martes, 14 de diciembre de 2010

Tengo un problema con la autoridad (o no)

Con el eco del último suspiro de aire que transportaba el sonido de la palabra concluyente de la orden que hace un rato me daba la Doctora González: "...y evita hablar o usar tu voz.", me nacieron tantas ganas de cantar, que voy a tener que liberarlas antes de que me exploten todas las vísceras y haga un sangriento desastre en mi cama de enfermo, con esas sábanas blaaancas blancas.

Total, nada como un concierto imaginario frente al espejo para dar la bienvenida a los días de reposo absoluto que me acaban de mand...COF COF COF perdón, re co men dar.

Aquí una simulación de lo que ocurrirá en unos momentos en mi cuarto: