencio

"I don't mean to be absent. I really don't. I just don't have much to say these days."

La página en blanco vuelve a aparecer en medio de tantas manchas en mi vida. Aún así, no quise dejar pasar tanto tiempo sin escribir algo por lo menos. No quiero que alguien (alguno de los pocos que lee) regrese a esta página para encontrarse sin nada nuevo: siento que debo una explicación a mi silencio. Qué inquietante es sentir un compromiso así. Qué afortunado es sentir un compromiso así. Gracias a los que leen.
Bueno, más claro que la cita, ni el agua: tengo poco qué decir, caí un poco en la rutina. Ví poco a mi musa. Sentí poco o muy negativo. De ahí la escasez de escritura.
De repente se van las ganas de escribir, al leer. Las palabras nunca son las mismas, como dice José Saramago: no es lo mismo oír la palabra libertad de las manos de un torturador en tiempos de dictadura, que oírla desde la boca de un niño en democracia. De la misma manera, palabras idénticas escritas por desconocidos (Saramago incluído) pueden no impactarnos de la misma manera que nos impactan las de los amigos. Un amigo tiene el poder de llegar al centro, golpearnos o acariciarnos desde muy cerca: de herir; a los Saramagos les cuesta más trabajo penetrar nuestras emociones, de ahí que se den premios a su talento.
En fin.
No me queda duda que pronto necesitaré regresar a escribir, y mucho. Me siento como aquél que ha corrido y corrido para no encontrarse con su malhechor y ha llegado al final del clásico callejón obscuro, y el indeseable avanza imparable: será imposible escapar de él y aún no hay plan para reaccionar. Así, Noviembre avanza implacable sobre mí, pronto se cumplirá el aniversario de mi encuentro con la muerte, mi cumpleaños también llegará. Y no tengo ni idea de cómo voy a sentirme, o bueno sí, algo. Lo que es seguro es que se viene intenso en las emociones, y eso se traduce en letras
y letras y letras
y letras ....

Hasta muy pronto entonces.

viernes, 21 de octubre de 2005

De las decepciones, la modestia, la inteligencia y la presunción...

"La modestia es la virtud de los que no tienen otra."
Álvaro de la Iglesia.
"La grandeza de un hombre se mide por el tamaño de sus ideales hechos vida."
Carlos de la Isla.
"Perro que ladra no muerde"
Sabiduría popular.

No cabe duda, otra de las situaciones que más desencadenan reacciones, pensamientos, desilusiones y confrontaciones de ideas, es la decepción.
Me alegro de que mis sentires sean tan cambiantes casi como los posts de un blog. Lo cual no me parece contradictorio ni mucho menos, me explica por qué hay sentimientos que hoy están y mañana no, y cómo es que algunos se mantienen a pesar de los golpes. Por eso la mejor pareja de casados se divorcia al día siguiente, o existen matrimonios que perdonan infidelidades e insultos, porque un día está el sentimiento de agravio y el siguiente está el del perdón.
Y eso me ayuda porque quiero a mis amigos, y en mi vida ya existen algunos que llegaron para quedarse, por lo menos en mí, sin importar lo que pase en el futuro.
De repente, uno no se explica cómo alguien que uno cree conocer, puede producir de la noche a la mañana - literalmente - ideas demasiado insolentes, parece que se trata de dos personas distintas, no se reconoce al amigo, casi como si alguien opuestamente distinto robara su identidad y habitara su cuerpo. Y uno se siente completamente decepcionado. Una especie de You think you know, but you got noooo idea...a la mala.
Tal vez les pase eso a mis amigos que leen este espacio, he recibido comentarios de que contrasta mucho el contenido nostálgico y depresivo de estas letras con mi forma de ser en cuanto al trato personal, más bien valemadrista y tranquilo.
En fin, me pareció pertinente hacer la aclaración, porque de repente el Internet nos traiciona, distorsiona y nos hace percibir mal realidades e intenciones.

Anoche estuve con mi amigo Michel tomando una cuba, y hubo un intercambio de ideas increíble, para mí. Terminé de ordenarlas hoy después de leer una que otra cosa, y creo que es buena idea compartirlas.

Hablábamos de la falsa modestia, tan extendida estos días. Mi opinión es que aplica eso de al pan pan y al vino vino para decir las cosas como son. Si uno es bueno en esto y en aquello, ¿por qué no decirlo si es verdad y viene al caso? Todos tenemos talentos y carencias, ¿por qué sólo hablar de lo malo y no reconocer lo bueno? Y en caso de cometer excesos al momento de autovalorarse, me parece mejor ser arrogante y presumido, que agachón y apocado, aunque ambos extremos son igualmente peligrosos. Corremos el riesgo de no ver cómo somos excelentes para unas cosas, y limitados para otras, y así sobreestimarnos o subestimarnos creyendo que estamos por encima o por debajo del promedio, perdiendo la humildad en el primer caso y la dignidad en el segundo.

Lo más importante creo yo, es no tener modestia para con nosotros mismos, saber en qué sí y en qué no se puede: ahí radica el éxito de nuestra vida. No es necesario decir lo que es evidente, siempre se nota cuando alguien es excelente o pésimo en algo, y hay muy pocas veces en que es útil deshacerse de la modestia para comunicar con palabras a otros lo que ya perciben: la mayoría de las veces, ya lo saben. Lo que se vé no se pregunta, como dice Juan Ga.

Así pues, si uno sabe quién es, actuará acorde a ello. Y creo que justo ahí, en el esfuerzo que cada quien – en base al conocimiento introspectivo de sus limitaciones - le ponga a la vida, se encierra lo que yo entiendo por inteligencia, esa mitificada cualidad que nos define como seres humanos.
Para no definirla y caer en terrenos movedizos, prefiero describir lo que yo entiendo. En mi muy personal opinion es más inteligente aquél con un IQ normalito, que sabe que todo le costará más trabajo, pero va y lo persigue – se arriesga, vive y se queda callado -, que aquél que tiene un IQ de superdotado que se queda inmóvil dormido en sus laureles - se confía, muere y abre la boca -.
Equiparo la inteligencia con el ímpetu interno que se tiene de vivir, el trabajo y la experiencia. Y así, equiparo la estupidez con la desidia, inercia, dejadez y negligencia.

