viernes, 25 de septiembre de 2009

Dos extremos en uno

Últimamente, me estoy aferrando mucho a los proyectos.
Con esta semana concluyen las clases de creatividad que tomé en Simulador de Vuelo. Una experiencia inolvidable.

Aprendí mucho y gracias a ello me sobrará inspiración por muchos meses más sólo por haber estado entre personas tan talentosas. A pesar de que entré - típico - sin la intención de hacer nuevas amistades, la verdad es que sin darme cuenta me quedo al final con grandes y entrañables amigos.
Si tuviera que resumir en una idea todo lo que aprendí, debería decir que para ser creativo uno necesita dedicarse.
Es el tiempo, la persistencia y las horas las que hacen que alguien con un talento promedio supere al de talento extraordinario que ha trabajado sólo 15 minutos.

Como todo en esta vida.

Estoy feliz, porque ya terminé.
Pero también estoy re-triste, porque ya terminé.

...

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Cuando hay pa' carne es vigilia

Después de graduarme, cada que vuelvo a mi universidad me nace escribir. Simplemente es muy inspirador. Así que tras dos visitas en esta última semana, aquí estoy desahogándome. Y es que cuando estudiaba allí y vivía entre esas sabias paredes, nomás no me nacía escribir.
Resulta que la nueva política impide que un ex-alumno acceda al estacionamiento. Cuando inicié mis estudios, no tenía cómo irme. Me despertaba una hora y media antes que todos para tomar un autobús al metro, después el metro, y después otro autobús a la escuela. Para regresar siempre buscaba un aventón. Como a la mitad de la carrera me compré un coche. Para estacionarlo, había que cubrir una cuota semestral que mis papás nunca quisieron pagar, así que yo dejaba mi coche en la esquna con
don Róber, que se convirtió en gran amigo, pero que casi nunca tenía lugar y siempre me hacía llegar tarde a clase. Ahora, que regresé en mi papel de ejecutivo muy acá, quise evitarme complicaciones, pero ya no pude entrar al estacionamiento. De cualquier forma me encantó ver a Don Róber. Sigue allí.
Al entrar, y salvo por la mala impresión que da el exceso de jeans pegados que no favorecen en nada, es inevitable sentirse seducido por la esencia flotante de la juventud estudiosa que impera en el lugar. Además, miles de millones de guapas se pasean ahora - en una forma que antes no recuerdo - por todos los pasillos. Llegué tarde a esa repartición.

El trato del personal de servicio es mucho mejor ahora que uno regresa en plan señor, ahora resulta que todas las vejas malencaradas de antaño son hasta educadas.

Hace poco recibí una oferta para trabajar en los premios MTV Latinoamericanos que tendrán lugar en México en octubre, una especie de sueño que siempre quise realizar. Llegó y tocó a mi puerta. Pero había que dar recibos de honorarios y no alcanzaba el tiempo para hacer los trámites. No voy a poder hacerlo.


Cuando por fin hay para carne, resulta que estamos en vigilia.

Uno de los placeres que más disfrutaba cuando estaba estudando allí eran los chilaquiles de la cafetería. Excelsos. Me los zampé durante la primer visita. El segundo día que anduve por ahí, algo en mi conciencia encargado de que no vuelva a engordar me advirtió que no iba a ser posible darme el banquete una segunda vez.
Me senté meditabundo y fascinado a ver a la gente pasar en el Partenón, que es como se llama el lugar donde estuve toda mi carrera sentado hablando con mis amigos. Pensé que hay que disfrutar del pollo y el pescado y la pasta, y de todo aquello que no sea carne, y no vivir deseándola; porque de repente la vida es tan perra que te la otorga cuando ya no puedes comértela.
Lo que tienes hoy es lo mejor que puedes tener, así que a hincarle el diente.
Me llegó el perfume de los chilaquiles de la cafe, y la "vigilia" me valió madres.
Obviamente, me los tragué. Quizá hayan sido los más ricos que he probado en toda mi vida.

