lunes, 24 de diciembre de 2007

En Navidad: Un mensaje de Esperanza

Gregorio Samsa despertó aquella mañana después de un sueño inquieto y sorprendióse en su cama convertido en un monstruoso insecto.”
- Franz Kafka, La Metamorfosis.
Kafka me regaló una novela en la que pienso cada vez más a menudo al despertar, porque me doy cuenta que soy una versión alternativa de Gregorio Samsa. Ya desperté esta temporada navideña convertido en un Grinch. Una gigante cucaracha dispuesta a arruinar la Navidad. Aborreciendo los especiales de televisión, las lucecitas que gastan tanta energía, los discos navideños de Céline Dion, los muñecos gigantes de nieve (¿Nieve en México???), a Santa Claus mismo. No encontrando felicidad al cantar la posada, muerto de claustrofobia en los centros comerciales atascados de comprandores compulsivo-felices, no sabiendo por qué la gente está en la calle con abrigo y bufanda (!!!) a pesar de que hacen unos 22 grados centígrados. Harto. ¿Qué me ha pasado? Piensa Gregorio Samsa al despertarse, igual que yo.
Don't get me wrong, amo que me regalen cosas (de hecho, anuncio que me hacen falta corbatas, gracias); y sobre todo: no puedo esperar a los canelones, la ensalada, el bacalao, la cava, la pierna y el turrón de hoy en la noche. Mmmhhhh....
Pero de eso a que ame costumbres pintadas de Coca-Cola, hipocresías propias de las cenas navideñas de las oficinas, o re-makes de la historia del Sr. Scrooge (A Christmas Carol de Dickens- ewwww), etc., etc., etc., pues NO. Todo lo que regalé a quien sí me nació estuvo hecho a mano por artesanos mexicanos. Platicando con ellos: este año la gente compró menos que el anterior. Y esta mañana navideña, bloggeando desde mi trabajo, quiero compartir una historia precisamente creada en México - hecha a mano, con mucho pulso, con mucho cuidado y dedicación (como dice la canción, y como debe ser) -.
Me disculpo este año por no poner la foto de Santa, ni de los renos, ni del paisajito nevado que tanto gusta. Les pido que hagan click en la foto y miren de cerca la cara de Manuel Jesús Córdova de 26 años, la historia navideña que Santa no nos trajo este año.

"Nunca hubiera podido dejarlo solo. Nunca" - Manuel Jesús Córdova, migrante mexicano indocumentado que salvó a un niño norteamericano de morir de frío en el desierto de Arizona.

Si la Navidad es lo que me enseñaron mis padres y maestros, Manuel Jesús sí captó el mensaje.
El cuento de Navidad de hoy es de un hombre de mi edad que tiene 7 hijos, a quien se le hace tarde para llegar a trabajar antes de que llegue la Patrulla Fronteriza. De un hombre que va buscando un mejor futuro a toda costa pero se queda una noche entera abrazando a un niño desconocido que no habla el mismo idioma que él, porque sabe que acaba de sufrir un accidente y perder a su madre, y por eso esta es una noche crucial como para abandonarlo y que muera de frío. De un gesto de humanidad que ocurre unas horas antes de una deportación. Esto sí es un cuento real. Sí sucedió.
Personalmente - y de ahí el gran valor del ejemplo de este héroe -, no sé si yo en su lugar me hubiera detenido a ayudar a ese niño gringo. Por eso, este es un genuino mensaje de esperanza a recordar: una historia simple sobre alguien que sí fue capaz de vivir los verdaderos valores que tanto nombramos en estas fechas, y que orgullosamente nació en Magdalena de Kino (Sonora, México).
Trabajo en un sitio en el que toda Latinoamérica y España es tratado como uno sólo. Un mismo territorio. Un mismo país. Eso es. Eso sí es.
(A ambos lados de la frontera, los comentarios - digamos - anti-navideños sobre Manuel Jesús no se han hecho esperar: que si esto nunca sucedió, que si es una manipulación, que este suceso a nadie le interesa, que si nos estamos aprovechando de esta historia aislada para mejorar la mala imagen de los migrantes mexicanos.
Sí señores, así es, Merry Christmas para todos Ustedes. Estoy seguro que se despertaron hoy con un árbol adornado con muchas luces, a zamparse un pavo esta noche y a cantar villancicos; pero lamentablemente no han tenido el valor de reconocer en Manuel Jesús al héroe que verdaderamente es porque como que no lo creen. Eso hace que Ustedes sean los verdaderos Grinchs y no yo, que tampoco me creo su particular manera de vivir la Navidad).
Así que hoy a ti que leíste esto, desde México te deseo de corazón que cada vez que tengas la oportunidad de ayudar a alguien, lo hagas.
¿De eso se trata la Navidad no? Sí se puede (!), lo llevamos en las venas, está en nuestro idioma. Muchas felicidades en este día. Aguas con los excesos en la cena. Te mando un abrazo enoooorme.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

YA ESTOY AQUÌ

VENGO A ARRUINARTE TU GRINCH NAVIDÁ
JAJAJAJAJAJAJAJA

QUIERO IR A CAMINAR TODO REFORMA, PARA TOMARME FOTOS CUAL TURISTA TAKA TAKA EN LAS ESCULTURAS, BEBIENDO UN CAFÉ BIEN CALIENTE CON MI BUFANDA Y UNOS 25 GRADOS A MEDIO DIA.

VIENES?????

ÁAAANDALE, DIME QUE SÌ

BESHO!

Anónimo dijo...

SI DE ESO SE TRATA LA NAVIDAD , Y TAMBIEN EL DÍA A DÍA .CREO QUE NADA TE LLENA MAS EL ALMA QUE EL AYUDAR A OTROS , DE LA MANERA QUE SEA PORQUE HAY VECES QUE CON UNA SOLA SONRISA O UNA PALABRA AMABLE DAS ALEGRIA A UN CORAZON TRISTE Y SOLO EN ESTA SOCIEDAD TAN DESPERSONALIZADA EN LA QUE VIVIMOS.LA HISTORIA DE MANUEL JESÚS, SIN DUDA, ES ADMIRABLE,UN HOMBRE VALIENTE Y BUENO .
BESOS PRIMO
ZARAGOZA-ESPAÑA-