lunes, 29 de diciembre de 2008

Vergonzoso post sobre la carne al pastor, los tamales de dulce y las gorditas de chicharrón

Una de las conversaciones más interesantes siempre es preguntar qué extravagancias haría la gente si pudiera pedir lo que quisiera a un hotel durante un tour, así como las celebridades hacen.
Voy despertando y no supero el haber soñado que era un gran cantante famoso y estaba en mi enorme cuarto de hotel. Ni tengo que decir que no traía playera y que hasta el piso donde estaba se oían los gritos de mis fans. Por todo el cuarto tenía figuras de flamingos (flamingoooos!!!), que estaban hechas de tamal de dulceee!!! Obvio me pasé el sueño mordiéndoles el pico y arrancándoles las patas para tragármelos. Gross. En eso iba a la tina y estaba llena de carne al pastor (planchada, como me gusta). La idea no suena tan mal, de hecho es deliciosa. Pero en el sueño, dos suecas (sé que eran suecas porque - aunque no hablaban - su bikini era azul con amarillo) con el pelo rubio y largo hasta la cintura (¡!) me ayudaban a despojarme de mis pantalones y mis calcetines y hacían espacio para que cupiera mi serrano cuerpo dentro de la masa de pastor. Una vez que estaba sumergido hasta el cuello, una vertía sobre mí un enorme cántaro chino (muy kitsch, tipo la vajilla de Sanborns) lleno de cilantro y cebolla, y la otra uno de salsa roja. Y así, me iban dando en la boca jugo de limón con sal hasta que felizmente me tragaba como media tina de carne. No sé por qué no había tortillas ni por qué no me quejé a la dirección del hotel por ese mal detalle, seguro es que estaba cuidando mi ingestión de carbs. Para concluír, venía un mayordomo que se llamaba "Miles" a decirme que ya había mandado a las dos grouppies húngaras en un taxi y que si quería un Licor del 43, a lo cual yo le respondía furioso que quería gorditas de chicharrón con queso Philadelphia. Inmediatamente, como anuncio de Ferrero Rocher, Miles me pasaba una bandeja que tenía una pirámide de gorditas envueltas en papel dorado, y mis amigas las suecas me las daban de tragar en la cama junto con varios pomos de Orange Crush (¡!) pa' la sed mientras veíamos "Sábado Gigante". Ajá, era Sábado Gigante. Y lo disfrutaba.

Por lo tanto, más claro ni el agua: soy naquisisisisisisisissísimo.

domingo, 21 de diciembre de 2008

A diez años, pagaría lo que fuera por revivirlo

Disclaimer: esto va a estar extremadamente cursi. Deal with it. Me vale madres.
Estoy haciendo la playlist para la cena navideña, recordando el domingo de hace diez años.
Estábamos solos mi hermana y yo en nuestra casa del pueblo, en España. Vivíamos nuestro primer viaje de invierno...el primer abrigo, el primer frío impactante. Aburridos, veíamos el único canal (la primera de TVE) que el pequeño televisor que tenía mi abuela recibía a duras penas.
De repente lo anunciaron: Por tercer año consecutivo, las Spice Girls (nuestras entonces favoritas) conseguían el Christmas Number One en el Reino Unido. Yo estaba en la cocina, llevaba puesta una camisa verde de pana; y mi hermana alcanzó a gritarme para que fuera a la tele porque el vídeo de Goodbye, que nunca habíamos visto, iba a empezar.
Alcancé a asomarme para verla a ella que llevaba puesto un abrigo blanco y miraba la pantalla atenta y entonces, oímos una especie de ráfaga de aire que dio paso a la caída de los "No, no, no, no" sobre nuestras cabezas (vean el vídeo). Era una balada nostálgica y un tanto solemne, muy ad hoc, muy al estilo británico.
Estoy casi seguro que le pasó a ella también: teníamos 17 y 15 años y los sonidos y el poder hipnótico de Europa nos atraparon con una canción como protagonista de un frío momento mágico. Inolvidable. Me imaginé una suave nevada de brillos plateados y blancos.
Hasta la fecha asocio los valores e imágenes de la navidad y el invierno a las imágenes del vídeo. Lobos corriendo, un piano tocando despacio, personas congeladas en habitaciones blancas que se derriten al calor de la voz de Melanie C; plumas, platos y listones que caen lentamente y se rompen al chocar con el suelo...

Desde entonces, cada año estoy muy pendiente del Christmas Number One británico, hoy están a punto de anunciarlo y creo que se lo va a llevar Leona Lewis. Nunca más he vuelto a sentir una emoción así al respecto. No necesito decir que Goodbye, con todo y todo, pasa automáticamente a formar parte de la playlist navideña de todos los años de mi vida.

lunes, 8 de diciembre de 2008

¿Y si me bebo un vasito?

Un buen día me voy a morir, lo que no sé es si de tristeza intensa o de felicidad voraz, porque paso de la una a la otra sin sentir el inbetween.
Nada preocupante, considerando que como digo en posts anteriores, actualmente vivo el 99% del tiempo en la euforia. Quien comparte esta afortunada dolencia lo sabe: los que traemos la adicción en las venas, corremos el riesgo de no saber distinguir límites. Esto nos recuerda episodios como el día en el que me tragué 36 enchiladas de mole un día después de haber regresado de viaje. Etcétera.
Lo positivo de esto es que la sed de todo - como esa que tiene Sylar -, al invadirte te lleva frecuentemente a lugares extraordinarios, haciendo de tu existencia un presumible álbum fotográfico que pocos pueden reunir. (Lero lero).
El caso es que a ratos uno se vuelve -intermitentemente y al azar - esquizofrénico, maníaco, depresivo, paranóico, eufórico, obsesivo, etc. Y a mucha honra. Pero aún así, me falta expreimentar el enamoramiento.
Con todo respeto a personas que he querido mucho y que pudieran caer en este escrito, siento que nunca en mi vida me he enamorado. Así el amor amor de las películas, ps no. O será que los que se dicen estar enamorados le exageran muchísimo y entonces sí he sentido cosillas solamente que no le exageré. No me preocupa ni hay prisa (digo trabajo el epicentro de la soltería plena). Pero la curiosidad que nace de la sed de todo me indica que podría ser hora y/o estaría rico.
Cuentan que la cantante griega esa fea y mravillosa de María Callas bebía vasos de agua contaminada con tenias para desarrollar solitarias y bajar de peso. Esa era a todas luces una de las mías.
El punto es, si el amor es tan parecido al cólera, pregúntome onde podré encontrar un vasito contaminado para cerrar los ojos, tomar aire y entrarle de un sorbo a toda el agua; y eventalmente desarrollar un buen enamoramiento. Según esto se siente uno bien feliz. Ya lo estoy, pero quiero más. Todo hay que probarlo al menos una vez, no?
Ya hice muchas cosas, soy un hombre que se tiró del bungee y del parcaídas y anda en búsqueda de emociones fueeertes y las arañas y todo eso. Ya toca enamorarse, si es que eso existe. Así que avísenme si saben cómo tengo que hacerle.
Y no se preocupen por los efectos secundarios (también multipublicitados, y esos se me antojan menos). Total, uno ya tiene experiencia en enfermedades mentales, qué no?

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Carta

Queridos ocho lectores:

Escribo esto para explicarme ante ustedes. Ustedes que por alguna razón ahora están regresando a esta página y dejando que sus ojos lleguen hasta estas letras. Que saben lo mucho que agradezco la manera en que sus lecturas y comentarios me han nutrido y acompañado durante ya un buen rato.
Necesito disculparme por no venir a escribir tan frecuentemente como quisiera. Hoy son las 12:50 de la noche y a duras penas voy terminando de trabajar. Qué irónico pensar que quizás antes, cuando venía a lamentarme casi a diario, trabajaba más y aún así me hacía un tiempo para regresar aquí.
Merecen que cuente cada uno de los días que estoy viviendo con pelos y señales.
Pero es que estoy atrapado.
Atrapado en un sueño del que no puedo despertar. Encarcelado en el sueño más lejano a la pesadilla.
Comparto pues con ustedes, que hoy y en este instante soy un hombre muy feliz. Por fin. Mi vida actual es una sucesión de momentos apasionantes. No es el tiempo de cosechar las calabazas que por larguísimo tiempo sembré y esperé: es el tiempo de sentarse a la mesa y - tras una abundante cena - comerse esas calabazas cosechadas dentro de una tarta exquisita.
Quizás soy un hombre barato, que se emociona con estupideces que a otros les dan lo mismo. Que se siente en apogeo con muy poco, y percibe ese poco como mucho o como el todo. Como sea, este abrumador remolino energético que llevo - que nace de al fin encontrar en el espejo a la persona que siempre busqué - es muy absorbente.
La plenitud de vida (si es que la he alcalzado, y todo sugiere que sí), es muy demandante.
Como ya saben, toda vez que me ha llegado algo bueno, la vida no tarda en lanzarme el ya tradicional zarpazo a la yugular. Y aunque sigo vivo y he salido de todas hasta el momento, me muero de miedo.
Quiero succionar hasta la última gota de estos mágicos días por si acaso. Va por ustedes aprovechar estos preciosos segundos, y no dejar que se escape nada.
Por eso no vengo a escribir tan seguido. Prometo hacer lo posible.

