lunes, 8 de diciembre de 2008

¿Y si me bebo un vasito?

Un buen día me voy a morir, lo que no sé es si de tristeza intensa o de felicidad voraz, porque paso de la una a la otra sin sentir el inbetween.
Nada preocupante, considerando que como digo en posts anteriores, actualmente vivo el 99% del tiempo en la euforia. Quien comparte esta afortunada dolencia lo sabe: los que traemos la adicción en las venas, corremos el riesgo de no saber distinguir límites. Esto nos recuerda episodios como el día en el que me tragué 36 enchiladas de mole un día después de haber regresado de viaje. Etcétera.
Lo positivo de esto es que la sed de todo - como esa que tiene Sylar -, al invadirte te lleva frecuentemente a lugares extraordinarios, haciendo de tu existencia un presumible álbum fotográfico que pocos pueden reunir. (Lero lero).
El caso es que a ratos uno se vuelve -intermitentemente y al azar - esquizofrénico, maníaco, depresivo, paranóico, eufórico, obsesivo, etc. Y a mucha honra. Pero aún así, me falta expreimentar el enamoramiento.
Con todo respeto a personas que he querido mucho y que pudieran caer en este escrito, siento que nunca en mi vida me he enamorado. Así el amor amor de las películas, ps no. O será que los que se dicen estar enamorados le exageran muchísimo y entonces sí he sentido cosillas solamente que no le exageré. No me preocupa ni hay prisa (digo trabajo el epicentro de la soltería plena). Pero la curiosidad que nace de la sed de todo me indica que podría ser hora y/o estaría rico.
Cuentan que la cantante griega esa fea y mravillosa de María Callas bebía vasos de agua contaminada con tenias para desarrollar solitarias y bajar de peso. Esa era a todas luces una de las mías.
El punto es, si el amor es tan parecido al cólera, pregúntome onde podré encontrar un vasito contaminado para cerrar los ojos, tomar aire y entrarle de un sorbo a toda el agua; y eventalmente desarrollar un buen enamoramiento. Según esto se siente uno bien feliz. Ya lo estoy, pero quiero más. Todo hay que probarlo al menos una vez, no?
Ya hice muchas cosas, soy un hombre que se tiró del bungee y del parcaídas y anda en búsqueda de emociones fueeertes y las arañas y todo eso. Ya toca enamorarse, si es que eso existe. Así que avísenme si saben cómo tengo que hacerle.
Y no se preocupen por los efectos secundarios (también multipublicitados, y esos se me antojan menos). Total, uno ya tiene experiencia en enfermedades mentales, qué no?

4 comentarios:

Galle de la Suerte dijo...

Jajaja, cómo me encanta leerte así. Soy igualita en eso de las adicciones, nunca me he comido tantas enchiladas, pero tampoco distingo límites cuando algo me gusta. Y sí, la Callas, tú y yo uno mismo porque ya estoy buscando un charco de agua puerca para tomarme un vasito.

Y del enamoramiento... uy, pues creo que en Gales algo le echan al agua porque ay nanita... valdría la pena intentarlo ¿no?

Besos

Anónimo dijo...

somos muchos, por lo que veo.
beso

Marcos Legaspi dijo...

no importa si nunc ahas estado enamorado, pero si HAZ AMADO, entonces no es de preocuparse.

Nessa Yávëtil dijo...

¡Jesús!
Me encantó la referencia a Gabo.

Suerte en tu nueva empresa :-)