domingo, 28 de mayo de 2006

Sólo por comentar,

porque acá ando sólo, encerrado y quesque estudiando para el último examen del semestre mañana. Abajo están mi tío, una amiga de la familia y los compadres. Seguro alguno se pone jarra.
Porque el alimento más nutritivo para todo espíritu es la conversación...Oír historias, compartir ideas, intercambiar impresiones mmhhhh qué delicia. Si hacemos un análisis fisiológico, para eso está hecha la raza humana: para comunicarse. Fíjémonos en las manos, en la lengua, en las cuerdas vocales...
Hoy comí, en una de esas reuniones tan mexicanas de domingo - a ritmo de Gloria Estefan (Mi Tierra) y otros clásicos discos generalizadamente preferidos desde hace años por la gran familia mexicana -, que repelen al mismo tiempo que atraen, con los compadres de mis papás, que este año cumplieron 50 años de casados. Cincuenta. Increíble. No sé si puedo pensar en vivir más de 50 años en un mismo lugar, si en 50 años tendré los mismos amigos, o hasta contacto con mi hermana. Y ellos viven juntos y no se han separado. Historias más fascinantes que la misma ficción. Ella era guapísima en aquellos tiempos, él, chaparrito y celoso.
Igual y exagero, pero qué privilegio compartir con ellos. Mi admiración y mi respeto, no sé cuántas veces se los dije. Se vé que tienen sus dificultades, pero digo, después de ese tiempo...
Creo que eso es el amor. No el romanticismo, ni la cursilería, ni el besito, ni siquiera el sexo altamente satisfactorio. Creo que es tolerar y aceptar a una persona tanto tiempo...Qué belleza. Estoy en serio sorprendido.
Y bueno, comentado está. Feliz domingo.

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