miércoles, 30 de abril de 2008

Ouvert / Abierto / Open / Geöffnet / Aperto

¿Qué ocurre cuando después de un día feliz despiertas moribundamente triste, tratas de abrazar a tu mascota pa' chillar agusto y te suelta un zarpazo a la cara, te sales a la calle rumbo al Starbucks más cercano pensando que un buen muffin inglés de huevo con tocino y un cupcake de chocolate te van a aliviar pero el insoportablemente amigable staff te anuncia que no hay, peleas con el tipo del valet que te quiere cobrar $10 varos, te cruzas la calle e intentas ver si la gente que ya está cerrando La Casita Verde te hará favor de prepararte unos bisteces en pasilla "o lo que haya" sin éxito; continúas - mientras escuchas Neon Bible - hasta McDonald's con la intención de engañar el antojo original con un McMuffin pero "ya no hay desayunos" y el desgraciado del Auto-Mac se gana una mentada antes del arrancón, llegas despechado a la competecia - Burguer King - donde descubres que el tal Melt deluxe con tocino no es lo que esperabas pues te engordará sin haberte satisfecho y te hará sentir como un típico mexicano kitsch: muy patriota pero persiguiendo el american way of having breakfast; revisas tu correo para encontrar toda clase de incongruencias en tu trabajo, escapas al cine y ves la peor película del año - de verdad Hayden Christensen es malísimo - y fuera de toda esta reseña sobre comida y hablando más en serio te sientes verdaderamente decaído...? - Nada.
Durante el accidentado trayecto, noté la presencia de la tristeza abrazándome en el asiento del copiloto. Y no hice nada, más bien la abracé de vuelta. Sí, intenté tragar y llenar con comida junk los vacíos dentro de mí en los que la tristeza y el dolor tienen bien metidas las manos, pero de paso les compartí una mordida o dos. Me cansé de estar deseando todo, y dejar de ver el suelo de hoy por estar soñando con un horizonte que, reconozcámoslo, quizá nunca llegue y si llega nada me garantiza que ahí esté mi felicidad y que una vez habiéndolo conseguido voy a dejar de tener días como este. Quizás sea una falta de litio en mi cerebro, quizá una sucesión natural de calmas y tormentas, o una mala combinación de elementos químicos en este ambiente de lluvia.
Voy a dejar de pelearme con cómo me siento, algo que es muy diferente a dejar de pelear por uno mismo. Es más, seguramente es lo contrario: voy a abrazar mis tristezas y cualquier otro sentimiento presente que me conceda el favor de su visita.
Porque dentro de todo, hoy me dí cuenta que este no fue el último día de tristeza que tendré. Que faltan muchísimas batallas, y ya estuvo bien de estar corriendo. Si la tristeza quiere llegar, que llegue. Estoy seguro que se destanteó cuando vio que al venir dejé de esquivarla y le planté el pecho, la dejé que me arrollara y la sorprendí con un beso. Estoy listo para abrazarla y que me acompañe los días que haga falta, a bailar con ella hasta dejarla cansada, a hablar con ella hasta hartarla, a apretarla hasta ahorcarla, a llorar mientras le tomo la mano hasta que se ahoge...y que justo por esa razón, por haberla vivido intensamente, se muera y se largue de una vez por todas.
En una de esas la siguiente visita es la felicidad, un día cualquiera como hoy.
So bring it on...Que me tome y que venga lo que haya de venir. Si es un fracaso que venga. Si son cien días de llanto, que vengan pronto. Si es la mejor de las suertes, que venga ya. Si es una enfermedad o la mujer de mi vida o la muerte o mil millones o la ausencia o la posibilidad o el trabajo de mis sueños ¡que vengan! Aquí tienen una puerta abierta de par en par.
Para todos tengo aguante, a todos los voy a abrazar. A todos.

7 comentarios:

Marcos Legaspi dijo...

no pasa nada de nada.

se feliz y recuerda lo bien que la pasaste el dia anterior.

Anónimo dijo...

Volví de Tailandia. TIENES QUE IR.

Yo también andaba con ese ánimo, y bueno, yo sé que igual en el futuro tendré mis días malos, pero en Chiang Mai platiqué con un monje budista al que exprimí con mis preguntas.

Entre otras mil cosas, le pregunté por qué no puedo meditar bien en mi clase de yoga, por qué no puedo poner la mente en blanco.

Me contestó más o menos así:

Porque piensas demasiado y no vives en el ahora. Sufres por un pasado que no puedes cambiar y por un futuro sobre el que no tienes control. El único momento que importa es este, si lo vives y piensas en él todo lo demás se aclara y tiene sentido.

Y yo le creo.

Anónimo dijo...

¿Y si mejor dejamos de esperar? ¿Y si dejamos de soñar despiertos con el qué será? ¿Qué pasa si sólo nos bebemos la vida día por día, se pierde o se le gana sabor a estar aquí?

Anónimo dijo...

Se lo que sientes porque un día mi vida se desmoronó. Dejé entrar la tristeza y me consumió durante dos años. Descubrí que se vale estar triste, pero que siempre es bueno tener una pequeña victoria para no andar por la vida "sobreviviendo" el día a día. Mínimo una semanal, en la que el éxito dependa de tí y no de los horarios, deseos o trabajo de alguien más. Busca algo más grande cada vez. Y pues siempre es bueno platicar (o escribir) y desahogarte (para eso estamos los amigos), porque yo creo que por muy bueno que sea un sentimiento, si no lo dejas salir, tarde o temprano te consume. Te mando un beso y un abrazo.

Anónimo dijo...

NO púedo aceptar lo que dices ahi. algunos comentarios:

1. nunca nada es malo nunca nada es bueno todo simplemente ES asi que no evalues solo vive y disfruta
2. Desear todo y ver el horizonte se llama soñar, ¿de que sirve soñar si son cosas tristes y cumplidas? cuesta lo mismo soñar chico que soñar grande asi que mejor soñar grande
3. No puede ser que no hayas disfrutado un melt, es lo que comen los dioses!!!!

Anónimo dijo...

we're going to london baby!!!!!!

so i say sadness can wait, no room for her at the moment... ;)

úrgenos cenita casera!

muak muak

Anónimo dijo...

Las respuestas llegan... poco a poco... como gotitas que esperan justo el silencio absoluto para caer y resonar con mucho eco.

Las repuestas llegan... a su tiempo.

Creo que puedes disfrutar tu tristeza con ganas, y un día vendrá la alegría y sabrás exactamente cómo sacarle jugo.