Quería darles estas razones, porque confío en que las comprenden.

Si no encuentran nuevas cosas tan seguido, no se enojen. De que se les quiere, se les quiere. Que no quepa la menor duda. Gracias como siempre.

Un beso enorme, enorme.


miércoles, 12 de noviembre de 2008

¡Cómo no te voy a quereeer!















Pues sí, pues ya ando por acá. Cómo irme. No sabría hacerlo. Aunque admito que creo que ser columnista (ánimas que un día se me haga) debe ser muy demandante, y apostaría a que todos tienen unas cinco columnas de repuesto para esas épocas -como las que acabo de pasar - de página en blanco. Y es que ya hace tiempo que escribo...Ya vienen mis 27 años. Veintisiete años y la verdad ya no tengo reparo alguno en decirlo. Ya se acabó eso de que los números pesan. Que le pesen al que los haya malvivido. Han sido 27 años super felices, excepto por lo que pasó hace exactamente 4 años. Un día triste sin duda, sigo sufriendo los efectos.
Estoy invitando al Concurso Global de Celebridades SinglePower, una de las primeras estrategias de mi empresa en las que me toca participar y crear. No sé si es la hipersensibilidad de hoy, pero cada persona que veo que no hace click en el enlace, o que rechaza mi invitación, me puede. (Sí, esto es un chantaje para que hagan click y voten). ¿Será esto normal?

Hay trabajos que nutren, pero creo que cara a un futuro, 'mal acostumbran' a sentir pasión por lo que se hace. Este proyecto, aunque no lo inventé, es mi hijo adoptivo...Cualquier comentario negativo, si bien a veces realista, se recibe mal. Como si alguien hablara mal de mi familia.
Y bueno, ya después de esto, que ojalá dure mucho ¿Cómo se quita uno la camiseta que ahora parece tatuada? Lo pensamos cuando llegue mejor, de momento a vivir y a aprovechar. Pero luego...¿Cómo enfrentar un trabajo de 9 a 6 que no sea maravilloso, divertido, variado, excepcional??? En fin, todavía son 26 años y casi no hay quejas en retrospectiva.
Hacia los 27, ¿Cómo mantener el nivel? Se aceptan sugerencias. Ojalá sea posible seguir disfrutando como hasta ahora. De entrada, volver a escribir y tratar de no dejarlo otra vez tanto tiempo, sería buen comienzo no?

viernes, 19 de septiembre de 2008

El risueño se levanta

"Yo, Germán Dehesa, aquí me quedo y me quedaré siempre. Tengo dos razones muy sencillas:
a) yo soy de aquí y lejos de aquí moriría como loto desmayado y
b) ¿a dónde voy que más valga?, ¿a causar lástima en otro país?, ¡niii madre!
¿Que ahora permanecer aquí requiere de una dosis mayor o menor de valentía? Pues nos la echamos. Sería una infamia que no lucháramos hasta el último esfuerzo por arrebatarle a los felones la posesión y usufructo de México."
(Sí mi querida Skinny Bitch, sí lo leí, y sé que estamos juntos tú, yo y muchos en esta idea, en esta postura, en este sueño.)

Sí señores. Después de la entrada anterior, no podía dejar de aclarar, que después del duelo, está el levantarse, muy alta la frente y - con el mayor estilo del mundo - plantarle cara a lo que venga.
Si estás leyendo esto en algún lado de México, da una vuelta y mira a la gente desconocida que te rodea. Tus paisanos. Desde aquí, y sin saberlo bien, te afirmo que ellos son como tú y yo: nobles y trabajadores. Seremos lo que quieran, pero en general, somos más los que no secuestramos, los que no robamos, los que vivimos con decencia y dignidad. Somos muchos más. Sólo necesitamos pasar la voz, condenar los más mínimos actos de corrupción de nuestro entorno inmediato, concentrarnos en lo nuestro y seguir aquí, partiéndonos la madre. Después de todo, ¿qué hay más mexicano que chingarle y trabajar como un burro por una vida mejor?
Somos demasiados. Y nadie va a pasar por encima de la vida que merecemos. Estamos dolidos sí, pero eso no va a debilitarnos. Al contrario. No vamos tampoco a cambiar nuestra forma de vida con base en lo que los delincuentes pudieran tramar en nuestra contra. Vamos a aprovechar la adversidad y a sacar la casta.


Los dejo con una cita del discurso del presidente que encontré en el blog de la Hija de Zeus:

Quienes creen que con actos cobardes en los que se lastima la vida y la integridad de personas inocentes verán un Estado debilitado, en su acción criminal encontrarán un motivo sobrado para el fortalecimiento del Estado y la unidad de los mexicanos. Se equivocan, hoy más que nunca verán la acción de un Estado más decidido a enfrentarlos y a vencerlos.”

martes, 16 de septiembre de 2008

El risueño está llorando

"Los árboles están llorando, son testigos de tantos años de violencia. El mar está marrón: mezcla de sangre con la tierra.
Pero ahí vienen bajando de la montaña, con la esperanza, las madres que ven por sus hijos y que sus libros para la escuela son su soñar..."
- "Minas Piedras"de Juanes, canción que en estos momentos me parte en dos.

Justo anoche pensaba que este iba a ser el primer año en el que no bloggeaba sobre mis fiestas patrias, que espero junto con todos mis paisanos cada 15 de septiembre, para dar un grito colectivo de orgullo. Una añorada noche de alegría, de comidas, chiles y tequilas bajados del cielo.
Siento mucho repetir tantas veces lo mismo. Igual por eso ya ni las moscas se paran por aquí.
Y es que mi tema es otra vez México. Mi amor, mi más profundo, mi hermoso, mi más mío, mi amado México. Escribo y hablo tanto sobre él porque mi sentimiento de adoración es tan grande que no puedo más que alabarlo.
Siempre he pensado que México, entre muchas cosas, también soy yo.
Este año, este 16 de septiembre, esta fiesta, escribo berreando. Pa' variar. Como si quebrarse no fuera una vergüenza.
Pero por Dios que aguanté. Aguanté maldecir a los cabrones malnacidos que han estado secuestrando a tantos niños - pobres y ricos, mediatizados o no - . Me aguanté al ver todos esos decapitados que nos han horrorizado a todos. Me mordí la lengua pa' no chillar en el zócalo cuando ante mi bandera escuché mi himno y prendí una vela después de una marcha por la paz. Es una cursilería, pensé. Aguanté cuando presencié el dolor de mi amiga, la de la orquídea, quien tiene cerca a alguien cuyo padre fue hace poco secuestrado y lamentablemente muerto.
Aguanté hasta hoy cuando, después del recalentado de pozole y tostadas, me entero que hubo un atentado en plena ceremonia del grito - esa que esperamos todos - en Morelia, y que hay siete muertos y 108 heridos. No pude más sostener la guardia.
A mí, a mis paisanos, a México, se nos derramó el vaso esta lamentable y triste mañana.
Los mexicanos somos risueños. Somos fiesteros. Somos gente buena.
No sabemos manejar la frustración de ver a nuestro México así de maltrecho. No soportamos ya. Ya no.
No hallamos qué hacer, a quién romperle la madre, a quién cobrarle tantos muertos.
No estamos preparados para oír detonaciones mortales estallar al mismo tiempo que las campanadas de fiestas patrias. Ni lo estaremos nunca. No sabemos llorar, por eso duele tan fuerte. Cómo lo siento. Réquiem por tantos paisanos...