No me parece inteligente alguien de mi edad que, con una capacidad intelecutal y afectiva excepcional, aún no se haya destetado y siga comportándose como un niño de 6 años. Decepciona hasta el suelo que alguien con tantas supuestas cualidades eche mano de todo cuanto tiene en frente – blog incluido y todo – para exigir y llamar desesperadamente y a toda costa la atención, exigiendo – justo, justo así como demanda un niño la teta de su madre -, que todos se callen y dejen de inmediato lo que tienen que hacer para escucharlo. Desilusiona. Desvirtúa. Roba naturalidad a la convivencia.
Tampoco pienso que es inteligente el traicionar a lo que queremos profundamente, ni por un ratito, ni siquiera cuando sea en secreto. También eso desilusiona.

Y he de decir que esta concepción personal de la inteligencia no me favorece en lo más mínimo. Hasta hace muy poco, a pesar de que conocía de sobra mis potencialidades, nunca hice nada por explotarlas, y es un proceso complicado, que de repente resquebraja y desgasta, pero del que al final espero salir bien librado. No puedo decir que he sido muy inteligente. De momento, me parece que es un buen inicio haberse dado cuenta que de nada sirve tener o ser lo máximo, si nos quedamos tan solo en las palabras, y nos dormimos pensando en lo maravillosos que somos, sin falsas modestias.
Bien decía Marx que hay que sacarle todo el provecho posible al capital, y deshechar lo que no se use. Así, los talentos, los dones, los superdotes, cuando se tienen, son para explotarse, y para derrocharse si se tienen en exceso. Para vaciarlos hacie el mundo. ¿De qué sirven todos los millones que se quiera guardaditos en el banco? ¿No sería mejor sacarlos y gastarlos? Compartirlos, invertirlos, multiplicarlos, disfrutarlos...

Y sería una pena que, en vez de dedicar nuestro tiempo a pelear contra nuestros propios demonios, superar co-dependencias y complejos, echarle todas las vísceras a nuestros talentos; cayéramos – pensando que dejamos a un lado la modestia - en la presunción, confundiendo honestidad con cinismo sentado en bases frágiles, cuando, como dije más arriba, no hay necesidad de señalar lo evidente. Porque de millones en el banco, todos podríamos presumir y hablar (mientras estén guardadas donde nadie los ve, nadie sabe si son abundantes o escasos). Y la vida es tan corta...Ya lo decía Quevedo y Villegas:

"Rosal, menos presunción,
donde están las clavelinas,
pues serán mañana espinas
las que ahora rosas son.
¿De qué sirve presumir,
rosal, de buen parecer,
si aún no acabas de nacer
cuando empiezas a morir?[...] "

Así que, no nos asustemos al leernos y aclaremos malentendidos, tenemos tantas facetas...y al final somos tan sólo humanos, que, afortunadamente se equivocan.
Me disculpo de antemano: modestia aparte, no sé cómo decir lo que quieren escuchar, espero se comprenda que todo este discurso se hace después de una decepción que seguro es temporal y con la intención de que no se extinga la admiración.
Leamos entre líneas y después de la introspección personal, escuchémonos, tal vez aprendamos algo con un poco de modestia. Así, hoy aspiro a que las decepciones nos muevan a pensar dos veces. A ver que se puede - y es de sabios - cambiar, como se cambia un post, nuestra vida hacia otro capítulo mejor y más inteligente.

Después de todo, como le decía anoche a mi amigo Michel, haciendo a un lado mi modestia:
No tengo ni un solo amigo que no sea un chingón : díme con quien andas y te diré quién eres.

lunes, 17 de octubre de 2005

Sí, los milagros ocurren...

"You'll rescue me right?
In the exact same way they never did
I'll be happy right?
When your healing powers kick in
You'll complete me right?
Then my life can finally begin
I'll be worthy right?
Only when you realize the gem I am [...]
These precious illusions in my head
did not let me down when I was defenseless
And paryting with them
is like partying with invisible best friends"
Alanis Morrissette, Precious Illusions, Under rug swept, 2002
.

Hoy me desperté siendo un mocoso. Me constipé y desde el sábado que tuve fiebre, tengo uno de los peores catarros de mi historia. Típicamente, un día como hoy sería: no despertar, obvio no bañarme, ponerme la primer facha que encuentre y manejar hasta el ITAM, sin nada de ganas.

Pero no es por eso que digo que soy un mocoso. Hoy volví a tener 13 años. Sí, así como se lee, sempre he tenido el deseo de regresar a mis días de secundaria y prepa con el conocimiento y seguridad que tengo hoy, creo que me hubiera ahorrado muchas preocupaciones y/o sufrimientos de teenager. La clásica patada de ahogado [que en este caso sería patada de ahogado, muerto, extraviado, encontrado a los seis días y exhumado a los siete años] que llega muuucho tiempo después, y que es la respuesta perfecta a una discusión pasada: qué glorioso sería poder retroceder para callarle la boca con esta nueva gran idea a nuestro interlocutor de
aquél entonces.

En fin, que lo importante de hoy es que en un hombre frío y fosilizado como yo, empezó desde anoche un grupo de mariposas a batir sus alas con fuerza en mi estómago, sacudiendo un poco de piedra y de barro. Me convertí en un adolescente.
Anoche que ví una de mis películas favoritas, Antes del Amanecer (o Before Sunrise), me pregunté si conocía alguien con quien pudiera vivir una historia mejor que la de los protagonistas, y - sorprendentemente - me llegó un nombre y una imagen a la mente. Y no tuve más que conectarme a mi messenger para encontrarla. Qué delicia. Hasta me estremezco de pensarlo...

Puede sonar como la historia típica, por eso aclaro aquí al deseado lector aleatorio que, si es que existe, no me conoce, que ya llevaba un tiempo pensando que soy la persona menos sensible y romántica que existe. Error. Qué gusto descubrir que no soy tan diferente a los demás, que la capacidad de sentir rico sigue estando ahí...

