De todo lo hermoso que algún día tuve y está extinguiéndose, me queda aún una abuela española, con quien he logrado una comunicación notable a partir de su asombrosa predisposición hacia México.
Utilizo este adjetivo porque nuestras generaciones -con las que me ha tocado convivir más por pura probabilidad cronológica - de repente no han logrado disociar condiciones negativas como el narco, la corrupción, la contaminación, la pobreza, a menudo la pereza y hasta la epidemia de influenza; de nuestro maravilloso, honesto, limpio, rico, vibrante y sano México.
La explicación es que, por décadas las noticas que llegan sobre nosotros no siempre reflejan nuestra mejor cara.
Mi abuela (y su generación) tiene aún el sabor dulce de México que probó desde niña a través del arte: canciones rancheras inolvidables que - sin Twitter ni Facebook - llegaron hasta su pequeño pueblo, películas entrañables, noticias de murales prodigiosos, artesanías milagrosas que hasta la fecha conserva...
Sin hablar de revolución (que dicho sea de paso, ojalá llegue pronto y sea lo menos violenta posible), sin despotricar contra sociedades y políticos, quiero hoy pensar en marketing puro, algo que he aprendido a hacer los últimos tres años.
Entre toda esta inundación de información en la que vivimos, y ante una falta de control derivada de la libertad de expresión, es imposible detener la mala información. Sin embargo - y a las pruebas me remito -, la estrategia mercadológica efectiva tiende cada vez más a generar contenidos positivos y a viralizarlos, de tal manera que lleguen primero, prevalezcan y eclipsen al contenido negativo.
Yo quiero ser más famoso que el narco. Quiero que escribas una novela que de una vuelta más al mundo que las noticias sobre corrupción. Estoy seguro que puedes componer una canción que sea coreada por todas partes y supere en fama a la contaminación. Que tu talento, tu inteligencia, tu belleza, tu energía y tu creatividad sean más fuertes que esa maldita influenza porcina. Que mientras atacamos y vencemos nuestros "contenidos negativos", sepamos aprovechar las redes sociales y la manera en que nuestra generación conoce sobre internet y marketing, para generar "contenidos positivos".
Sé que un par de ustedes artistas lee esto. Van, con todo. Sé además que el resto, pocos o muchos, pueden también proponerse ser un rostro de México, más grande y famoso que lo malo. Es hora de 'viralizar' nuestro talento y contagiar al mundo entero. Que haya una epidemia mundial de mexicanos talentosos. Así, un día las generaciones futuras reaprenderán a asociar a nuestro México con lo hermoso y lo positivo. Como lo que es: un país maravilloso.
Mientras eso llega, recordemos: la energía es el 75% del camino al éxito. Gracias por leer y visitar.
Un abrazo,
;
Utilizo este adjetivo porque nuestras generaciones -con las que me ha tocado convivir más por pura probabilidad cronológica - de repente no han logrado disociar condiciones negativas como el narco, la corrupción, la contaminación, la pobreza, a menudo la pereza y hasta la epidemia de influenza; de nuestro maravilloso, honesto, limpio, rico, vibrante y sano México.
La explicación es que, por décadas las noticas que llegan sobre nosotros no siempre reflejan nuestra mejor cara.
Mi abuela (y su generación) tiene aún el sabor dulce de México que probó desde niña a través del arte: canciones rancheras inolvidables que - sin Twitter ni Facebook - llegaron hasta su pequeño pueblo, películas entrañables, noticias de murales prodigiosos, artesanías milagrosas que hasta la fecha conserva...
Sin hablar de revolución (que dicho sea de paso, ojalá llegue pronto y sea lo menos violenta posible), sin despotricar contra sociedades y políticos, quiero hoy pensar en marketing puro, algo que he aprendido a hacer los últimos tres años.
Entre toda esta inundación de información en la que vivimos, y ante una falta de control derivada de la libertad de expresión, es imposible detener la mala información. Sin embargo - y a las pruebas me remito -, la estrategia mercadológica efectiva tiende cada vez más a generar contenidos positivos y a viralizarlos, de tal manera que lleguen primero, prevalezcan y eclipsen al contenido negativo.
Yo quiero ser más famoso que el narco. Quiero que escribas una novela que de una vuelta más al mundo que las noticias sobre corrupción. Estoy seguro que puedes componer una canción que sea coreada por todas partes y supere en fama a la contaminación. Que tu talento, tu inteligencia, tu belleza, tu energía y tu creatividad sean más fuertes que esa maldita influenza porcina. Que mientras atacamos y vencemos nuestros "contenidos negativos", sepamos aprovechar las redes sociales y la manera en que nuestra generación conoce sobre internet y marketing, para generar "contenidos positivos".
Sé que un par de ustedes artistas lee esto. Van, con todo. Sé además que el resto, pocos o muchos, pueden también proponerse ser un rostro de México, más grande y famoso que lo malo. Es hora de 'viralizar' nuestro talento y contagiar al mundo entero. Que haya una epidemia mundial de mexicanos talentosos. Así, un día las generaciones futuras reaprenderán a asociar a nuestro México con lo hermoso y lo positivo. Como lo que es: un país maravilloso.
Mientras eso llega, recordemos: la energía es el 75% del camino al éxito. Gracias por leer y visitar.
Un abrazo,
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6 comentarios:
excelente! un aplauso!
me quedo con esto:
"Que haya una epidemia mundial de mexicanos talentosos"
Me sentí aludido en este post, subcomandante. Francamente inspirador. Yo le creo y coincido. Pongámonos pues a escribir. Un abrazo.
Así es mi querido ruy feben, las alusiones son para Usted y su libro.
Jorge: Gracias!
AQUI UNA ENGANCHADA ESPAÑOLA A LA HERMOSURA DE MEXICO,A SU GENTE , A SU CULTURA Y TRADICIONES,A SU MUSICA, .....YA SABES LO PRESENTE QUE ESTA EN MI,Y DESPUES DE LEERTE,OTRA VEZ ESE DESEO PODEROSO DE REGRESAR.ESPERO Q PRONTO
ME HA ENCANTADO.BESOS
¡Me encantó! Amo a este país, y creo firmemente en la epidemia de mexicanos talentosos.
¡Un aplauso!
Nessa: Tú eres una de ellos. Que viva México.
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