Disclaimer: esto va a estar extremadamente cursi. Deal with it. Me vale madres.
Estoy haciendo la playlist para la cena navideña, recordando el domingo de hace diez años.
Estábamos solos mi hermana y yo en nuestra casa del pueblo, en España. Vivíamos nuestro primer viaje de invierno...el primer abrigo, el primer frío impactante. Aburridos, veíamos el único canal (la primera de TVE) que el pequeño televisor que tenía mi abuela recibía a duras penas.
De repente lo anunciaron: Por tercer año consecutivo, las Spice Girls (nuestras entonces favoritas) conseguían el Christmas Number One en el Reino Unido. Yo estaba en la cocina, llevaba puesta una camisa verde de pana; y mi hermana alcanzó a gritarme para que fuera a la tele porque el vídeo de Goodbye, que nunca habíamos visto, iba a empezar.
Alcancé a asomarme para verla a ella que llevaba puesto un abrigo blanco y miraba la pantalla atenta y entonces, oímos una especie de ráfaga de aire que dio paso a la caída de los "No, no, no, no" sobre nuestras cabezas (vean el vídeo). Era una balada nostálgica y un tanto solemne, muy ad hoc, muy al estilo británico.
Estoy casi seguro que le pasó a ella también: teníamos 17 y 15 años y los sonidos y el poder hipnótico de Europa nos atraparon con una canción como protagonista de un frío momento mágico. Inolvidable. Me imaginé una suave nevada de brillos plateados y blancos.
Hasta la fecha asocio los valores e imágenes de la navidad y el invierno a las imágenes del vídeo. Lobos corriendo, un piano tocando despacio, personas congeladas en habitaciones blancas que se derriten al calor de la voz de Melanie C; plumas, platos y listones que caen lentamente y se rompen al chocar con el suelo...
Desde entonces, cada año estoy muy pendiente del Christmas Number One británico, hoy están a punto de anunciarlo y creo que se lo va a llevar Leona Lewis. Nunca más he vuelto a sentir una emoción así al respecto. No necesito decir que Goodbye, con todo y todo, pasa automáticamente a formar parte de la playlist navideña de todos los años de mi vida.
Estábamos solos mi hermana y yo en nuestra casa del pueblo, en España. Vivíamos nuestro primer viaje de invierno...el primer abrigo, el primer frío impactante. Aburridos, veíamos el único canal (la primera de TVE) que el pequeño televisor que tenía mi abuela recibía a duras penas.
De repente lo anunciaron: Por tercer año consecutivo, las Spice Girls (nuestras entonces favoritas) conseguían el Christmas Number One en el Reino Unido. Yo estaba en la cocina, llevaba puesta una camisa verde de pana; y mi hermana alcanzó a gritarme para que fuera a la tele porque el vídeo de Goodbye, que nunca habíamos visto, iba a empezar.
Alcancé a asomarme para verla a ella que llevaba puesto un abrigo blanco y miraba la pantalla atenta y entonces, oímos una especie de ráfaga de aire que dio paso a la caída de los "No, no, no, no" sobre nuestras cabezas (vean el vídeo). Era una balada nostálgica y un tanto solemne, muy ad hoc, muy al estilo británico.
Estoy casi seguro que le pasó a ella también: teníamos 17 y 15 años y los sonidos y el poder hipnótico de Europa nos atraparon con una canción como protagonista de un frío momento mágico. Inolvidable. Me imaginé una suave nevada de brillos plateados y blancos.
Hasta la fecha asocio los valores e imágenes de la navidad y el invierno a las imágenes del vídeo. Lobos corriendo, un piano tocando despacio, personas congeladas en habitaciones blancas que se derriten al calor de la voz de Melanie C; plumas, platos y listones que caen lentamente y se rompen al chocar con el suelo...
Desde entonces, cada año estoy muy pendiente del Christmas Number One británico, hoy están a punto de anunciarlo y creo que se lo va a llevar Leona Lewis. Nunca más he vuelto a sentir una emoción así al respecto. No necesito decir que Goodbye, con todo y todo, pasa automáticamente a formar parte de la playlist navideña de todos los años de mi vida.
1 comentario:
¡¡Feliz Navidad Jesús!!!
Te mando mis mejores deseos para el 2009.
Un abrazo
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