Soy típicamente mexicano: muy optimista y en general, muy risueño.
Pero después de Morelia hoy, no se puede. Ya nadie puede. No podemos reír. Hoy ya no.

lunes, 8 de septiembre de 2008

La de la orquídea

Déjenme ponerme un poquillo ceremonioso pa' contarles esta.
Esta es la historia de la distancia (física o metafísica) entre un hombre y una mujer. Adornada por un puente en forma de orquídea, ocurre más bien en Berlín pero empieza mucho antes en la Ciudad de México o quizás en Londres, y al parecer termina mucho después probablemente en esas mismas ciudades. Esta es una de mis mejores historias, y para ser contada necesita que hable sobre la protagonista, que ya antes de conocerme me acompañaba porque leía este blog. Aquí nació todo.

Me enteré de su existencia a mis 24 años, una tarde de otoño en la sala de las compus del GLS Sprachzentrum en Berlín, donde estudiaba y quesque escribía mi primer novela, que ahora ya no me gusta. Si mis cálculos no me fallan, escribiré una segunda cuyo encanto caducará al tiempo, y no será hasta la tercera ("la vencida") que esté satisfecho. De todas formas es posible que las historias que entonces relate no sean tan poderosas como esta, simplemente porque esta sí ocurrió y continúa ocurriendo. Dejen le sigo...

Intercambiamos un par de e-mails muy a la manera de dos personas que se conocen por internet: fantasías cargadas de halagos especiales (de ésos deliciosos que nutren el espíritu ególatra de cualquier wannabe artista) y claro, llenos de idealización.
Un día antes de mi cumpleaños ella ofreció enviarme un regalo que de entrada no acepté.
La curiosidad eventualmente mató al gato, y una tarde acabé cruzando el Tiergarten hasta la Klingelhöferstrasse para tomar un café en la embajada de México con un diplomático muy diplomático que sacó una caja de cartón larga, y un sobre con mi nombre.

Dentro había una orquídea viva, blanca; de parte de una mexicana misteriosa y desconocida que leía mi blog. La única vez en mi vida que alguien me había regalado una flor. Caminé despacio desde la salida del U-Bahn hasta mi depa, donde al llegar dos suizos medio malintencionados me preguntaron qué coño hacía un tipo de mi edad con una flor de ese tamaño. "Scrivo un Blog, un sacco di gente mi legge, comme ho fatto gli anni una delle mie fanatiche mi ha mandato questa orchidea dal Messico", contesté sonriendo. Ah verdaad, tómenla perros. "Cierren la boca pendejos", pensé en silencio al subir.

La carta citaba un poema sobre una orquídea, y ella me felicitaba por cumplir 25 y me decía que así estaría acompañado mientras terminaba de escribir. Y sí. Esa orquídea estuvo conmigo mientras escribía hasta las tantas, me vio llegar borracho de noche, despacio para no despertar al roomie, estuvo allí escuchando cómo canto fuerte con los audífonos puestos. Entre otras muchas cosas. La referencia que hasta la fecha uso para ella es precisamente esa: la de la orquídea.

Un buen día regresé a México, más gordo que nunca y con 25 años. Y la conocí en vivo. Confirmé - entre otras cosas - que podíamos hablar sin sentirnos incómodos, que ella era demasiado fan de Gael García Bernal (otro personaje de esta historia), que le gustaron mucho las bombas de chocolate de Los Danzantes, y que la de la orquídea acabaría siendo una gran historia que habría de contar (aquí mismo claro).

Ella ha dado mucho. Tengo una bufanda y un libro de Kundera, casi al llegar recibí su primer reenvío de un puesto de trabajo, hecho que se ha repetido una y otra vez hasta la fecha. Creo que ella dado más: esta historia tiene sus momentos oscuros en los que me he desaparecido. Al contarla, nunca falta ni faltará quien - por tener la desgracia de no haber nunca vivido algo igual -, me recomiende que desconfíe de ella, que es una locura enviar una flor a un bloggero desconocido al otro lado del Atlántico, que no hay que fiarse...

Pero está difícil. La estela que dejó la orquídea ha durado mucho: De repente volteo y no sé cómo, ella es hoy una amiga entrañable. Se convirtió en compañera de cenas en las que la buena conversación rivalizó con la buena mesa y ganó. Me ha presentado a amigos extraordinarios, ha estado ahí siempre desde entonces: en una ventana de messenger, detrás de una buena pizza o un buen café, en Coyoacán, por teléfono, o junto a mí en los cines.

Ya hasta nos fuimos de viaje y hubo un par de focos rojos, porque nos conocimos más. Creo que dentro de la dinámica creada, disfruté mucho que alguien tan luminoso como ella me admirara con la intensidad de 2006. Confieso: Quizás secretamente he buscado alimentar su idealización de mí, a pesar de que sé que eso es el primer obstáculo en cualquier relación. Pero es que es delicioso sentir que te ven como creo que sólo ella me ha sabido ver. Algo se muere en mí cada vez que siento que ella va viéndome más normal y corriente.

En fin, ha pasado ya un rato (voy pegándole a los 27), he bajado unos cuantos kilos y a ella se le pasó el gusto por Gael. Créanme, ya es decir. No sé qué cosas extraordinarias me tocará vivir en el futuro, pero no me queda duda que esta, la de la orquídea, seguirá siendo siempre una de mis mejores historias.

sábado, 23 de agosto de 2008

Venciéndote en tu propio juego

Me acabo de enterar por Oliva que mi México ganó otra medalla de oro en taekwondo. Me da un poco de coraje porque no ví el nacimiento de la nueva heroína, que se llama María Espinoza. Así que tenemos ya la parejita de taekwondoínes mexicanos que ganaron oro en Beijing 2008. Niño y niña. Fabuloso.
Deberían contratarme: yo quiero ser su agente, marketearlos. (Es en serio). Utilizar el marketing para inmortalizarlos, evitar lo que le ha pasado a Soraya Jiménez, o a Ana Guevara. Evitar que en 8 años acaben de comentaristas de Televisa. Sí, el mercadeo es para vender, pero por qué no aprovecharlo en favor de ideas positivas? Pérez y Espinoza deben ser nuestros nuevos ídolos.
Obvio que tienen que poner una escuela de taekwondo. No se ha fundado aún y ya debe haber lista de espera. ¿Qué tal un reality en el que los dos, por ser mexicanos, por ser de oro, por ser taekwondoínes y por calientes descubren que son el uno para el otro y deciden casarse? Les conseguiría los mejores patrocinios para la boda olímpica. Eso sí, antes a los pondría de tour pagado por 'lamarcapositivaquenosdémásvaro' hablando con los jóvenes mexicanos sobre sueños que se hacen realidad.

En fin, personalmente compraría (compraré) todo sobre los héroes taekwondoínes mexicanos porque además de mi gran admiración, sus circunstancias hacen que simbólicamente ponga en orden mis ideas y recuerdos. Y es que como muchos saben, el taekwnondo nació y es el deporte nacional de Corea (del Sur).
Corea es para mí ese país que me debe una(s), aunque le agradezco. Corea, sin ser mía, me nutrió y me destruyó como todo lo que he amado en mi vida.
Así es, para los pocos que leen esto y no me conocen, este es el anuncio oficial de que cuando hablaba de mi trabajo en "una embajada asiática" (recordemos episodios como cuando los coreanos se comieron mi guisado, o cuando me entrevistaron desde Venezuela y traje paseando a dos coreanos tras de mí por el paseo de la Reforma, o el del coreano ruidoso que arruinó mi feliz mañana) me refería a Corea.
Pasan los meses, y creo que mi experiencia en la embajada fue tan difícil porque - haciendo a un lado los hábitos "sucios", los olores nauseabundos, y el ruido en la mesa - dí todo. Digamos que entrené como nadie por meses, y como nunca llegó el oro, tuve que irme. Creo que nunca entendí a los coreanos (o ellos nunca me entendieron a mí). Bueno, ahora que trabajo para los suecos y estoy en comunicación con españoles, peruanos, venezolanos, hondureños, chilenos y gringos; tampoco es que pueda jactarme de un perfecto entendimiento o magnífica comunicación. Todavía.

