miércoles, 7 de abril de 2010

Sobre Marco Beteta (y Bratislava)

"Early to bed, early to rise, work like hell and advertise"
- Ted Turner

Marco Beteta para mí era uno de esos nombres ilustres de personas ominpresentes que uno nunca conocerá.
Cada año leo su Guía de los 100 mejores restaurantes, atraído por la interesante leyenda mercadológica que lo ha hecho famoso: "Si la reseña no concuerda con la verdad de un restaurante, Marco reembolsará el importe de la cuenta". O algo así.
Cuando conté a mi entorno que me reuniría con él, muchos y muy diversos rumores no se hicieron esperar. Casi todos parecían haber oído una historia - a veces buena, a veces no tanto - que les contó el amigo del amigo del vecino que tiene un restaurante. Marco Beteta me recordó a Bratislava: una ciudad que sólo conocía de nombre y sobre la que las opiniones se contraponían: unos decían que les gustó, otros que era una bazofia, otros que era imprescindible, otros que una pérdida de tiempo. El mar de impresiones era tan extremamente diverso que tuve que ir allí a formarme mi propia opinión.

Para mí, conocer en vivo a Marco Beteta sí fue una agradable sorpresa. Muy extraño porque nunca hubiera imaginado saludarlo en persona, pero a la vez muy entrañable: me dio un trato humilde, de camarada. Me gustó encontrarme con un tipo extremadamente trabajador. Me contó que se cuida e intenta llevar una vida sana porque no para en todo el día. Me mostró sus proyectos y quedé asombrado: aparte de todo, pinta. ¿A qué hora? pregunto. Para todo hay tiempo, contesta seguro: El secreto, la cura contra el cansancio - según él - es amar lo que uno hace.
Como yo ama la comida de todo tipo, y quedamos de muy pronto irnos a echar unos tacos, sopes o garnachas juntos (!!!!!!!). Ahora resulta que yo (!!!) le voy a recomendar al mismísimo Marco Beteta buenos lugares de taco y garnacha. Qué maravilla. Seguiremos informando.
Mientras tanto, por si quedaba duda de lo inspirador que fue ver de cerca a este señor, debo decir que estas vacaciones de Pascua retomé el hábito de pintar que había dejado hace dos años ya "por falta de tiempo".

Y tengo que contarlo: su oficina es exactamente como la imaginaba. Excepto por el despacho en el que él trabaja (un espacio vanguardista y trendy), todo irradia un peculiar toque decorativo tipo galán de telenovela de los años noventa. Espejos en las paredes, esculturas realistas de mujeres, tibores, sillas de piel negra...No sé, muy Luis Miguel en Acapulco '92. O algo así.

*Ah. Por cierto, a diferencia de Marco Beteta, Bratislava sí fue una decepción. Es una especie de Toluca (probablemente la ciudad más fea de México) en su versión de Europa del Este, con un toque desmesurado de capitalismo. Aún así, en lugar de desanimar a que la visiten, creo que siempre que sea posible, lo más saludable es ir a ver por uno mismo.


2 comentarios:

Tanya dijo...

A mi si me gustó Bratislava, independientemente de q la mitad de la cd fuera un multifamiliar, los helados costaban 1 peso!! todavía me acuerdo como se dice helado...ZMRZLINA.
Anyway, pa cuando la Guia de la Garnacha del Subcomandante??

Galle de la Suerte dijo...

Lo que sigo sin creer es que coma más que tú ;)