El caso es que hoy, me desperté a tiempo, me bañé, me vestí y manejé con gusto. Me dí cuenta que hace mucho que me había estado descuidando: hace como un año y medio que no tengo loción. Me alaramé un poco, de no haber tenido ganas de usarla en tanto tiempo. Sí yo, el primer metrosexual mexicano [ja], hacía mucho que no quería oler rico, y no noté la ausencia del último frasco. Y hoy quise otra vez oler bien para ella. Obviamente no pude, porque hubiera tenido que robarle a mi papá de la suya (que para nada es mi estilo) y eran las seis de la mañana. Hasta me rasuré un poco el bigote jajajaj

Y lástima porque ella me dijo que hoy no venía nada fashion...lo cual pasa sólo por hoy ya que por lo menos con todo y el sueño y lo dopado de los medicamentos me levanté y no me vine en fachas. Y me senté en clase junto a ella, y me fui a tomar café con ella y uno de sus medio galanes, y no me senté con mis amigos del alma a desayunar, y yo, tranquilo, fresh, contento. Me encanta hablar con ella, estar con ella: tiene un algo tan especial...

Obvio que hablo de tí [quién más tomó café conmigo esta mañana y es la veintiúnica que me lee] pero no te me espantes eh. No espero más de lo que se dé naturalmente, si es que se da. Todo en la vida es una moneda al aire que, en caso de caer de nuestro lado, puede durar muy poco o no. De cualquier manera, yo de entrada hoy ya tuve esa wake-up call [;)] que me decía no vuelvas a descuidarte así, recupérate, y esa sensación de nervio agradable que pensé que no tenía... No sé qué tan buena idea haya sido, pero tenía que escribir esto, primero porque está delicioso, y luego porque también hay que decir gracias a esos pequeños milagros que hacen que las cosas cambien. Además, ni yo mismo sé, hoy sí me siento así, qué rico, mañana quién sabe; hay que aprovechar el momento para decir las cosas.

Qué increíble saber que es posible recordar lo que está tan reciente, pero que con la erosión del paso del tiempo se olvida, para cambiar y sentirse mejor, tratar de estar mejor, como dice la canción. Saber que existen ilusiones que nos mueven hacia adelante, aún cuando solamente sean ilusiones.

Qué refrescante ha sido rejuvenecer, y volver a sentir una vez más como un secundino o un preparatoriano más. Y hoy que tuve la experiencia única de regresar en el tiempo, me queda clarísimo: no vuelvo a crecer.

domingo, 16 de octubre de 2005

Le fabuleux destin de ma soeur

En 2001 el francés Jean-Pierre Jeunet nos regaló una de las películas más inspiradoras de la historia: Le fabuleux destin d'Amélie Poulain, (literalmente del francés: El fabuloso destino de Amélie Poulain).

Y efectivamente, hoy me inspira el título de este film a pensar en mi hermana, la persona con el destino más fabuloso que conozco. De momento, vive en un barco, su casa no está nunca fija, navega continuamente: su hogar temporal es el mar. Se dedica a conocer nuevas personas, hacerlas sentir como en su casa, y a pasear con ellas por lugares exóticos del mundo. Me viene a la mente el slogan de la película, que no podría describir mejor mi sentir hacia ella: Cambiará tu vida...

Muy especialmente, recuerdo cómo en Amélie, la protagonista se dedica a hacer felices a los demás, a cumplir sus sueños. En especial, su padre, que si no me equivoco tiene una condición de riesgo en el corazón, sueña con viajar y no puede. Tiene en su jardín la estatua de un gnomo, que Amélie roba, pidiéndole a una azafata que lo lleve y lo fotografíe en distintos lugares del mundo, para luego enviarlas en secreto a su padre, dándole la alegría y satisfacción de que algo tan suyo haya estado en su nombre en sus tan anhelados destinos.

Lo mismo me ha pasado a mí. Una vez que pisé Praga, mi sueño por cumplir ha sido visitar Estambul. Y desde 2004, en que tuve la fortuna de acercarme más íntimamente a la música clásica, aprendí a admirar a varios tenores, entre ellos Mario Frangoulis y Josh Groban, por su juventud, pero siempre sabiendo la maravilla que era escuchar al mejor cantante del mundo: Pavarotti.

Regresando a mi hermana, qué decir de los sueños de mi madre encarnados en ella: hace más o menos veinte años, mi mamá se llevaba los grupos de turistas mexicanos por todo el mundo, y tenía que acompañarlos y ayudarlos en todo, con un inglés muy corto, sin una gota de francés, y en general casi nada fuera del español. Mismo caso el de mi padre, quien ve en mi hermana a una embajadora de su país, y que hasta la fecha se dedica a los viajes. En nuestra familia siempre fue pues, importante, el aprendizaje de los idiomas, mi madre quiere que nunca pasemos los sofocones que ella pasó por no saberse comunicar. Y mi hermana es ahora, un reflejo corregido y aumentado, encargada de los pasajeros de habla hispana, pero frecuentemente también de habla francesa e italiana.

Si no me equivoco, también tengo por ahí una condición de riesgo en el corazón, sueño con viajar a Turquía y de momento, no puedo. Ella es esa especie de gnomo [jajaja], dejémoslo en especie de estatua, que el mar me roba, llevándola directamente a mi destino de sueño: Estambul una vez cada semana, y reuniéndola con mi ídolo, Luciano Pavarotti. Creo que no tardan en llegar las fotos, dándome la alegría y satisfacción de que algo tan mío haya estado en mi nombre en mis tan anhelados destinos...



miércoles, 12 de octubre de 2005

Octubre 12 de 2005.

"Si pienso en tí siento que esta vida no es justa.
Si pienso en tí y en la luz de esa mirada tuya.
Nunca vas a saber cómo lo siento.
Nadie va a adivinar cómo te recuerdo"
Amaral, Días de Verano, Pájaros en la cabeza, 2005.

Querer es poder. Y hoy no pude levantarme de la cama. El peso de la nostalgia rompió la debilitada cuerda de la obligación. Parecía que si me cubría con las sábanas, si me envolvía profundo, estaría protegido de todo lo que me esperaba vivir en el día.

La ausencia es una condición que mancha y ensucia todo lo que toca. Distorsiona y ahueca los significados, aniquila esencias para siempre. Crea tergiversando significados, enturbiando las vidas.

El 12 de octubre: un día importante para muchos. Para los aragoneses, el día de la Virgen del Pilar de Zaragoza. Para los españoles el Día de la Hispanidad y para los latinoamericanos, el Día de la Raza. Para mi hermana, su santo. Para mí, hace 11 meses de la partida de mi ser más querido.