Así que el triunfo de México en taekwondo fue una catarsis personal. Al ver a los mexicanos vencer y arrasar justo en ese deporte, no puedo evitar pensar (acordándome de cuando rompí el record de empresas mexicanas que visitaron una misión en la historia de la embajada, o de los logros de ventas de mi amigo Cuco, o los minutos en que - después de que los coreanos habían tardado meses - hice que cambiaran el "del Norte" junto al Seoul composite de la página de la bolsa, o de todo lo que ha hecho la Tere por ellos) que sí, que los mexicanos somos muy buenos. Quizás es lo que necesito pensar para voltear hacia esa etapa de mi vida con menos frustración. Igual es mi enorme ego, medio lastimado, recuperándose.
Una de las pocas verdades universales, es que el que trabaja duro, acaba teniendo éxito (de una manera o de otra). Y esa sigue siendo mi estrategia. Ni entonces ni ahora he dejado de entrenar, a pesar de las decepciones. Siempre están los siguientes juegos olímpicos cada cuatro años no?

Muy probablemente mi ex-jefa coreana y su séquito no estarán de acuerdo, pero los hechos objetivos, las cifras duras, las medallas de oro, están paulatinamente demostrando que los mexicanos podemos perfeccionarnos y vencer en juegos, trabajos o deportes (como el coreanísimo taekwondo), que ni siquiera inventamos nosotros.
Y seguimos preparándonos. Seguimos entrenando. Seguimos con hambre de oro y no vamos a descansar hasta obtenerlo, y seguirlo obteniendo.
Nos vemos para el próximo recuento en cuatro años, en Londres.


miércoles, 20 de agosto de 2008

Winner by superiority - Crónica de un milagro

Mood: Chillando de alegría
Quiero que todos despierten y enciendan las luces y los televisores y las radios y se enteren. Quiero que todo el mundo se detenga a poner atención a la noticia que hoy me hizo despertar mucho más temprano de lo normal:
Después de ocho largos años, México ha ganado el oro en los juegos olímpicos.
Sé que hay otras muchas medallas doradas, pero esta en específico merece una atención especial porque la ganó un mexicano.
Y la diferencia entre un atleta mexicano y un atleta de un país desarrollado, es que los mexicanos no sólo no tienen apoyo, sino que tienen todo en contra. Tal es el caso de mi paisano, el michoacano Guillermo Pérez de 28 años, cuya familia estuvo haciendo colectas de barrio para llevarlo hasta Beijing 2008.
Y es que cuando uno de nosotros gana, gana contra toda expectativa, contra una mentalidad, contra el paso del tiempo, del viento, del movimiento de rotación... Cuando uno de nosotros gana - dadas las condiciones actuales - estamos hablando de un milagro. Y así fue hoy.
Los juegos olímpicos ponen de manifiesto los países que uno ama (he de decirlo, también celebré el triunfo de la República Dominicana en el segundo lugar de esta competencia. Supongo que también para ellos lo de hoy fue un plateado milagro).
Cuando Guillermo levantó los brazos ante el anuncio del triunfo y tomó la bandera, sentí que estaba ahí con él. Cuando subió al podio y ví su expresión de suprema emoción, de control del llanto en el momento más intenso de la existencia, yo no pude contener el mío. Y cuando escuché los primeros acordes de mi himno, tuve un momento genuino de felicidad. Quise abrazar a México: a ese país que merece a atletas como Pérez, aunque el gobierno no los apoye como merecen. Porque al fin y al cabo, México es grande. Canté con honor. Quise que me oyeran hasta China. Literal. Canté Mexicanos al grito de guerra... y disfruté la fuerza de la emoción, la pulsión de la alegría, la descarga de adrenalina, el sabor del oro.
Agradecí a la vida por este momento feliz. Quizá exageré.
En esos momentos en los que la emoción te vence, renace la esperanza y miras a todo México - por fin - triunfando. Necesité fuertemente comunicarme con mis paisanos. Lloré de orgullo. Recordé a mi amigo Jaik que también se ha destacado en taekwondo, y supe que no era el único en recordar a nuestra gente, a nuestro pueblo, por un momento ganando. El oro. Me acordé de la Galleta y de Militza, mis mexicanas en China, y supe que hoy no hay nada más perfecto que ser mexicano y estar allí.
En pantalla apareció - jamás la olvidaré - la medallita dorada, nuestra bandera, el nombre del nuevo héroe, y una leyenda: "Winner by superiority".

Sí: hoy tanto en Beijing como en mi corazón, México ganó por superioridad.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Una vela por Tíbet

Este blog quiere unirse a millones de personas en el mundo que estos días participarán en la protesta pacífica y sin fines de lucro "Una Vela por Tíbet", que apoya la liberación de Tíbet y el valor de la libertad para toda la humanidad.
Este blog cree en el derecho natural que cualquier ser humano tiene de autodeterminación, libertad de pensamiento, creencia y religión.
Este blog apoya la lucha no-violenta de Su Santidad el Dalai Lama.
Este blog te invita a protestar pacíficamente a través de la luz, a unirte y encender una vela en algún lugar visible este jueves 7 de agosto a las 21:00 horas de tu ciudad, en señal de apoyo a la libertad de todos los pueblos, particularmente el pueblo tibetano.

"Esperamos que la protesta 'Una vela por Tíbet' inspire a las autoridades chinas a apreciar el valor de la libertad humana y la importancia de la cultura Budista Tibetana que está beneficiando a millones de personas y tiene el potencial de servir a la humanidad como un todo, incluyendo al pueblo chino"
- S.S. el Dalai Lama

miércoles, 16 de julio de 2008

Del porqué los viajes son buenos a pesar de irresponsables

"Thank you India, thank you terror, thank you disillusionment" - Alanis Morissette

Mi situación actual es en muchos aspectos como andar haciendo equilibrios en una cuerda muy alta. Muy probablemente, haberme ido tres semanas sin pensarlo a Europa es a todas luces una irresponsabilidad tan grande como el London Eye, que no habían construido la primera vez que pisé Londres y que - en contraste con el Big Ben - resulta ser mayor de lo que uno imagina.


Si tuviera que recoger el sentir de los europeos que encontré este año a mi paso, sería algo así como: “Yo no soy racista, PEERO…” seguido de comentarios…racistas. Que conste que no espero que la gente que me topé sea representativa de todo el continente, pero fue muy difícil cambiar de ciudad, y escuchar repetidamente en varios idiomas (Look, I’m not a racist, but…) esa advertencia como un relámpago justo antes de que llegara el trueno, como para enmascarar lo que a continuación venía.
Cada viaje lo noto más. Más rumanos, más chinos, más magrebíes, más ecuatorianos, más pakistaníes…por todas partes. Las minorías van entrando, trabajando y creciendo. Claro está, después de la aclaración hipócrita, la gente te cuenta cosas. Se dice que la mayoría de los delincuentes tienen en común la extranjería, que muchas mujeres van a casarse con los raboverdes por obtener la residencia europea, que no se adaptan, no aprenden el idioma ni siguen sus costumbres, etc., etc., etc. (O bla, bla, bla...según se mire).

Es difícil porque los migrantes son para mí los más simpáticos. Me es prácticamente imposible verlos con malos ojos. No puedo. No acepto la generalización: me pesa cada que escucho sobre un crimen con migrante culpable, porque estoy seguro que hay muchísimos más justos que pecadores. No acepto la estúpida creencia simplista de que los de afuera (por ser de afuera) son el chamuco y los de adentro (por ser de adentro) son los pobrecitos invadidos.
Y todo esto, es sin duda porque he sido bendecido toda mi vida y he podido viajar y conocer.

Tengo en Europa un pariente que me saca de quicio: es difícil compartir la sobremesa con un racista, xenófobo, chauvinista, homófobo...y todos los adjetivos que a mi juicio describen a los peores ignorantes. Fue frustrante tratar sutilmente de sacarlo de sus falsos razonamientos, de sus creencias tontas, sin éxito.
Lo único que me ayudó a frenarme y a no hacer una escena familar, fue la evidente noción de que él no ha podido viajar ni conocer.
Que no tuvo la fortuna de recibir a distancia la bendición de una migrante indocumentada en Estados Unidos, que no convivió con una niña prostituta en Praga, que no sabe el placer que es compartir departamento con musulmanes, que no se ha detenido a ver el respeto con que los rumanos cuidan a los viejecitos de su provincia mejor que sus hijos y nietos, que jamás ha besado la hermosa piel obscura de una mujer africana ni ha hecho el amor con una turca…
Que por no conocer, por no ver más allá de su nariz, se está perdiendo lo mejor de esta vida: el reconocer en otros a uno mismo. El probar el sabor familiar de la mano trabajadora hasta en las comidas más exóticas. El salir y ver que el pasto del vecino no sólo es tan verde como el propio, sino que es el propio.