jueves, 17 de septiembre de 2009

XY

Trabajo y no palabras para demostrar lo orgullosos que estamos del renacimiento de la televisión mexicana. Series buenas y no palabras para probar que después de Capadocia, tenemos ya una nueva propuesta que habla por sí sola de la evolución de sus creativos, producción y talento artístico.
Una vez más la Ciudad de México vuelve a ser el escenario de esta nueva sensación que ya empezó a invadir las pantallas de nuestra televisión abierta. Once TV, probando con hechos que es una tele mucho más arriesgada, presenta su primer serie de ficción: XY, una especie de Sex & the City con protagonistas masculinos; sin excluir a las mujeres, quienes seguramente serán las más interesadas en observar de cerca cómo pensamos.
¿Qué es ser hombre hoy? A través de cinco entrañables personajes que trabajan en la redacción de una revista en los que sin duda nos reconoceremos (o reconoceremos a nuestros amigos más cercanos), XY responde a esta pregunta. No puedo dejar de presentarles a los personajes y actores, por si acaso aún no se animaban a prender sus televisores - pizza y cerveza en mano - los miércoles a las 10:30 de la noche por ONCE TV.

Diego Rodríguez. A este lo pongo primero porque SOY YO (!!!) y este es mi blog. Tenemos más o menos la misma edad y los mismos intereses y valores. A todos los redactores, los activistas, los periodistas, los bloggeros, los copywriters, los creativos, los reporteros, los poetas, y los que de alguna manera vivimos de escribir; el fresquísimo actor Mauricio Isaac nos ofrecerá el retrato de un escritor con el que nos identificaremos desde el primer momento. Igual que a nosotros, le encanta estar contando historias y ama el cine. Él responde a la pregunta: ¿Si luchas por tus ideales, eres muy hombre? Aunque ya sabemos que sí, no nos vamos a perder todo lo que le va a tocar vivir en esta primera temporada.

Artemio Miranda. Él es, digamos, el Mick Jagger del quinteto. Encarnado por Juan Carlos Barreto, - quien a mi juicio tiene un tipo perfectamente representativo del hombre mexicano -, es el Director Editorial de XY. Un cuarentón que acaba de llegar a revolucionar la revista. Vive un momento crucial: es un reconocido periodista que ha perdido momentum en los últimos años y XY es la prueba por la que se consagrará o caerá según sepa jugar sus cartas y hacer equipo para ofrecer una revista que verdaderamente retrate al hombre de hoy. Nos cae bien porque jaló a Diego al proyecto. Nos da envidia porque su esposa es Silvia Carusillo, la guapérrima que hacía de Isabel en Capadocia. Su pregunta es ¿Si en tu oficina eres el que manda, eres muy hombre? Yo digo que no.

Tony Hernández. Este es el desgraciado por el que todas suspiran (Y suspirarán). Un playboy a la mexicana, el típico macho reloaded. Eduardo Arroyuelo, el tipo que lo interpreta, es un actor mexicano que ha llegado hasta Hollywood en proyectos buenos de cine indepediente. Si no me equivoco, Tony dará mucho de qué hablar. Es el principal enemigo de Artemio, porque siendo el gerente de ventas de la revista su chamba es explotarla y buscar que el proyecto sea lo más comercial posible. Mientras tanto, nos dará mucha envidia también porque le va tocar estar con muchas, muchas mujeres muy guapas. Su pregunta es ¿Si todas te desean, eres muy hombre? Según yo, no necesariamente, pero prove us wrong Tony, prove us wrong.

Adrián Campos. Él es otro redactor de XY, pero en versión elegante. Es como el tipo perfecto, el paquete completo, el que lo tiene todo. A él le tocan las secciones de moda, tecnología y estilo, porque es experto en todo eso. Rivaliza con Tony como el galán de la serie, también de este se van a enamorar todas las mujeres y seguro que hasta un par de compas desorientados por ahí. El personaje es muy interesante y tiene el potencial de poner a Claudio Lafarga en el mapa de los nuevos grandes talentos de la actuación mexicana. Su pregunta es ¿Si le eres infiel a tu esposa, eres muy hombre? Aunque ya sabemos que por supuesto que no, la evolución de Adrián para responderla será tan impactante que hará historia.

