domingo, 1 de abril de 2007

Ser o parecer...

"Crea fama y échate a dormir"
Sabiduría popular, muy probablemente mexicana
Vamos llegando ya a la Semana Santa, y ¿Ser o parecer? se convierte en una pregunta interesante en un país con una pronunciada mayoría de católicos. O quizás ni tan mayoría según yo. Hace poco me di cuenta que prácticamente estoy rodeado de "creyentes pero no-practicantes" que están seguros de ser católicos. Ser o parecer.
El mismo RBD (por cierto, al parecer el más vendido en la historia de la música en México) es algo que parece que canta. No es, y a veces, ni siquiera parece. Y a nadie le importa, a muchos nos gusta. Ya sé, no hay que exagerar, ni sacar las cosas de contexto, lo que me va inquietando es que si bien no todo lo que es parece, lo más difícil es que no todo lo que parece es.
¿Soy o me parezco? es la típica pregunta hecha al mirón o al curioso. Yo mismo lo he dicho aquí: tengo un título que me acredita como licenciado, porque tres sinodales hicieron parecer que me evaluaban y montamos todo el teatrito y ahora que parezco licenciado nadie duda que en verdad lo soy, sobre todo con la nueva vida de oficina en la que la impecabilidad del traje es una obsesión inescapable para todos. Una mancha en la corbata (tanto en mi oficina como en mi casa) es pecado mortal que todos condenan antes de que uno mismo se dé cuenta. Supongo que es igual en todas partes y a mi me salta a la vista porque a penas voy adaptándome al sistema. De entrada me choca. El ser o parecer impecable, por ejemplo. Después de todo ¿Qué importaría que algo no parezca impecable si de hecho lo es? Nada.
Pero estamos parados en un lugar donde parecer quizás se toma en cuenta más que ser. Un lugar donde las mayorías son creyentes pero no-practicantes. Oro o pirita, lo importante es que nos brille. Que parezca. Que hasta nosotros mismos nos lo creamos.
Tenemos frases, saludos, títulos profesionales, gestos, cartas, abrazos, e-mails, relaciones, respuestas, besos... que muy desgraciadamente no son lo que parecen. Creemos ciegamente en la democracia y la equidad de los géneros y el credo que dicen en la misa (digo, quienes van a misa) pero no los practicamos. Tenemos oficinas de todo ámbito atascadas de gente tan sólo parece, que si es algo es primo-del-amigo-del-jefe o corrupto y por eso llegó ahí. Festejamos - digo, ejem, conmemoramos - la muerte de Jesucristo con una sacrificada vigilia consistente en la paella más espectacular del año, o alguna otra suculencia di mare. Creemos en el trabajo, pero nos hacemos pendejos las últimas horitas del viernes. Y cosas así. Cosas que tenemos que empezar a cambiar. Ser y parecer.
Porque al final la respuesta llega casi sola. Parecer no es importante, o no debería serlo. Ser es practicar. Y entonces, quizás las cifras no sean ciertas cuando dicen que los mexicanos somos mayoría católica. Los creyentes y no-practicantes no son nada, aunque digan ellos que sí.
Y para acabar en un mood muy de cuaresma, termino diciendo que el que esté libre de pecado que tire la primera piedra, porque no soy ajeno al dilema del ser o parecer. Frecuentemente me asaltan las dudas sobre si soy escritor o sólo parezco. Pero eso es material a practicarse otro día a través de este mismo canal.
Y ya sé: la foto de Mayte no tiene nada que ver con lo escrito arriba pero Hey, ¿alguien se está quejando??

4 comentarios:

Enrique R dijo...

Si no FUERAS escritor, nadie te leería.-

Marcos Legaspi dijo...

es mucho mejor ser, no?

y yo en dos años pareceré licenciado. pf.

Anónimo dijo...

No cabe duda, vivimos en un mundo de apariencias: desde un RBD q rompe record d ventas, títulos profesionales y relaciones amorosas hasta el mundo burocrático-laboral de corbata limpia/zapato boleado y una población "mayoritariamente" católica.
Muy pocas cosas son lo q parecen ...
Pero, secundando a mi chilango favorito, dentro de las pocas cosas q son lo q parecen está tu talento como escritor, eso q ni q! ;)

JC dijo...

DANKE, DANKE, DANKE SCHÖN