Y sólo por esa razón, el viaje es lo mejor que me pudo haber pasado este año. Así que no, no me arrepiento ni me arrepentiré de haberme largado irresponsablemente. Lo justifico en tanto me aleje de la forma de ser de mi mencionado pariente. Yo no soy racista, pero es que no soporto oír a los malditos blancos hablar hipócritamente de mi gente…

jueves, 3 de julio de 2008

Se va a poner bueno, créeme (Contiene bonus)

Salut mes cheres eleves...Ora sí ya mis manos extrañan tus ojos. Mucho.
Pero uno sigue disfrutando de sus no muy merecidas vacaciones (se siente mucho más rico saber que mientras casi todos trabajan de sol a sol yo en contraste estoy bebiéndome el sol de alguna Plaza Mayor de cualquier ciudad turística...), y el acceso a internet en los países de primer mundo está casi más escaso que en mi querida del Valle.
Digo, tampoco es que iba a ponerme a escribir estando aquí, pero si quisiera estaría más difícil que lo que uno cree. Y ahora una anécdota: La última vez que pregunté en un Tourist information centre que onde había un internet café, la desabrida mamona que me atendió me dijo "I daun't knaww". (WTF???)
Ando en lagua, es decir, bebido. En estos momentos. Pero tenía que escribir algo dado que aquí vamos adelantados siete horas. Es decir, si estás ahora mismo en México, yo ya viví tus siguientes 7 husos horarios. Te me adelanté. Cuando tu vas yo ya fui. Etcétera.
Y la gran noticia es que se va a poner bueno tu día. Si lo dudabas hace unos momentos, stop it, confía en mí: todo lo que te va a tocar vivir las próximas 7 horas es delicioso. Enjoy!
Y ahora me voy no sin antes dejarles un bono, que es la receta del drink de moda este verano: una bebida delitzzziosa que encontré ni más ni menos que en la antigua Bilbilis, hoy Calatayud: el pacharán con naranja, también conocido por los bajos mundos (sí, aún estando aquí sigo siendo barriobajero y frecuento sitios que - guardando las proporciones - equivaldrían a lo que en la Ciudad de México es la del Valle) como Butano.
Lo que hay que hacer es conseguirse un vaso de cristal bien lavadito, cubos de hielo al gusto, un shot de pacharán - o patxarán - (Zoco es el mejor, pero no me dan comisión si lo usan, así que tomen el que ustedes prefieran), y mezclar con refresco de naranja.
Está super dulce, lo cual lo hace uno de esos exquisitos chupes que te dejan sentir los generosos efectos de la embriaguez mucho antes de que Virginia gane OT 2008. (Warning: la cruda está perrísima) Enjoy!

lunes, 2 de junio de 2008

YA MERO (!!!!!!!!)

"It's been too hard livin', but I'm afraid to die, 'cause I don't know what's up there beyond the sky. It's been a loooooong, a long time coming but I knoooow...
A change's gonna come, oh yes it will..."
El rey del soul Sam Cooke, A change is gonna come , 1964.

Llevo ya meses de intentar leer sobre páginas en blanco. De pasar de plana y no encontrar ni una letra en las hojas.
Pero por fin, conforme avanzo en el libro, se va trasluciendo la tinta, los dedos perciben la firmeza de las marcas de los golpes de la imprenta en las próximas hojas, revelando que quedan pocos vacíos ya; anunciando que llegan nuevos capítulos colmados de palabras y párrafos.
Ni los ojos ni las manos mienten: Todo está a punto de volverse a formar.
Los bonheurs de la vida no sólo están regresando de sus vacaciones más en forma que nunca, sino que se están sentando uno a uno a la mesa como los comensales de un banquete que está por empezar. ¿Han sentido algo así? ¿Esa seguridad de que algo grande llega? ¿Ese viento tan delicioso que trae el tren minutos antes de aparecer en la estación?
Es como el aroma de alguien especial que hace mucho que no has visto, que te llega por la espalda y te cubre los ojos con las manos. Ya sabes que que está otra vez aquí contigo, la fuerza de su presencia es evidente al tacto. Sólo quedan poquitos segundos antes de que aspires, sonrías, digas su nombre, te retire las manos y te gires para abrazarle.
Pareciera que las discográficas se han puesto de acuerdo para lanzar canciones a tu gusto, porque saben que ello coincide con tus ganas de regresar a las salas de baile. Lo mismo para las editoriales que dejan caer sobre ti justo los libros que necesitas.
Llevo también días de aborrecer todo lo que escribo inmediatamente después de concebirlo (y este post ya me está gustando).
Las musas van despacio volviendo a salir a la luz del promisorio verano de la Ciudad de México en busca de un poeta y se amontonan a mi puerta otra vez. Bienvenidas sean.
Amaral - una gran fuente de inspiración - ha sacado un disco (doble!!). A la vuelta de la esquina está ya un viaje - estímulo inevitable -. Y así todo lo demás, como en efecto dominó, revive.
En fin, que estoy como en la cima de una montaña rusa antes de que inicie la velocidad, justo cuando el revisor está terminando de asegurarse que nadie va a salirse del carro cuando empiece esa bajadita tan rica, esa caída generadora de mariposas en el estómago (mmhhh); que está por arrancar en 3, 2, 1...

jueves, 15 de mayo de 2008

De la gran profundidad espiritual del pop en español

¿Y tú te creías que eras chido por escuchar a The Arcade Fire ?? Dude, that is SO last season !! Lo de hoy es el pop ¡y en español!
Ahora, cada que escuches un Uouuo piensa bien antes de criticar: podría tratarse de un mantra hindú y te verías bieen naco gooeeii. Hoy, lejos han quedado las letras tontas y superficiales, pues a todas luces nuestros poperos se dedican a leer lo último en espiritualidad y filosofía (Bueno, más que nada los Best-sellers). Esto ya no se trata de vender discos, nah, la idea es alinearte con el cosmos y nutrir tu espíritu. Y para muestra, he seleccionado (de entre mi colección de canciones, lo digo con orgullo - claro que un orgullo sano, positivo, que no proviene de mi ego sino de mi alma-) algunos himnos pop con claras referencias a las nuevas doctrinas budistas, tibetanas, zen, yogui y demás. Chequen nomás qué profundos son estos artistas, elévense y cultívense por favor.

Chenoa - Todo irá bien (Absurda Cenicienta, 2007) - The Secret
"Porque pensar, que todo va mal te alejará de la felicidad, así que Tengo razones para entenderte, tengo maneras de darte suerte, tengo mil formas de decir que sé que todo irá bien "
Todo aquél que haya leído "El Secreto" de Rhonda Byrne sabe que en esta canción Chenoa está aplicando la ancestral ley de atracción que ha viajado durante siglos para entrar así a tu iPod, obviamente explotando el poder oculto que hay en nuestro interior: como según el libro todo lo que pensamos y decretamos se manifiesta en la realidad, Todo irá bien representa una poderosa afirmación que te permitirá alcanzar la felicidad y hará que todo te vaya bien. Todo. Para más información sobre Chenoa, y para entender por qué debemos atraer su próxima visita a México y que nos dé un concierto, lee dos posts más abajo.

Julieta Venegas - El Presente (MTV Unplugged, 2008) - A new Earth
"El presente es lo único que tengo. El presente es lo único que hay"
Uhm..."someone" has been watchin' too much Oprah lately!!!
Eckhart Tolle se pasó años fusilándose los principios del budismo (la impermanencia, el sufrimiento, etc.) para asombrar a Oprah Winfrey y al mundo entero con su libro "A new earth - Awakening to your life's purpose", pero nadie lo ha sabido resumir mejor que Julieta, quien nos muestra que sabe que hay que luchar contra el ego (o the voice within your head) que nos consume con pensamientos distractorios - para despertar al pre-sen-te y ver lo que realmente somos. Oh sí, Venegas es experta en esto. Así, El Presente destroza despiadadamente al ego colectivo repitiéndonos exhaustivamente que debemos vivir el hoy. Wait, am I still breathing???

