viernes, 2 de enero de 2009

Adicto a facebook

"La presión de nuestra vitalidad, constreñida a expresarse en formas que la traicionan, explica el carácter mortal, agresivo o suicida de nuestras explosiones. Cuando estallamos, además, tocamos el punto más alto de la tensión, rozamos el vértice vibrante de la vida. Y allí, en la altura del frenesí, sentimos el vértigo: la muerte nos atrae".
- Nuestro Padre Octavio Paz, El Laberinto de la Soledad

A manera de confesión: me llamo Censurado y soy adicto a facebook. Ya no escribo mi nombre, porque en el último mes me han reenviado unos diez correos electrónicos amarillistas recomendando no compartir detalle alguno en internet que pudiera remotamente reflejar mi identidad, el lugar donde vivo o los sitios que frecuento; porque el país en el que estoy es tan inseguro que los delincuentes están pendientes de los blogs, las páginas personales, los perfiles de redes sociales como MySpace, Twitter, Hi5 o mi amado Facebook para ver si me asesinan, me secuestran, me violan o me asaltan. Quesque.
Pero aún así, al igual que millones de personas de mi generación, estoy continuamente actualizando mi status. "Censurado is partying @ Acapulco", "Censurado is en Salamanca, camino a Madrid", "Censurado is off to Miami tomorrow!", son ejemplos de actualizaciones de perfil que escribimos y leemos todos los días. Algo dentro de nosotros nos mueve a contar qué hacemos y cómo nos sentimos; como si de verdad a alguien le importara.
Quizá sintamos la necesidad de que otros sigan los eventos de nuestras vidas para que no queden olvidadas. Pero nadie está siguiendo nada, a veces olvidamos los propios.
Ideas realmente brillantes escritas en el campo de status están condenadas a desaparecer una vez que nuestras acciones dentro de la red social las desplacen hacia abajo. Solamente saciamos momentáneamente la sed voyeurista o exhibicionista, en pequeñas dosis, constantemente.
Quizás el deseo persistente de exhibirnos nos quema y estamos buscando dar un buen show a nuestros "amigos" de facebook. Cargando fotos en las que todos puedan ver que uno es más guapo y más chido que los demás. Nunca más adecuado empezar con una cita de El Laberinto de la Soledad en un post sobre facebook: un lugar virtual en el que a veces tenemos listados como amigos a personas irrelevantes que quizás apenas conocemos. Queremos sentir que tenemos mucho público rodeándonos, pero estamos más solos que nunca. Y este show que damos es tan suicida como fumar, o peor.
Porque en un país donde es peligroso tener un blog o subir fotos de nuestro último viaje a China durante el verano, hemos desarrollado la necesidad de anunciar quiénes somos y dónde estuvimos; como si los hechos no hablaran por sí mismos.
En el fondo, algo muy fuerte nos arrastra a escupirle a la muerte en la cara. O a intentar sentir que eso hacemos. Y aquí estamos. Sin saber cómo quitarnos del vicio. Escribiendo sobre nosotros en tercera persona, desaforadamente.
Censurado is kinda' sad. Censurado is buscando una mejor manera de comunicarse en vivo y a todo color. Censurado necesita que comenten este post muchos, cuántos más mejor. Censurado doesn't know why he keeps doing this. Censurado wants to die to feel alive. Censurado can't stop. Censurado somos todos. Censurado probably needs help.