Siempre ha sido un día de felicidad: de flores, de jotas aragonesas, de chocar las copas, de abrazos, risas, llamadas de larga distancia, camisas nuevas, visitas a embajadas.
Se me viene a la mente el 2001, cuando mis padres se fueron de viaje a celebrar el Pilar, y la armamos en mi casa, todos nuevos - en toda la extensión de la palabra -, estuvimos mi hermana, Pilar su amiga, Patty Cigarros, Muradás, el buen Mario, Michel - que ha empezado su blog - y yo mismo.
O de el 2002 cuando nos tocó acompañar a nuestros padres a Zaragoza, el concierto de Chenoa, las ofrendas a la virgen, los cuadros de joteros por la calle, los millones de bares, la comida, mi familia reunida por última vez en un viaje...

Pero a partir de 2005, la ausencia recubre mi 12 de octubre de amargura. Hay dos ausencias, una temporal, y otra permanente, que sigo sin superar.
Y este día fue, además de gris y frío, difícil. De aquí en adelante será de tristeza: de no querer/poder levantarse, la evidencia de que las vacas gordas ya enflacaron, de que envejecimos cuando la vida se agrietó - y que por la grieta se nos escaparon muchas alegrías -, una jornada entera de luchar para contener las malditas lágrimas, un recordatorio de lo que se fue, de cobijas recias, rezos, pañuelos, gritos deseperados al cielo proferidos en silecio y desde el fondo.

Y así, más que una separación o un alejamiento, la ausencia se convierte en esa negrura espesa, que moja todo mi mundo, cambiando el significado de mis fechas. Permeándome con su densidad, cambiando mi esencia, mis tradiciones, mi historia, mis estados de ánimo. Matándome, y obligándome a resucitar a la tristeza.

martes, 11 de octubre de 2005

Sin Respuesta

Casi siempre trato de más o menos leer o escanear la lección que tengo que enseñar ese día, conocer todas las palabras, entender bien todos los conceptos, no vaya a ser que alguno de mis alumnos me pregunte algo que no sepa.

Me preocupan en especial los más pequeños, porque aún tienen esa idea ideal de maestro: ese que todo lo sabe y al que se puede hacer preguntas ilimitadas, lo cual es muy especial, pero también muy demandante, nunca quisiera mostrarme falible y decepcionar a alguno de ellos (por lo menos todavía no).
Hasta ahora siempre he salido bien librado, y la verdad es que ya son años de ser profesor. Todo es cuestión de un poco de seguridad y colmillo.

Pero ayer, una de mis alumnas consentidas me hizo una pregunta que no pude responder, y que sigue retorciéndose entre todos mis rincones, buscando explicaciones perdidas.

Por obvias razones, siempre que puedo, donde quiera que esté, me pongo a cantar. Y así, mientras todos resolvían un ejercicio, Carola (11 años), de la nada, me preguntó:


And why aren't you a singer instead of a teacher?

No supe cómo contestar, no encontré palabra alguna que decir. No tuve ni un sí, ni un no - ni un maybe -, le fallé a mi alumna. Y todo es, porque en primer lugar, me he estado fallando a mí mismo toda la vida.

Y se está convirtiendo en mi discurso tradicional. Soy ese que tiene bien identificada su pasión pero que no sigue sus sueños. El que se queja de la vida impidiéndole lograr sus objetivos, cuando de entrada sabe que nunca luchó bien por ellos.
Se está transformando en esa característica tan mía que me explica ante el mundo y me distingue de los demás. A veces siento que de no ser por mis vocaciones frustradas, nunca hubiera concebido lo mejor que he compuesto.
Y me estoy encontrando socialmente aceptado en ese papel, porque habemos muchos que hemos preferido no-hacer lo que nos gusta. Nos traicionamos a nosotros mismos, y nos identificamos unos con otros. Hemos preferido quedarnos tras la línea de la comodidad infeliz , y no aventarnos a traspasar la línea del riesgo y la felicidad.

Está muy claro el problema y es muy explotable desde el punto de vista artístico... No así la solución.

Y por eso, a veces, no tenemos respuestas.

lunes, 10 de octubre de 2005

Botón de Actualización

Solamente para actualizar cómo van las cosas. Unas dos semanas después de escribir el primer post de este blog "Fecha de Caducidad: Desconocida", al llegar al escuela medio dormido encontré - leyendo y ocupada - a Margarita Castilla, y le pedí que lo leyera. Ayer, recibí el siguiente e-mail, que me dejó con muy buen sabor de boca y que es digno de compartirse para seguir en la línea de la renovación...

Von: Margarita Castilla [su dirección de e-mail]
Gesendet: Montag, 10. Oktober 2005 02:18:09
An: [mi dirección de e-mail]
Betreff: Fecha de Caducidad: Desconocida


Título: cautivador
Tema: nostalgia de lo efímero, asombro de los encuentros...
Comentario: todo un gusto participar de un asombro, de una nostalgia, de un momento...

Gracias por compartir conmigo tu experiencia. Es un "botón" ineteresante ese de los encuentros que debe ser activado de vez en cuando para que uno se "actualice" y renueve.

Saludos,
Margarita


Quedan muchos botones por apretar, el primero ya nos ha actualizado...

sábado, 8 de octubre de 2005

Preguntas y cifras

¿Cómo desperté hoy? – Tranquilo, tibio y bien tapado en mi cama, en mi casa firme. Seguro de que mis papás dormían bien.

¿Cómo desayuné? – Con mi amiga Caro, ya vestido con mi propia ropa y mis propios zapatos. Tuvimos que arrimar la mesa hacia la sombra porque el sol estaba demasiado fuerte y la claridad nos pegaba. Platicamos de todo y de nada, comimos un huarache de cecina enchilada con bistec, queso, limoncito y salsa.

¿Cómo comí? - En medio de mi padre y mi madre, hablando de mi hermana y de cómo me había ido en el día con el servicio social. Escuchando de fondo a Amaral y Damien Rice, comimos una pasta con carne y parmesano, ensalada de tomate, un vaso de vino. Yo además me serví un café cargado con unas pastas y dos cigarritos.

¿Cómo pasé la tarde? - Dándome un paseo por mis calles secas y bien pavimentadas para comprar algo en la farmacia, echando una siesta, viendo una peli de terror sobre dos almohadas, bajo buena cobija y junto a mi gatita, tranquilo.