Juanes - La vida es un ratico (La vida es un ratico, 2007) - De tocho
"No dejemos que se nos acabe que, la vida es un ratico un ratico nadamás (...) Vienen tiempos buenos y los malos ya se van, se van, se van"
Digo, ¿necesito explicarlo? Aquí Juanes se vuela la barda y se perfila como un gurú multidoctrinario: agarra un poco de todo, desde metafísica hasta política. La intención era presentar el track No. 1 titulado "No creo en el jamás" (Chequen la letra: Sé que no estoy solo, yo sé que dios está aquí adentro y necesito silencio para poder encontrar mi propia voz y mi verdad (...) Hoy voy a buscar estar mejor, la vida tiene solución aquí no hay nada imposible, no creo en el jamás), pero en este caso, Juan Esteban no hizo su tarea y no tomó en cuenta que el cerebro no registra el no. Y ya vimos que según Chenoa...ejem, según El Secreto, la manera en la que estructuramos nuestros pensamientos cambia nuestra realidad noo??

Otros poperos elevados:
- Paulina Rubio - Esta sin duda es una iluminada. Nomás fíjense en la profundidad de su obra llamada Sexi dance: "Hah, haah, haah, HaAaAaAah, haah, haah, HaAaAaAh..." Juzguen ustedes, I rest my case.
- MC Luka - Con su "Lupita's Taco Shop" da una cátedra de lo que pudo haber hecho Elizabeth Gilbert, la autora de Eat, Pray, Love si para su objetivo de alcanzar la felicidad espiritual a través de la comida hubiera escogido México en lugar de Italia.
- Shakira - cantando "creo que empiezo a entender (despacio, despacio) que nos deséabamos desde antes de nacer" la colombiana demuestra su gran avance espiritual y aceptación del destino, además de haber titulado su disco "Fijación Oral" en abierta referencia a Freud, cuyos libros seguramente ha devorado.
- Kalimba - "Pasa la angustia, tan cerca de mí" es algo que pudo haber sido dicho por el mismísimo Heidegger.
- Gloria Trevi - "Y le creo, le creo, le creo. Le creo que su amor será eterno" son afirmaciones que ilustran perfectamente el famoso leap of faith de Kierkegard.
- Y muchos más.

En fin, esto es como todo, hay cosas que ni qué, ¿tengo o no tengo razón?


miércoles, 30 de abril de 2008

Ouvert / Abierto / Open / Geöffnet / Aperto

¿Qué ocurre cuando después de un día feliz despiertas moribundamente triste, tratas de abrazar a tu mascota pa' chillar agusto y te suelta un zarpazo a la cara, te sales a la calle rumbo al Starbucks más cercano pensando que un buen muffin inglés de huevo con tocino y un cupcake de chocolate te van a aliviar pero el insoportablemente amigable staff te anuncia que no hay, peleas con el tipo del valet que te quiere cobrar $10 varos, te cruzas la calle e intentas ver si la gente que ya está cerrando La Casita Verde te hará favor de prepararte unos bisteces en pasilla "o lo que haya" sin éxito; continúas - mientras escuchas Neon Bible - hasta McDonald's con la intención de engañar el antojo original con un McMuffin pero "ya no hay desayunos" y el desgraciado del Auto-Mac se gana una mentada antes del arrancón, llegas despechado a la competecia - Burguer King - donde descubres que el tal Melt deluxe con tocino no es lo que esperabas pues te engordará sin haberte satisfecho y te hará sentir como un típico mexicano kitsch: muy patriota pero persiguiendo el american way of having breakfast; revisas tu correo para encontrar toda clase de incongruencias en tu trabajo, escapas al cine y ves la peor película del año - de verdad Hayden Christensen es malísimo - y fuera de toda esta reseña sobre comida y hablando más en serio te sientes verdaderamente decaído...? - Nada.
Durante el accidentado trayecto, noté la presencia de la tristeza abrazándome en el asiento del copiloto. Y no hice nada, más bien la abracé de vuelta. Sí, intenté tragar y llenar con comida junk los vacíos dentro de mí en los que la tristeza y el dolor tienen bien metidas las manos, pero de paso les compartí una mordida o dos. Me cansé de estar deseando todo, y dejar de ver el suelo de hoy por estar soñando con un horizonte que, reconozcámoslo, quizá nunca llegue y si llega nada me garantiza que ahí esté mi felicidad y que una vez habiéndolo conseguido voy a dejar de tener días como este. Quizás sea una falta de litio en mi cerebro, quizá una sucesión natural de calmas y tormentas, o una mala combinación de elementos químicos en este ambiente de lluvia.
Voy a dejar de pelearme con cómo me siento, algo que es muy diferente a dejar de pelear por uno mismo. Es más, seguramente es lo contrario: voy a abrazar mis tristezas y cualquier otro sentimiento presente que me conceda el favor de su visita.
Porque dentro de todo, hoy me dí cuenta que este no fue el último día de tristeza que tendré. Que faltan muchísimas batallas, y ya estuvo bien de estar corriendo. Si la tristeza quiere llegar, que llegue. Estoy seguro que se destanteó cuando vio que al venir dejé de esquivarla y le planté el pecho, la dejé que me arrollara y la sorprendí con un beso. Estoy listo para abrazarla y que me acompañe los días que haga falta, a bailar con ella hasta dejarla cansada, a hablar con ella hasta hartarla, a apretarla hasta ahorcarla, a llorar mientras le tomo la mano hasta que se ahoge...y que justo por esa razón, por haberla vivido intensamente, se muera y se largue de una vez por todas.
En una de esas la siguiente visita es la felicidad, un día cualquiera como hoy.
So bring it on...Que me tome y que venga lo que haya de venir. Si es un fracaso que venga. Si son cien días de llanto, que vengan pronto. Si es la mejor de las suertes, que venga ya. Si es una enfermedad o la mujer de mi vida o la muerte o mil millones o la ausencia o la posibilidad o el trabajo de mis sueños ¡que vengan! Aquí tienen una puerta abierta de par en par.
Para todos tengo aguante, a todos los voy a abrazar. A todos.

sábado, 19 de abril de 2008

Chenoa, la historia casi completa

"On ne grandit pas: on pousse un peu tout juste le temps d'un rêve d'un songe [ ... ] On ne change pas, on attrape des airs et des poses de combat, on se donne le change, on croit que l'on fait des choix"
Mi trabajo me ha permitido conocer ya a mucha gente exitosa, pero a decir verdad - salvo un par de episodios con editoras de revistas - no había visto a nadie que me emocionara. Hasta Chenoa.
Hace muuchos años, cuando por mi edad aún me era socialmente válido abiertamente emocionarme con la tele, descubrí a Chenoa cantando "Otro amor vendrá" y vaya que me emocioné: ella tiene el
récord de haberme conmovido más veces en mi vida con su interpretación. Al salir su gran concierto en Zaragoza en octubre de 2003 me impresioné con su hermosura - qué mujer tan bella (¡!), por donde la veas tiene un ángulo sexy -, su bestial fuerza escénica y a su voz potente pero femenina, en mi opinión la mejor que tenemos en nuestro idioma. Más tarde, su canción "Si no estás" se convertiría en la banda sonora del momento más triste de mi vida. Todo en ella me fascinaba. Algún día la conocería, no quedaba duda.
Y sucedió que por fin Chenoa llegó hace poco a mi ciudad con su nuevo disco, muy distinto a los anteriores: sentí que las letras son más para
teenagers. A pesar de que la contagiosa "Todo irá bien" (el sueño mañanero de cualquier fan de The Secret) y la divertida "El Bolsillo del Revés" la alejan de su característica línea madura, la frescura de"Absurda Cenicienta" es un inteligente acierto mercadológico para hacer que Chenoa cruce con éxito el charco y venga a México.
Chenoa vive una etapa feliz y se nota. Lo constaté porque el día en que la conocí - a pesar de que ella decía que estaba agotada - la encontré hermosa como nunca antes.
El tiempo de verla fue bastante breve, pero suficiente. Bastó para hacerme sentir como cuando tenía 16 y me emocionaba y era un grouppie profesional. Suficiente para poder agradecerle a través de un anillo en el que he puesto tanta energía todos esos regalos que indirectamente me dió sonorizando mi vida con su música.
El caso es que ya estoy como esos señores que tienen la tienda de
fotos tamaño pasaporte para visas cerca de la embajada de Estados Unidos: lleno de fotos con famosos. Pero que conste que de todas, la de Chenoa es de verdad la más especial.

