sábado, 8 de octubre de 2005

Preguntas y cifras

¿Cómo desperté hoy? – Tranquilo, tibio y bien tapado en mi cama, en mi casa firme. Seguro de que mis papás dormían bien.

¿Cómo desayuné? – Con mi amiga Caro, ya vestido con mi propia ropa y mis propios zapatos. Tuvimos que arrimar la mesa hacia la sombra porque el sol estaba demasiado fuerte y la claridad nos pegaba. Platicamos de todo y de nada, comimos un huarache de cecina enchilada con bistec, queso, limoncito y salsa.

¿Cómo comí? - En medio de mi padre y mi madre, hablando de mi hermana y de cómo me había ido en el día con el servicio social. Escuchando de fondo a Amaral y Damien Rice, comimos una pasta con carne y parmesano, ensalada de tomate, un vaso de vino. Yo además me serví un café cargado con unas pastas y dos cigarritos.

¿Cómo pasé la tarde? - Dándome un paseo por mis calles secas y bien pavimentadas para comprar algo en la farmacia, echando una siesta, viendo una peli de terror sobre dos almohadas, bajo buena cobija y junto a mi gatita, tranquilo.


¿Cómo amanecieron un millón 954 mil mexicanos? – Desesperados, helados, mojados en refugios provisionalmente construidos o en hospitales. Sin casa, sin propiedades, sin nada: todo está destruido, perdido.

¿Qué desayunaron? - Difícil saber con 64 ríos desbordados, 12 mil líneas telefónicas sin servicio y 364 caminos dañados.

¿Cómo comieron? - Los que comieron alguna comida enlatada de la insuficiente ayuda que llegó, lo hicieron temblando, con dolor y angustia por el sufrimiento de su gente. Algunos sin saber dónde está su familia si es que está con vida.

¿Cómo pasaron la tarde? - En albergues, refugios temporales y viviendas dañadas, buscando ropa donada de su talla, perseguidos por el hambre, las enfermedades y el miedo. Abatidos, temerosos ante el futuro, aterrados por las próximas noticias, preguntándose por qué ellos.

¿Cómo despertaron más de 1000 personas en India y Pakistán? - Muertas. No sobrevivieron al terremoto de 7,6 grados, dejando a sus familias, amigos y parejas sólos y heridos.

¿SIGO?

Aprovecho este espacio hoy que lo tengo seguro, pues ya no sabemos cuándo va - literalmente - a caernos el techo encima y a dejarnos sepultados.
Y más que entrar en el discurso de lo afortunamos que somos, procedo a resaltar nuestra OBLIGACIÓN de ayudar a nuestros paisanos de Chiapas, Oaxaca, Veracruz y Guerrero. Ya no es Katrina que afectó a los gringos, hoy es Stan, que nos afecta a TODOS los mexicanos, y a todos los ciudadanos del mundo. Es este el día de donar más de lo que se pueda y de invitar a todo el que tengamos cerca a apoyar, a enviar lo que sea que puedan junto con nosotros...

Y por supuesto, a recordar y tener presentes a los veracruzanos, oaxaqueños, chiapanecos, guerrerenses, pakistaníes, hindúes y demás, cada vez que bebamos un vaso de agua, nos bañemos, nos vistamos con nuestra propia ropa, hagamos una llamada telefónica o estemos junto a nuestra familia...

1 comentario:

Dlx dijo...

nuestros hermanos...

nuestros...

hermanos...

a veces Darwin parece más sabio de lo normal.