¿Cómo amanecieron un millón 954 mil mexicanos? – Desesperados, helados, mojados en refugios provisionalmente construidos o en hospitales. Sin casa, sin propiedades, sin nada: todo está destruido, perdido.

¿Qué desayunaron? - Difícil saber con 64 ríos desbordados, 12 mil líneas telefónicas sin servicio y 364 caminos dañados.

¿Cómo comieron? - Los que comieron alguna comida enlatada de la insuficiente ayuda que llegó, lo hicieron temblando, con dolor y angustia por el sufrimiento de su gente. Algunos sin saber dónde está su familia si es que está con vida.

¿Cómo pasaron la tarde? - En albergues, refugios temporales y viviendas dañadas, buscando ropa donada de su talla, perseguidos por el hambre, las enfermedades y el miedo. Abatidos, temerosos ante el futuro, aterrados por las próximas noticias, preguntándose por qué ellos.

¿Cómo despertaron más de 1000 personas en India y Pakistán? - Muertas. No sobrevivieron al terremoto de 7,6 grados, dejando a sus familias, amigos y parejas sólos y heridos.

¿SIGO?

Aprovecho este espacio hoy que lo tengo seguro, pues ya no sabemos cuándo va - literalmente - a caernos el techo encima y a dejarnos sepultados.
Y más que entrar en el discurso de lo afortunamos que somos, procedo a resaltar nuestra OBLIGACIÓN de ayudar a nuestros paisanos de Chiapas, Oaxaca, Veracruz y Guerrero. Ya no es Katrina que afectó a los gringos, hoy es Stan, que nos afecta a TODOS los mexicanos, y a todos los ciudadanos del mundo. Es este el día de donar más de lo que se pueda y de invitar a todo el que tengamos cerca a apoyar, a enviar lo que sea que puedan junto con nosotros...

Y por supuesto, a recordar y tener presentes a los veracruzanos, oaxaqueños, chiapanecos, guerrerenses, pakistaníes, hindúes y demás, cada vez que bebamos un vaso de agua, nos bañemos, nos vistamos con nuestra propia ropa, hagamos una llamada telefónica o estemos junto a nuestra familia...

lunes, 3 de octubre de 2005

De la admiración...

"There's so much energy,

at last I can be free,

I am the person I was looking for"

Melanie C, Feel The Sun, Northern Star, 1999.

Ya decía el gran Goethe que para mantener vivo y bueno el espíritu creativo hay que escribir diario, sin importar qué ni cómo. Así que después de estar esperando una idea genial mejor me dispongo a seguir escribiendo, que si no, al paso que voy se me empolva este espacio y el poco público que hay se cansa de seguir regresando sin encontrar nada nuevo.

La admiración es un sentir especial y potencializador. En retrospectiva, siempre que he logrado un sueño en mi vida, ha sido gracias a la admiración hacia personas especiales.

Cuando tenía 17 años, admiré mucho a un profesor de Geografía, que en su materia nos daba historia, y a través del cual aprendí sobre las dos guerras mundiales, personajes históricos, sistemas políticos y muchas nociones nuevas para mí en ese entonces. Aún tengo un examen que me calificó con una nota de excelente examen, y me atrevo a decir que en ese entonces sabía mejor la historia de Asia que ahora.
Me acuerdo también cómo la mañana del 11 de septiembre de 2001, cuando ya era estudiante de licenciatura en el ITAM y regresé mi prepa para regalarle una jarabe de maple canadiense a mi queridísima Miss Lorraine Black (otra persona a quien admiro mucho por su ejemplo y por todo lo que aportó a mi vida), y fue él quien, preocupado, me comunicó la noticia de que un avión se había estrellado contra las torres gemelas de Nueva York, y hablamos muy profundamente.
Siempre dije que en el futuro me gustaría saber tanto y ser tan culto como el profesor Javier Noh, y mi amigo Víctor Montaño me decía, en ese entonces, que por supuesto el profesor era un hombre muy leído y tenía mucho mérito, pero que lo admirábamos porque estábamos en prepa, y que llegaría un día en el que estudiaríamos y tendríamos su mismo nivel de conocimiento. Me acuerdo muy bien cómo, para mis adentros, yo decía: Ojalá...no me importaría nada saber tanto, pero no creo.

Hoy, admiro a muchísimos cantautores, que tienen mi misma edad o que hasta son más jóvenes, porque tocan uno o más instrumentos, escriben sus propias canciones, tienen buenas voces, y están afuera dando conciertos y expresándose. Los veo por la televisión, y no puedo evitar sentir un deseo de convertirme en ellos, y nace la inspiración y la admiración. Admiro al profesor Stéphan Sberro, por su amplísimo conocimiento de todas las culturas, y no puedo creer que además tenga tiempo para conocer todo tipo de literatura y cine...Admiro a mi profesor Leonardo Mortera, por su voz, su dominio musical, su temperamento, su ética y capacidad de sacar sonidos extraños de mi caja torácica, ayudándome a interpretar y expresar emociones como nunca pensé que era posible hacerlo.


Tenía que liberar pronto mi servicio social para graduarme cuanto antes, así que busqué alguna opción que fuera fácil para mí los fines de semana.
Y el sábado pasado, cuando mis papás vinieron a verme al ITAM, algo me pegó: estaba dando clase de Historia Mundial Contemporánea y, mientras explicaba la ideología hitleriana, mientras advertía a los alumnos cómo jamás debíamos olvidar todo lo ocurrido en la segunda guerra para nunca repetirlo, me cayó el veinte; en ese momento, tratando de visualizarme desde la perspectiva de mis padres casi se me esconde la voz y no me sale, un sueño se hizo evidente y tangibleen mí: me había convertido en el aquél maestro que tanto admiré...

Fue emocionante, un grito interno de fuerza.
Hoy puedo decir que sí, que Víctor Montaño tenía razón, que estoy a la par que mi maestro Javier Noh, que domino también las lecciones de historia, y que además tengo la oportunidad de transmitirlas cada semana (estoy dando clases de preparatoria abierta para adultos como servicio social).