Luis Quitaño. A pesar de que este personaje es fascinante por tratarse de un divorciado bon-vivant que tiene una novia guapa 20 años menor que él, su fuerza radicará en el gran actor que lo representa: el enorme Javier Díaz Dueñas, una bestia escénica mexicana que lleva décadas siendo reconocido no sólo como actor de teatro, sino también como director de todo tipo de proyectos. Otro buen retrato de un ejecutivo cincuentón mexicano, Luis es el director comercial de XY (el jefe directo de Tony). Tiene dos hijos ya grandes en la universidad y un muy buen nivel de vida qué defender. A él le toca responder ¿Si le doblas la edad a tu novia, eres muy hombre? Por supuesto que sí, digo yo. ¿No?

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lunes, 14 de septiembre de 2009

Así nomás

Llevamos tantos días de lluvia intensa en la Ciudad de México que salir por la cena no es una opción. Felizmente, El Huequito piensa en todo y tiene servicio a domicilio.
Esta fue pues la gran noche ideal para tomar el teléfono y pedir un taco de pastor especial y un pan árabe con costilla y queso.
Un tipejo tomó mi orden, me pidió mi dirección y me preguntó mi nombre.
Felipe, respondí (la verdad, en estos tiempos, descarté darle mi nombre verdadero al goei que atiende el teléfono de El Huequito). ¿Felipe qué? preguntó, en tono altanero. Felipe así, le contesté. (Menos va a andar uno diciendo su apellido ficticio).
Unos treinta minutos después, un mozalbete con una bolsa amarilla de
El Huequito que contenía sabrosos manjares tocó a mi puerta. ¿El Señor Felipe Así ? Sí, soy yo, respondí.
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sábado, 5 de septiembre de 2009

De cómo las musas se mezclan con los mortales

Fue una espectacular noche en otoño el año pasado: una noche de moda. Tras una sobredosis de flashes, celebridades, escotes y texturas; los seres más vanguardistas de la Ciudad de México se arremolinaron desordenadamente para ocupar sus lugares en el desfile de la nueva sensación: Malafacha. Por afortunada casualidad, también yo estuve allí.
Después de un momento a obscuras, una luz amarillenta nos dejó adivinar la misteriosa silueta de una mujer.
Era el contorno de la elegancia de los años cuarenta, cargado de femineidad agresiva, felina y salvaje. La personificación refinada de los sueños vanguardistas de todos los pintores en todas la épocas; sabiamente vestida. Ella estaba viva: todos lo supimos cuando avanzó como una pantera hacia adelante de la pasarela, haciendo alarde de un sereno resplandor que nos cegó a todos. Había algo impactante: supongo que se debía a que ella, a diferencia de las mejores cosas de la vida, era irónicamente larga. El espacio quedó invadido por el seductor poder de su mirada al frente, que como una epidemia salvaje se apoderó de nosotros, conquistándonos para siempre. Sonaba la voz de Shirley Bassey interpretando una canción de Pink que ella musitaba entre sus labios de femme fatale.
Tras ella transcurrió uno de los desfiles de moda más exquisitos que he probado. De esos eventos únicos en los que uno se siente abrumadoramente embriagado ante la alineación de los astros. Ella salió un par de veces más dominando, luciendo otras prendas de la colección. Sólo los que estuvimos allí sabemos exactamente lo que intento relatar: un momento verdaderamente especial. Al final y en episodios posteriores, pregunté mucho sobre ella: quería saber su nombre, su profesión, escuchar cómo hablaba...
Me pregunté si esas extraordinarias creaturas alguna vez salen de los sueños y descienden a nuestro mundo para mezclarse con los mortales.

La respuesta es que sí.

Hoy, en la cafetería del Conejo Blanco, compartí con ella unos molletes.


(¡!!!)