jueves, 13 de agosto de 2009

Del porqué hay que denunciar

Esta es la historia de un hombre paseando por la Condesa, como cualquiera de nosotros cualquier día.
Siente algo extraño.
Entonces, lo ve: desde el parque México lo observa. Toma una foto al observador sin que se dé cuenta.

Es en la intersección de Michoacán e Insurgentes cuando lo alcanza minutos después. Saca una pistola y dice Afloja todo, sigue caminando y no la hagas de pedo.

En un cálculo que pudo haber sido mortal, el hombre se lanza hacia la pistola. "Se me hizo extraño que no la disparara, pues la quiso esconder por detrás, pero le pasé la otra mano por la espalda y lo empujé a un restaurante que estaba cerca. Se tropezó con las sillas... Y fue cuando ya tenía el arma en la mano, que comencé a gritar que me ayudaran, que me estaba asaltando". Fue así como llegó la policía a hacer el arresto.

El de la pistola no es un hombre. No es insulto, es descriptivo. Es un niño de 17 años que se conduce en la vida pistola en mano porque nadie fue capaz de inculcarle el trabajo y es demasiado impaciente o tiene demasiada necesidad como para esperar a estudiar una carrera.
En estos 17 años ya tiene una experiencia extraordinaria: estuvo en el tutelar por robo a usuarios de cajeros automáticos. Por su edad, fue liberado en noviembre pasado. Sabe que hasta que cumpla los 18, cada vez que lo arresten será fácil salir a la calle en unos meses. Eso aprendió. Según su declaración de los hechos, fue el hombre quien lo empezó a golpear un día en el que él había salido a buscar un trabajo honesto.

El punto importante aquí es perder el miedo, denunciar. Porque cuando el hombrede deba volver al niño en un careo en los juzgados, será la primera vez que este delincuente de 17 años viva esta experiencia. Antes, todas sus víctimas se abstuvieron de denunciar por miedo.

No estoy diciendo que lo óptimo es enfrentrte a tu atacante. Puedes enfrentarlo mejor y de una manera más certera si lo denuncias. Lo que estoy diciendo es que ya estuvo bien de tener miedo. Ya es hora de arriesgarse.

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