Cuando pienso si despierto o no la misma inquietud de conocimientos en mis alumnos, ya sea los del trabajo o los del servicio, de verdad me carga de energía la idea, no me cabe aún en la cabeza que pueda alguien admirar algo de esa manera en mí, me siento ignorante, y sospecho que así nos sentiremos todos toda la vida, conforme vayamos conociendo más y más...
Pero hoy, me doy una pausa para disfrutar que sin darme cuenta llegué a ser algo que en el pasado no creí...

Qué satisfecho estará Javier Noh de haber hecho un gran trabajo con nosotros, seguro que yo lo estaría si alguno de mis alumnos adultos (que trabajan y tienen el viento en contra para estudiar), llegaran en su momento a dar clases, y continuáramos la labor de transmitir a los que vienen atrás de nosotros: qué grande sería, y qué esperanzador es...

Me pregunto si algún día seré un gran cantautor, o a lo mejor alguien como Stépahn Sberro o Lenonardo Mortera. Hoy puedo decirlo: O j a l á ... No me importaría nada...

viernes, 16 de septiembre de 2005

Celebremos México...

Tiempo de emborracharse y sentirse muy macho. De cantar Timbiriche [M, E, acento, X, I, C y O]. De comer mole con pozole y picadillo, tacos de tostadas de chiles rellenos de chicharrón de requesón con tinga y harta(s) salsa(s) antes del coma etílico. De pintarse de verde, blanco y rojo; de gritar ¡Viva!, bailar y cantarse una de Alejandro Fernández a todo pulmón...
Y así los mexicanos, por una vez en el año, nos acordamos de que somos un país, y de celebrar nuestra independencia. Desbordamos nacionalismo. Y nos convertimos, una vez más, en el pueblo más contradictorio y único de todos.

Nacido en la grieta donde dos culturas empiezan y terminan, y casi habiéndome pasado la vida en México defendiendo a España, y el tiempo en España defendiendo a México, la enseñanza que me queda es que la nacionalidad se define - igual que todas las cosas que importan -, con respecto a uno mismo, al propio sentir y manera de ver la vida, al cariño que cada quien tiene para aquellos que considera su gente.

Inútil decir lo afortunados que somos de vivir en la época de la globalización, el mp3, la palm, el i-Pod, los edificios inteligentes, el Internet, y tantas maravillas; habiendo pasado por logros como la llegada de los hombres a la luna, o el descubrimiento de la penicilina. Y esta modernidad y avance significa, para alguien con dos nacionalidades, que nosotros nunca zarpamos con tres carabelas hacia las Indias, no evangelizamos comunidades indígenas, ni tampoco construímos una pirámide , y jamás seguimos el avanzado calendario de 18 meses.
Sería vergonzoso y absurdo basar nuestro nacionalismo en una pequeña parte del enorme todo: algo que pasó hace 500 años. Hoy en día tenemos la gran oportunidad de conocer nuestra magnífica historia, de hacernos la trillada pero profunda pregunta: ¿Quién descubrió a quien?, reconocer que todos somos al mismo tiempo maestros y alumnos, y sobre todo, comenzar a celebrar nuestra identidad, amar nuestra mezcla, mirar hacia adentro y sentirnos orgullosos de nuestro pueblo. Crear, mirando hacia el futuro, nuestro orgullo nacional.

La pregunta obligada y omnipresente a ambos lados del Atlántico siempre ha sido la misma: ¿Y qué país te gusta más? ¿Te sientes más mexicano o español? ¿A que aquí es mucho más bonito que allá? ¿A que aquí la fiesta es mejor? [...]
Supongo que para quien no haya nacido y crecido entre dos culturas, será difícil imaginar todas estas respuestas. No tiene por qué estar peleada una nacionalidad con la otra, sino todo lo contrario: no soy medio-mexicano ni medio-español, soy 100% ambos. Y si tuviera que escoger entre una nación u otra, sería como escoger entre cortarme la mano derecha o la mano izquierda. A veces parece mentira ver cómo todo el mundo busca oír, de los labios de un viajero, que su nación es la mejor. Y la verdad es que, quien se precie de haber tenido la fortuna de viajar por el mundo y conocer culturas ajenas y extrañas, sabe que todos los países son el mejor.

Los que nacimos en México, somos por naturaleza raza cósmica como decía Vasconcelos, dado que nuestra riqueza radica en la variedad y el mestizaje, y eso es lo que hemos de recordar. No importa lo mal que se pueda hablar del país, nuestra mezcla nos hace grandes. Celebro nuestra unión y la fusión de los mundos, y creo que de ello resultan cosas hermosas. Y si no pregúntenle a mis padres, lo bien que salen las cosas cuando se unen dos culturas... ;)

De hecho, si tuviera que describir a México con una palabra, pensando en toda su diversidad y sus contrastes, diría mezcla. Por eso me siento aquí como pez en el agua, porque aún llevando en mí una nacionalidad "extranjera", soy literalmente un mestizo, y por eso soy muy muy mexicano. Por eso también es tan fácil amar México, independientemente de su fuerza, belleza y calidez.
Hoy en día en que ya importa más el lugar de residencia que la nacionalidad para fines jurídicos, el amor por la patria se lleva muy dentro, y se transmite a través del trabajo, el compromiso social con los nuestros y la honestidad. Y después de todo, siento que cada mexicano, español, colombiano, dominicano, chileno, y latino en general, es - de verdad - mi paisano. Y lo mismo me pasa con los rusos, polacos, checos, turcos, gringos, japoneses, finlandeses, y todas las demás nacionalidades.

Aún así, el orgullo sale a flote, claro: sí dan ganas de gritar, pero no contra ninguna otra nación, sino por el México que podemos construír y llevar hasta lo más alto, a pesar del viento en contra. Este es el tiempo de recordar - entre taco y taco -, que todo el año somos mexicanos, y que somos uno. Que la hermandad mexicana ha de vivirse todo el tiempo: olvidémonos de cerrárnosle al del coche de junto, de ignorar al que está junto a nosotros por ser distinto, de la impuntualidad, la corrupción y el silencio. Amemos nuestro país todos los días, y procuremos que cada noche cuando reposemos la cabeza sobre la almohada, sepamos que hemos contribuido con algo para que nuestro México crezca.
Sin duda estamos todos ante una gran nación, no lo olvidemos mañana.

¡Que Viva México!

martes, 6 de septiembre de 2005

Transmitiendo vidas...

