jueves, 23 de julio de 2009

El atrapasueños

Cuando trabajaba en el call center tenía un amigo que decía que todos sus antecesores directos eran aztecas y así su sangre era puramente azteca.
¿Ves los dreamcatchers? - me dijo. Son aztecas no gringos.
Fue él quien me regaló mi atrapasueños auténtico, hecho a mano por él mismo, con hilos especiales, ramas de nosequéarbol y plumas de nomeacuerdoquéave.
Y desde entonces lo tengo en la ventana junto a donde duermo.
Después del bajón que conté en el post anterior (siento haber usado ese lenguaje), no desperté en óptimas condiciones y lo primero que ví es que una de las plumas del atrapasueños estaba en el suelo. Era el colmo. Pensé que era una señal, un mal presagio.

Me levanté y la recogí. El hilo que la unía con las ramas trenzadas se había aflojado igual que mi seguridad anoche.
Lo único que hice fue, con mucho cuidado, anudarla con la mayor fuerza posible que pude aplicar a la tarea, una curiosísima metáfora de lo que viene en mi futuro. Y fue así de fácil. El atrapasueños está listo para funcionar, lo arreglé en un abrir y cerrar, porque aún lo necesito. Así de rápido cambió todo y me sentí mejor.
Aún no estoy listo para dejar escapar mis sueños.

...

1 comentario:

YOLA dijo...

QUERIDO,
NUNCA DEJES QUE ESCAPEN TUS SUEÑOS,QUE SON EL MOTOR QUE NOS MUEVE MUY A MENUDO, YA QUE EL DÍA A DÍA,A VECES NOS DECEPCIONA Y NOS "PARALIZA".PERO EN LOS SUEÑOS .............HASTA EL INFINITO.
BESOS