lunes, 7 de abril de 2008

Maravillosa Capadocia (en México)

La última novela que me gustó, "La Sombra del Viento", me atrapó en gran medida porque por fin pude leer sobre sucesos que ocurren en el barrio gótico de Barcelona. Algo conocido, que desde "Diablo Guardián" - situado en la Ciudad de México - no ocurría. Por fin no se trataba de Afgnistán, ni de Hogwarts, ni de París.
Capadocia no está en Odessa Texas, ni en Seattle, ni en una isla perdida cerca de Australia. Capadocia no está en Turquía: Está en la Ciudad de México y es increíble.
En nuestra Capadocia no hay
cheerleader ni McDreamys (menos mal), porque se trata de la primer serie de HBO hecha completamente en español. En México (!!!).
¿Cuándo fue la última vez que viste un perro en la calle?
Capadocia cuenta las historias de decenas de presas chilangas (bueno, y una espectacular colombiana) que llevan encarceladas unos 15 años sin ver, por ejemplo, un animal en la calle.
Más allá del placer de ver tu propia ciudad, o de las grandes actuaciones de Ana de la Reguera - mamacitaa- , Juan Manuel Bernal y
La Bambi (sí, porque con este personaje, a todos se nos va a olvidar que la Bambi es Cecilia Suárez), Capadocia es una historia bien hilada y bien profunda, porque retrata la realidad del sistema de justicia mexicano: nauseabundo, ahogado por los intereses políticos, triste, olvidado. Los personajes son fuertes y - por la naturaleza de la historia y la forma en que se cuenta - ricos en matices, justo como los propios mexicanos. Estas historias de sacrificio ante la violenta injusticia sólo son creíbles porque son historias de mujeres mexicanas.
La fuerza de Capadocia es precisamente eso: que lo que le ocurre a Lorena Guerra (Ana) - a quien encarcelan después de un asesinato accidentado luego de que encuentra a su amiga en la cama con su esposo - puede ocurrirnos cualquier día a ti, a mí o a cualquiera que viva en México (o Latinoamérica para efectos prácticos).
Los muy aplaudibles escritores de Capadocia capitalizan la sensación de una posible y potencial falta de justicia tan dolorosa que parecería absurda en otros contextos, pero que se hace verosímil y probable en nuestro país, en situaciones que paradójicamente parecen demasiado cercanas. Claro está, como siempre, la realidad supera la ficción, pero por ser la que revela la punta del iceberg de muchas ideas y propuestas televisivas, Capadocia será impactante.
Propositiva porque plantea implícitamente interesantes debates alrededor la privatización de las cárceles: Capadocia denuncia, conmueve, condena, pone en el mapa televisivo realidades recreadas que nadie quiere ver; con el loable objetivo de entretenernos como todas las series gringas, pero haciéndonos de paso reflexionar.
Capadocia es pues el nuevo tema de conversación, la nueva adicción imperdonble, la nueva razón por la que muchos vamos a pagarle - con gusto - un varito a HBO con tal de verla cada semana.
Sí. En términos televisivos, la era de
La Bambi ha llegado - muy afortunadamente - a nuestras vidas, y ojalá nos dure mucho tiempo y nos genere más producciones así.
¿Quién ya la vio? ¿Quién la va a ver?

miércoles, 2 de abril de 2008

¿Tons todos estamos deprimidos...?

"God damn it, an entire generation pumping gas, waiting tables; slaves with white collars. Advertising has us chasing cars and clothes, working jobs we hate so we can buy shit we don't need. We're the middle children of history, man. No purpose or place. We have no Great War. No Great Depression. Our Great War's a spiritual war... our Great Depression is our lives. We've all been raised on television to believe that one day we'd all be millionaires, and movie gods, and rock stars. But we won't. And we're slowly learning that fact.
And we're very, very pissed off.”
–Tyler Durden (Brad Pitt, en 'Fight Club')

Sin utilizar la palabra "depresión", la mayoría de mis amigos pasan o acaban de pasar recientemente por situaciones y sentimientos parecidas a esto que vivo yo. ¿Será que me junto con puro loser? Yo digo que no. El punto es, si tan generalizado está este sentir en mi entorno ¿es normal sentirme así? ¿Es propio de los veintitantos? ¿Es un problema personal pero colectivizado? Chequen, diagnostíquense junto conmigo...

Los síntomas de depresión - según esa gente desconocida a la que aludimos cuando contamos algo sin poder citar una fuente específica empezando con la frase "Pues dicen que..." - abarcan:

- Dificultad para conciliar el sueño o exceso de sueño. Esta todos la tenemos no? Yo últimamente, creo que si nadie me llama (salut Sophie), sería capaz de dormir 24 horas. O todo lo contrario.
- Cambio dramático en el apetito, a menudo con aumento o pérdida de peso. En mi caso momentáneo, no me quejo. La pérdida total de apetito me está permitiendo cumplir excelentemente con mi dieta.
- Fatiga y falta de energía. OK pero mínimo estoy escribiendo un post.Not in the mood for crunches or sit-ups really.
- Sentimientos de inutilidad, odio a sí mismo y culpa inapropiada. Uno sabe en el fondo que esos pensamientos aparte de falsos son inútiles. ¿Pero cómo va a quedarse uno después de años de trabajo sin reconocimiento? ¿Qué ánimo va a tenerse después de darse cuenta una y otra vez que vale más ser sobrino del jefe que hablar cinco idiomas para quedarse con un puesto? Y peor aún, qué motivación surge al ver que ante la necesidad de cambio es difícil encontrar alternativas. ¿Y a quién va uno a echarle la culpa? A los demás no.
- Dificultad extrema para concentrarse. Uhm, este síntoma es razonado y discriminatorio en mi caso. Si estoy viendo Entourage, me concentro perfecto. Pero no me pidan que les saque un informe de las 500 empresas más importantes.
- Inquietud e irritabilidad. Hell yeah. Pero una vez más, mi punto es, and don't we all?
- Inactividad y retraimiento de las actividades usuales. Hell yeah. Pos ni he posteado.
- Sentimientos de desesperanza y abandono. Well, yeh, kinda' sorta'.
- Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio. Bueno, quién no? Acaso no sería increíble ser como un James Dean de la del Valle??? Pues sí, pero hasta eso que uno sabe que después de que la depre pase, hay un gran gran futuro. También está increíble ser un Vincent Chase de la del Valle, no?

¿Cómo se vieron? No me digan que no tienen por lo menos unos cinco síntomas. Si no, qué envidia. La pregunta es, si la depresión es ya una parte generalizada (y pocas veces reconocida) de nustra vida post-moderna. Si es ya una etapa inescapable, como la llegada de la pubertad, o el recurrente periodo. Porque es algo que se repite unas cuántas veces en la vida, no? Por todas partes, chocolates, helados y estereotipos se ofrecen como remedios a estados de ánimo que parecieran generalizados. ¿No les parece?
Más aún, el punto es: ¿y qué importa si estamos todos deprimidos, si la vida y la rigidez de las estructuras laborales, sociales, familiares, y obviamente económicas que nosotros mismos hemos creado nos impiden tomar un respiro hondo, tirarse en una cama, pensar, sentir, reflexionar, curarse?
Nos hemos ocupado de trazar un camino ficticio que dicta cómo deben ser las cosas, y crearnos una vida interna que termina a las 9 cuando empieza el trabajo, y recomienza cada día a las 6 de la salida. Eso, claro, si uno no tiene un trabajo extra, comme moi. A mi jefa le vale si estoy deprimido o no. El trabajo hay que sacarlo, muerto por dentro o no.
La vida social es otro factor a nuestra suma: "Te mato si faltas a mi fiesta eeeeh gooeeii", and please smile and be good to the paps, you're a celeb after all dontcha'?