Soy un muerto yo mismo...Morí el pasado once de noviembre a las cinco de la tarde, y la mitad de mí sigue sin estar, y nunca estará. Soy una especia de medio-hombre, y solamente quien ha perdido a un gran amor sabe que no es un decir, y que no estoy exagerando. Perdí al amor más grande, profundo y sabio que he conocido, y es verdad que pesa la vida.

Por supuesto que es difícil, y da mucho más miedo que la muerte, pero, de momento, hemos de acostumbrarnos al estuche en el que estamos. La vida pelea por salir por todos los rincones, poderosa y fuerte; golpea todas las superficies como un martillo, y se impregna en ella, siempre emerge de entre la muerte. Me acuerdo aquella tarde de lluvia, que casi va a hacer un año, cuando ya mi abuela sufría mucho, y yo sabía perfectamente que se me estaba yendo media vida después de trabajar. Manejando, camino al hospital de Gabriel Mancera y Xola, donde hay una vuelta inclemente, con un tráfico horrible. Mi estado de ánimo era negro como el carbón, estaba físicamente agotado, literalmente el agua de lluvia no me dejaba ver nada, y todo era gris, triste, trágico. Entre ese caos, la ventana de mi coche me ofreció una visión que nunca se me va a olvidar: era una niña pequeña, de unos 4 o 5 años, con dos coletitas de pelo y las manos pegadas a la ventana, sonriéndome francamente. A través de esa sonrisa que habló tanto, y abrazó tanto mi espíritu, supe que la vida se aferraba a mí, que seguiría golpeando hasta reventar los cristales del coche y tocarme...Supe que hemos de vivir, y que hemos de dejar un legado siempre...

He seguido sintiéndome atrapado, mi espíritu también quiere salir de mi cuerpo, literalmente lo siento. Pero no es porque la vida no sonría, sino es porque muero por ir a reunirme con mi abuela. Su ejemplo es mi respuesta a la claustrofobia, y lo comparto Dalya, especialmente hoy contigo. La extraño, y sé que durante su vida ella sintió esa angustia muchas veces, y más que nadie en este mundo sé que nunca se quejó, siguió caminando, y hasta el último momento de su vida (del que el único testigo soy yo), acabó peleando, luchando, como una ganadora, y por eso fue tan grande y hermosa. Por eso vive en mí y vivirá siempre en todas las personas a las que yo pueda transmitir algo bueno, aunque no sepan que es mi abuela la que está en ellos. Y así, ella, junto conmigo, se vuelve eterna, y antes de existir existía, como yo y mi descendencia.

Me enteré que Martita, la secretaria del Centro de Lenguas del ITAM, tiene un hermano a quien le tienen que hacer una operación a corazón abierto, y necesita 11 donadores (mándenme un e-mail si quieren donar sangre, yo les paso los datos precisos). Y dado lo que cuento hoy, nadie me cuenta –después de tres meses de agonía en el Seguro Social- lo que es no tener apoyo real de nadie cuando tu vida se te va... Se puede donar en cualquier hospital del Seguro, y el más cerca para mí era la Clínica 28 de Gabriel Mancera. Me helé cuando me remitieron al Hospital Regional 1, ubicado en las calles de...Gabriel Mancera y Xola...Y seguí caminando, como mi abuela, hasta allí.

Los recuerdos fueron insoportables los primeros momentos. Los policías, que siempre fueron tan amables, me reconocieron y a mí me dio gusto...Pero en serio hube de controlarme mucho para no chillar al subir las escaleras, ver los pasillos, recordar aquella agonía...y finalmente pasé a donar sangre (proceso también merecedor de un blog, fascinante...). En fin, la verdad, después de enojarme por todas las contradicciones en el procedimiento del Seguro para pedir la donación, se me quitó un poco el pesar.
Me pincharon en el lado izquierdo, y la sangre no salió. Mal recuerdo de cuando a mi abuela no le encontraban las venas y la lastimaban mucho. Me pincharon el brazo derecho, me rompieron demasiados vasos, y entre todo ese trance de regreso al hospital, el pinchazo me dolió...hasta el alma. Y al oír el bip bip de mi celular, respiré: por fin tendría algo en que pensar y no mirar al tubo de plástico con mi sangre rojiza-morada: Era Paulina Ramírez, la mejor amiga de mi hermana, y una gran amiga para mí también, compañera de vida y cómplice de aficiones, que me escribía un SMS, para decirme que el bebé que espera para diciembre es una niña. Y hoy, una vez más, la vida se coló implacable, a través de la aguja clavada a mis venas, en mi vida y me golpeó –afortunadamente- con fuerza. Ahí, en ese edificio donde conocí la muerte, la vida me regaló la hermosa noticia de una sobrina, que viene pronto a la vida, bienvenida sea...

La vida es difícil, pero fuerte... Me decía mi cuñada Mady, que su abuelo es una estrella, y estaba muy convencida. Como sigo viviendo, lo creo sin duda, estoy seguro de ello. La misma que me dio la vida, también me dio la muerte....y la vida. Y así sigo caminando. Y soy un medio-hombre muy vivo, curándome con estas letras también...
Mi sentir sobre aquél tristísimo día, se recoge en
A mi Abuela.

Wow, this blog was beautiful...at least for me to write...

lunes, 5 de septiembre de 2005

Fecha de Caducidad: Desconocida

No tenía idea de cómo empezar este blog.
Ya se sabe que no se trata de empezar hasta arriba para captar la atención y luego bajar el nivel, por supuesto que la idea será mantener cierta calidad en lo escrito y contado, pero tenía mucha ilusión de iniciar con algo mágico. Dalya, cuyo blog se puede visitar haciendo click en el enlace que se encuentra a la derecha de este texto, escribe maravillosa y mágicamente. Te engancha y te provoca siempre estar visitándolo para ver si ya escribió algo nuevo. Y por qué negarlo, ser leído es probablemente uno de mis más vehementes deseos...Así que dada mi referencia inicial al blog, quería hacerlo bien. Fue la misma Dalya la que echó a andar la marcha de mis ideas, cuando me preguntó ¿Qué soñaste ayer?

