martes, 10 de abril de 2007

La Última Mirada

"La Nao de China zarpaba sin saber que esa noche
encontraría un destino que no podría ser nombrado con la palabra azar:
sino por ese vaivén de la vida que todo explica y nada explica.
El viento sopla. Y la Nao va. Y la Nao va."
Hua-lan Pei-ji


Continuando con la tradición familiar de regalar a México algunas de las mejores películas en su historia, Patricia Arriaga Jordán nos entrega un inspirador drama que nos pone a pensar qué haríamos si pudiéramos elegir lo último que veremos.

Hace no tantos años, don Carlos y doña Amelia fueron muy jóvenes y se amaron con una de esas pasiones que por tan grandes derriten y renuevan. Se casaron en esta, nuestra ciudad de México, y al multiplicarse engendraron a Patricia, Guillermo, Carlos y Jorge.
Desde entonces, la alimentación de esta familia y de los cuatro hijos criados en la colonia Unidad Modelo se ha convertido en uno de los mayores misterios del cine mexicano. Porque Guillermo escribió muchos libros que luego se hicieron película (Babel, 21 gramos, Amores Perros) y ganó premios en Francia como ningún otro mexicano antes (Los Tres Entierros de Melquíades Estrada), su obra fue publicada en más de diez lenguas distintas y se convirtió en una obsesionante inspiración para muchos como este que escribe.

Por su parte Patricia, la única hija mujer de la familia Arriaga Jordán, un día intentó vehementemente escribir un drama. Hizo todos los esfuerzos, lo intentó con todas sus ganas, pero no pudo. Fracasó.
Le fue imposible escapar de sí misma y de su sangre, y así concibió una película de combate al drama. De pasión y lucha.
Pintó de tierno dulce los personajes pero los rellenó de una fuerza resplandeciente. Se decidió a dejar de hacer el típico cine sobre cómo los mexicanos viven una decadencia de la que no pueden escapar. Escogió hablar y retratar nuestro verdadero espíritu: ese de quien está viviendo con honor a pesar de lo difícil que se le pone la vida. Que si acaso vive un declive, no lo percibe: pues piensa, siente y actúa con toda la dignidad. Que no tiene idea lo que le espera y sabe agradecer al destino.

Dos historias que se entrelazan hacen de “La Última Mirada” una de las películas más entrañables y potentes en la historia del cine mexicano. Homero es un reconocido pintor que debe enfrentarse a la tragedia de ir perdiendo progresivamente la vista y con ella la seguridad, la pareja y la estabilidad. Por su parte, Mei es una adolescente con aspiraciones que se ve obligada a trabajar como sirvienta en un burdel cuando su madre emigra hacia Estados Unidos dejándola con una deuda por saldar. Ambos personajes nos tomarán de la mano como nunca antes otros lo habían hecho, adentrándonos en un mundo de lucha y humanidad que si no conocemos ya en carne propia, desearemos emular en un futuro.

Patricia creó una obra misteriosa, roja, poética, achinada, radical, cadenciosa, erótica, solidarizante. La coloreó de México, de España, de luces titilantes, piernas bajo la piscina, mujeres desnudas y jaulas de palomillas que vuelan.

Tanta abundancia de colores y matices llevan a la mente y al corazón a valorar la a menudo desapercibida gran fortuna de poder ver, mirar y observar. Este deleite visual y sentimental estará pronto en DVD. Atrévete a escoger qué sería lo último que verías.

5 comentarios:

Penelope... dijo...

Busco y busco una dirección de mail y no la encuentro...

Marcos Legaspi dijo...

a ver si la ponen en los cines de acà.

JC dijo...

Querida Penélope:
Él único fragmento que alguna vez me aprendí de la Biblia fue
Mateo 7:7.

jesus.catalan@gmail.com

Anónimo dijo...

mcpoet:

por fin la vi! buenísima indeed! ;)

recomiendo ampliamente estas dos q tmb vi este fin en Casa d Arte:

- La vida de los otros (Das Leben der Anderen)
- El latido de mi corazón (De battre mon coeur s'est arrêté)

buenísimas tmb!!!

Anónimo dijo...

Yo la quería ver, vivo en toluca, creo que estuvo dos o tres días en cartelera, me quedé con las ganas, canta Santiago Aguirre, aupa... espero poder llegar a verla...
Gracias por lo escrito