En fin mis queridos lectores y deprimidos compañeros generacionales, the show must go on.
He de decir que hay algo en el mal de muchos que sí me consuela. Sé que muchos de nosotros pasamos por lo mismo, que no soy el único ¿Cierto?

miércoles, 19 de marzo de 2008

De los niños gordos y las bondades del veganismo

Pues sí reverenciados lectores, después de hacerme mucho del rogar, regreso a contarles una anécdota que es más de lo mismo de siempre: mi lucha contra los kilos y los tacos al pastor.
Es preciso que empiece confesando que hace ya casi un mes decidí ver una peli, y me pedí una Peperonissima extra grande. Como me la terminé entera a eso de la mitad de la peli, decidí pedir otra más. Cuando iba camino al contenedor de basura para esconder la evidencia de dos cajas vacías y evitar los comentarios familiares (Nosotros sabemos que "la pizza te nutre" pero mia famiglia considera que como demasiado), me dí cuenta que si estaba ocultando el hecho era porque en el fondo sabía que no estaba bien. Y así, decidí buscar ayuda profesional.
Me conseguí una nutrióloga personal que me puso un régimen de no pasar hambre. Llevo 3 kilos menos y la verdad es que -Versión oficial: me siento increíble y amo las verduras. -Versión off the record: I'm certainly not starving but I feel like eating an entire cow and then two or three chocolate cakes. With cream on top. And jelly. And ice-cream aside.
Total que en la última consulta le rogué que me dejara incluír en mi balanceada dieta un porcentaje de tacos al pastor en mi ingesta diaria recomentada. Y así, me dejó comerme sólo tres (¡¡¡!!!).
Total que ayer por fin fui a ese templo de placer llamado "El Hostal de los Quesos" acompañado de Best Ever aka myself. Y como iba solapa, me puse a ver a los otros comensales. Entre ellos había un mocoso entrándole tupido a una gringa de pastor.
Uno de los placeres en mi vida - así como Amélie Poulain ama meter la mano en un costal de frijoles y así - es observar a niños gordos comer. Me encanta. Es una actividad que practico frecuentemente y se ha convertido en un disfrutable hobby. Que conste que nunca fui un niño gordo (al contrario, de chiquito era flaco y lacio y todos hacían circo, maroma y teatro para que comiera -¿Ya vieron las consecuencias de rogarle a un niño flaco que trague??? Aprendan futuros padres: hoy soy un no-tan-gordo de pelo rizado y bastante engreído), pero siempre que veo a un chiquillo mantecón atascarse con gusto sonrío y pienso que sería un gran actor para personificarme en mi etapa de niño en la película de mi biografía. Y acto seguido, I order whatever he's having.
El caso es que anoche después de comerme sólo tres tacos, morí de ansiedad. Obvio pedí una gringa. Llegó. La ví. La partí, amándola. Me empecé a comer un cuarto y fui feliz. Después otro cuarto, y me entró la culpa: "Llevas casi un mes haciendo "Zumba" y tragando diario Vitalínea, nopales y el nuevo Special K Control con alga espirulina y vas a arruinarlo todo por una gringa??? NOOO SEÑOR".
Y así, no supe qué hacer con la mitad de mi gringa, que estaba ahí frente a mí, inmaculada y sin tocar. Necesitaba encontrar un digno heredero. Entonces, me acerqué al niño, y dispuesto a convertirme en su héroe le dije:
"Oye, veo que te gustan mucho los tacos, yo ni he tocado esta mitad de gringa que todavía está calientita ¿la quieres?"
Mamá del niño obeso: Óyeme no cómo crees, mi hijo no se va a comer tus sobras
Niño obeso (sonriendo): Ah sí gracias amigooo
Yo: No señora, cómo cree que le voy a dar sobras, le digo que esta gringa ni la he tocado, y en vez de que se la lleve el mesero y la tiren, mejor que se la coma el niño
Mamá del niño gordo: No no, ya te dije que no, dásela a alguen más pero a nosotros no, además yo cuido mucho lo que come mi hijo
Yo: Sí señora seguro, igual que mi mamá. Toma amigo...
Y entonces le entregué la gringa a mi amigo, quien obvio gustosamente la aceptó. No pude ver cómo la disfutaba. Esperé mi cuenta ahí parado en la caja, porque hubiera sido muy incómodo quedame en la mesa.
Neta comer grasa es lo peor. Seguro una mamá vegana hubiera agradecido al dios del gérmen de alfalfa el hecho de le regalara una comida impecable a su vegano hijo para nutrir su organismo. Neta, convirtámonos todos al veganismo. Coman frutas y verduras.
Y gracias a todos por los comentarios del post anterior.

lunes, 3 de marzo de 2008

Otro ataque

Sí señoras y señores. O señora y señor, en singular, más apropiado. Esta vez lo tengo bien conscientizado: me está dando un ataque de esos en los que me voy y no regreso en mucho rato.
Resulta que me he visto obligado a moderar los comentarios porque digamos, dos de cada tres son pendejadas mal intencionadas y anónimas. ¿De verdad no tienen otra cosa mejor que hacer? La única excepción fue Josephine, a quien agradezco enormemente.
Pero es que lectores, yo sí escribo para ustedes. Ya no voy a fingir que escribo únicamente para mí mismo y que me importa un bledo si me leen o no. Honestamente detesto no sólo no tener muchos comentarios, sino tener más comentarios estúpidos y/o negativos.
Así que miren, yo les puedo hablar de negatividades y de lo asquerosa que es mi vida en la embajada asiática, quejarme de las deudas hasta el cuello, y chillarles porque no me dejan comments. Pero no, hagan lo que quieran. También puedo hablar de cosas supremamente buenas. Y como escojo esta última opción, mientras llegan mejores eventos qué cubrir/escribir aquí ahí nos vemos...Mucha paz y mucho amor y buena vibra y lean The Secret y nunca cambien. Auf wiederlesen.

domingo, 24 de febrero de 2008

Todos somos Javier Bardem

- Who was your inspiration for your murderous character in No country for old men?
- "I was thinking of some Mr. Bush"
Javier Bardem
Sí, sé que están pensando que soy el primero en criticar los premios de la academia y justo ahora que acaba de ganarse uno es cuando estoy escribiendo sobre Bardem. Y tienen toda la razón.
Porque muchísimo antes de hoy, ya sabíamos que Javier era el rey de nuestros actores. Mucho antes de hoy tuvimos Jamón Jamón y Carne Trémula y la maravillosa Mar Adentro.

Pero es que Bardem acaba de cumplir mi sueño, y acabo de verme en pantalla: subió al lugar más visto esta noche por el mundo y habló en Español para dedicarlo a su madre y sus raíces, igual que yo en la imaginación tantas veces cuado practico mi acceptance speech frente al espejo. Qué marvillosa emoción...
Si todos nuestros actores fueran como él, otro panorama habría. Talento, valentía, responsabilidad social, arte y sobre todo, orgullo del lugar de origen. Estoy seguro: esos artistas están regados por todo Hispanoamérica, ojalá los descubran, los apoyen y no se atrevan a imponerles un futuro como ejecutivos de alto nivel. Miren lo que llegan a hacer los grandes actores con la atención cuando saben que una gran parte del planeta los ve. ¡Que viva Bardem! ¡Que viva nuestro idioma!

jueves, 21 de febrero de 2008

El pantalón roto es lo de hoy

Anoche fui a cenar con mi amigo Eduardo y me tragué dos órdenes de tacos al pastor, un queso fundido y una gringa. Eduardo no pudo acabarse su bisteck al queso (tuve que ayudarlo). Esta mañana me llamó para decirme que no había podido dormir de indigestión. Yo que dormí como un bendito, me burlé de su exageración: Después de todo, uno tiene que cenar porciones propias del macho de 26 años que uno es, noo?
Por otro lado, todo hace moda: ya sabemos que los ripped jeans han vuelto a estar en boga. Pues yo, como ícono metrosexual mexicano, propongo el ripped suit. Por desgracia o por fortuna, no oí ese desgarrador sonido propio de la ropa que estalla. Interpreté las miradas de curiosidad hacia mi butt como admiración por parte de los asiáticos. Pero no, no era eso. Tenía roto el pantalón sobre la nalga derecha (no está tan grave, creo).
Desde aquí declaro que esto naturalmente obedece a mi obsesión por la moda y fue A PROPÓSITO. El traje roto es lo último que viene. Si pronto ven a los hombres de negocios y a los fashionistas en las calles rockeando el pantalón roto en la parte de atrás, recuerden que fui yo quien inició esta original tendencia de vanguardia. Watch out Tom Ford...
Quizás sí ya sea hora de cenar más ligero...Después de hoy, la expresión "desgarrarse las vestiduras" has a whole new meaning...
UPDATE: Esto está siendo escrito el 26 de febrero, a menos de una semana de haber escrito este port. Be careful what you wish for...Se me acaba de romper un segundo pantalón. Ahora sí oí el terrible sonido. Y este traje sí me gustaba. Sh*t...