Entonces me acordé de Margarita Castilla, alguien con quien soñé recientemente. Nos conocimos en La Rochelle, Francia, el 18 de noviembre de 2000 (día de mi cumpleaños). La noche anterior, después de estar deprimido y homesick, había salido a echar unos tragos con mis colombianas consentidas, de tal suerte que el día siguiente NADIE estaba despierto ni conmigo. Mi primer cumpleaños sólo. Así que me salí a caminar por las calles de La Rochelle, que es una ciudad hermosa, y, por ahí por la mairie, ví a dos paisanas.

¿Qué será eso que tenemos los mexicanos, que nos reconocemos a kilómetros de distancia? No sabría explicar por qué, pero en cuanto las ví supe que eran mexicanas. Me acerqué a ellas, y así, sin más ni más les pregunté:
- ¿Son mexicanas verdad?
Después de dos o tres horas de miradas de sorpresa, las dos contestaron que sí. Les pedí un abrazo de felicitación, que estuvo lejos de ser algo vergonzoso o patético, pues fue sincero y en nombre de mi gente que estaba lejos, un buen detalle. Se quedaron conmigo por el día, y pude enseñarles aquélla, mi ciudad, mis lugares, y todos los espacios, monumentos y rincones que de ella poseí. Les conté lo feliz que era allí, comimos un kebab delicioso y baratísimo, que hacían mis amigos turcos. Y así fue como descubrí que, Margarita iba a estudiar, igual que yo, en el ITAM.

Aquí empieza el punto del tiempo, porque aquel día, disfrutamos como nunca, celebramos mi cumpleaños, comimos, corrimos, cruzamos puentes, nos reímos y sacamos fotos, porque sabíamos que el día terminaría, y ellas habrían de regresar a Poitiers. Sabíamos también, que volveríamos a vernos aquel 'día de bienvenida' en el auditorio del ITAM.

En mi sueño, estaba yo feliz, frente a un pánel de maestros que quiero mucho (y que entre sí, no tienen mucho en común en cuanto a las materias que dan, pero sí en cuanto a su calidad como personas). Era el gran día: mi examen profesional, y entre otras personas, Margarita estaba allí. Me acuerdo muy bien cómo decía que en toda la carrera nunca habíamos ido a ningún lado, ni tomado café, ni nada...
Y eso es hasta la fecha cierto, solamente nos encontramos, nos saludamos, 'Hola' 'A clase?' 'Cuídate' y seguimos caminando...No más...Y así pasa con todas las cosas de la vida que damos por sentadas. Cuántas Margaritas Castilla - relevantes, fascinantes, grandes compañías potenciales -, dejaré de lado cada día a mi despistado paso...Igual se me fueron muchos amigos del ITAM, que en su momento dí por sentados...

Y tampoco hemos de irnos a los extremos, ha habido siempre mucha gente, que ya te lleva consigo, y que por supuesto llevas contigo, sin necesidad de estarse viendo constantemente. Se me viene a la mente Elisa Félix, única, auténtica, transparente, e indudablemente una de las personas más maravillosas que conocí en la carrera. Y no nos vemos casi nada. Pero no me queda duda de que me recuerda como yo a ella, y no me sorprendería encontrarme en unos años emborrachándome con ella, o viajando, o comiendo una vez a la semana. Y seguro estará en mi examen profesional, lo firmo.

Si algo aprendí en La Rochelle, es que el tiempo corre imparable en todas las relaciones y situaciones de la vida, y las más de las veces no sabemos cuándo alguna persona o etapa en nuestra vida está por morir. No olvido nunca los paseos por el viejo puerto con Macle (una de mis colombianas), un fondue en el barco de un sueco, Magnus, hecho por Michi y Simone, mis amigos suizos, o mis caminatas solitarias, que hacía con la mayor intensidad y pasión: sentía cómo mis pasos perforaban el suelo, y cómo el viento (inclementemente abundante y omnipresente en esa ciudad) se detenía siempre al cruzarse conmigo, respetando mi felicidad con fecha de caducidad. Y sabíamos que había que disfrutarnos porque llegaría el día en que no nos veríamos más. Aún así, fue triste la despedida.

Desgraciadamente, la vida no es así. Raras veces sabemos la fecha de caducidad de algo...por eso dejamos las cosas pendientes, hasta que caducan, y entonces el dolor nos tritura. Cómo quisiera saber cuánto me queda de amigos, para saber si me quedo a estudiar los sábados, o me voy con ellos a chupar hasta que nos dé el día... Por eso nunca hay que arriesgarse, y hay que comerse todo lo que te sirven en la mesa, aunque de repente no haya tanta hambre: preferible quedarse con esa feliz indigestión, que con la insabora insatisfacción de no haber tocado una apetitosa oportunidad. Y creo, esa es una de las mayores enseñanzas que alguna vez encontré...

La próxima vez que me encuentre a Margarita, voy a ponerle mucha atención, a frenarme en seco, a dedicarle el tiempo que merece, a invitarle un café o lo que ella quiera, y a procurar que las cosas se den de tal manera que esté conmigo, el día de mi examen profesional, hablando de lo bien que la pasamos cuando nos vimos los últimos semestres (seguramente estaré contando por aquí qué tal fue todo). Increíblemente, Margarita Castilla representa una buena experiencia que terminó aquel 18 de noviembre en Francia, pero que resucitó en México, desde hace casi 5 años, y que irónicamente no he vuelto a aprovechar...hasta ahora que me ha visitado en sueños.

Después de todo, el gran día, mi graduación, esa fecha aún sin determinar, que ocurrirá entre mayo y octubre de 2006, en cuanto tome forma se hará otra fecha de caducidad. Qué bueno que estoy a tiempo de comérmela toda entera...

Qué buen botón presionó Dalya, cuando me preguntó mis sueños. Como siempre...Otra visión mía del tiempo, lo leído y lo escrito, y de cómo puede combatirse el paso efímero de las horas a través del escribir, se llama Calma.

domingo, 4 de septiembre de 2005

Empezamos...

Esta historia, que aunque fragmentada, al final será una sóla, empieza hoy 4 de septiembre de 2005 y aquí, en mi computadora de siempre, a invitación de la siempre sorprendente Dalya Salinas...Como todo lo nuevo, huele y se siente delicioso, en especial por la oportunidad esta que te da el blog de compartir, de hablar, de comunicarse...Así que he aquí las semillas de los buenos deseos, a ver si germinan y nos traen buenos árboles de inspiración y buenos ratos...